Adultos marcados por el alcoholismo de sus padres
Publicado 1999/05/10 23:00:00
- Heriberto Bernal V./
Recientemente conversamos con tres mujeres adultas de diferentes edades, quienes han sido víctimas de convivir con padres alcohólicos. Ellas explicaron a este medio cómo llegaron a conformar el grupo denominado "Hijos Adultos de Padres Alcohólicos" y cómo descubrieron que eran reales víctimas cuando quizás ni siquiera lo sospechaban.
Por ejemplo, la Sra. Sabina descubrió que estaba afectada por la dependencia de su padre hacia el alcohol, luego de la muerte de éste.
Como se trata de un grupo anónimo, sólo mencionaremos el primer nombre de nuestras entrevistadas.
COMO SURGE ESTE GRUPO EN PANAMA
Las Sras. Gregoria y Sabina explican que ellas participaron en un encuentro, en Chiriquí, donde conocieron el grupo dirigido a los Hijos Adultos de Padres Alcohólicos. Participaron, pero no le dieron la importancia hasta que el grupo vino a participar en la capital y "pudimos compenetrarnos verdaderamente con lo que es el grupo, además de ver que los hijos adultos de alcohólicos se componían de personas desde 18 años hasta los 60.
Tanto para la Sra. Gregoria como para la Sra. Sabina ese fue el punto en el que se identificaron porque empezaron a comparar las diversas situaciones que vivían en su matrimonio con los problemas que habían pasado con su padre alcohólico.
Todas estas situaciones influyen tan profundamente en la vida de los adultos cuyos padres han sido alcohólicos que en sus vidas de pareja se reflejan y en muchos casos, no se sabe de dónde proviene el problema.
"Crecemos con ese rencor y lo reflejamos en el hogar con los hijos, el esposo y no sabemos manejar la situación", explica la Sra. Gregoria.
Por su parte, la Sra. Sabina comenta que anteriormente había un grupo en Panamá, pero se desintegró. Y es como consecuencia del encuentro que para el 23 de septiembre de 1997 se creó el grupo "Hijos Adultos de Padres Alcohólicos".
Comenzaron los siete, luego siguieron tres personas reuniéndose semanalmente y hace como siete meses, nuevamente pasaron a ser siete. Eventualmente llegan a las reuniones compañeros de otros grupos.
MANEJAR EL ARRASTRE
Lo que se busca en el grupo es saber manejar ese arrastre emocional que estas personas llevan consigo para que no influya negativamente en las relaciones familiares posteriores.
La codependencia es una enfermedad y hace mucho daño. La idea no es culpar a nadie ni culparnos nosotros si no, corregir y por eso seguimos un pensamiento que dice que no somos responsables de la programación que recibimos cuando niños, pero cuando adultos sí somos responsables de nuestra recuperación 100%.
Una vez se descubre que algo no funciona bien, hay que corregirlo porque cuando se busca ayuda es porque la situación es intolerable, es cuando se ha hecho todo lo humanamente posible y no resultó.
CARACTERISTICAS
Por lo general, las personas que llegan al grupo, víctimas de un padre alcohólico se caracterizan por cierta conducta, entre ellas que son autoritarios, necesitan aprobación, tienen miedo a la autoridad, dificultad para seguir un proyecto de principio a fin, mienten cuando es más fácil decir la verdad, son sus propios jueces, tienen dificultad para divertirse, pero realmente como señaláramos anteriormente- llegan al grupo por un hogar disfuncional, con muchos problemas.
Estas personas sufren de dolores de cabeza constantes, insomnio, están amargados, "es tanta la sintomatología física, mental y emocional que cuando se entra en estos grupos, el cambio se produce casi milagrosamente", dice la Sra. Sabina.
Es en ese momento, cuando la persona llega al grupo, descubre que el verdadero problema está en ella por el arrastre que trae consigo por tanto tiempo.
UNA CADENA
Los hijos de alcohólicos por lo general se casan con un alcohólico o un hijo de un alcohólico. "Es la situación que estamos acostumbrados a vivir y hasta cierto punto nos sentimos cómodos en ese ambiente", señala la Sra. Gregoria, quien manifiesta que siempre dijo que no se iba a casar con un alcohólico y después de 12 años de matrimonio, su esposo desarrolló el alcoholismo. Es como si los genes o los polos se atraen porque hasta la fecha los médicos no saben explicar cómo los hijos de padres alcohólicos terminan casadas con alcohólicos o adictos.
Allí surgió su problema porque al recordar lo que ya había vivido anteriormente, la situación se agudizó porque "no iba a dejar que él me hiciera lo que mi papá le hizo a mi mamá"... sin embargo él murió a causa del alcoholismo. "Era dominante, violento, demasiado posesivo y yo desarrollé esa codependencia hacia él", dijo la entrevistada. Adicional a esto, tuvo un hijo con problemas de adicción a la bebida y a la droga, lo que lo llevó hasta el Hospital Psiquiátrico y fue entonces cuando participó de los programas familiares de la institución y posteriormente le recomendaron participar en la terapia familiar de Al-Anon en San Miguelito y al expandirse en estos grupos conoció de otros. Es entonces cuando asiste al encuentro del que se habla al inicio de este escrito.
Por su parte, la Sra. Sabina que como ya señalamos- descubrió su codependencia después de la muerte de su padre- indica que a veces los padres han dejado de beber y posteriormente los hijos se dan cuenta que han sido afectados porque hay una regla no escrita ni hablada, que hace que los hijos de los padres alcohólicos no manifiesten sus sentimientos, "no sentir, no hablar, no pensar".
Esto es así debido a que anteriormente, cuando vivían con los padres, no podían hablar de lo que pasaba en la casa, no podían mostrar sus sentimientos porque los regañaban, no podían pensar porque tenían que hacer lo que les decían. Para sorpresa de esta señora, más adelante, sus esposo se convierte en un bebedor de importancia con adicción al sexo (relaciones múltiples). Luego de poner fin a esa unión e iniciar una segunda relación , se encuentra con un compañero que no bebía, pero había sido bebedor y mantenía todas las características de un alcohólico, por lo que era igual que vivir con un alcohólico.
Sin embargo, al igual que Gregoria, llega a los grupos por un hijo con "problemas de conducta" que llegó a consumir drogas.
QUE HACER
Luego de llegar al grupo y reconocer el problema se comparte literatura con respuestas para todas las preguntas que a cualquiera se le pueda ocurrir, pero la principal terapia para ellos es compartir unos con otros las experiencias que han vivido o viven, darse testimonio sobre cómo van mejorando en su relación familiar porque "un problema compartido es partido por la mitad". "Son nuestras experiencias, nuestras fortalezas, nuestras esperanzas", dicen con mucho alivio.
Se hacen varias reuniones. Es importante adquirir la lista de las reuniones para asistir a la que se adecúe al estilo de vida de cada quien.
Luego de varias semanas, se escoge un padrino, alguien con quien sientan más afinidad, con quien desahogarse ya no a nivel del grupo porque allí se habla del enfermo que lleva varios días que no llega a la casa, de lo desesperado que se sienten, de la tristeza, etc., pero con el padrino se habla más íntimamente del problema.
"Cuando vamos al grupo no vamos a hablar tanto del enfermo, sino de nuestros sentimientos que lógicamente son producto de un enfermo de alcoholismo", agrega la Sra. Sabina.
EL PROGRAMA
El programa es esencialmente espiritual, a pesar de que el alcoholismo es una enfermedad identificada por la Organización Mundial de la Salud y tratada como tal por los Psiquiatras. Es un problema del sentimiento, así que es un grupo de terapia espiritual basado esencialmente en la creencia en un poder superior cualquiera que sea la corriente que se siga. Generalmente casi todos son cristianos, así que el poder superior es Dios.
Se trata de un tratamiento permanente porque es una enfermedad que no se cura y que aún asistiendo al programa, se recae.
SOLTAR LAS RIENDAS
El programa se basa en soltar las riendas porque nadie cambia a nadie, no podemos cambiar a los que están a nuestro alrededor. Sólo uno mismo puede cambiar y en la medida en que lo hagamos cambiará nuestro entorno.
Debemos entregar las riendas a Dios, vivir y dejar vivir porque los familiares (padres, esposos, hijos, amigos...) aprenderán de su experiencia en la escuela de la vida.
Si uno lo hizo y le sirvió, le puede servir al resto.
Y esto ha sido así para Luz, quien a sus 27 años afirma que lo más importante es llegar al grupo y abrirse como personas y decir todo lo que sienten, por lo que están pasando, llorar, reír y encontrar ese apoyo de parte de sus compañeros de grupo. "Eso me ha hecho sentirme normal porque hemos vivido creyendo que es tanto el caos que nos rodea que algo debe estar anormal".
Estas tres mujeres han visto sus vidas cambiar gracias a este programa y hacen un llamado para que todo aquel que atraviese por una situación similar solicite ayuda oportuna, porque siempre hay una salida a esta situación.
¿SE CRIO JUNTO A UN BEBEDOR CON PROBLEMAS?
¿Se crió junto a un bebedor con problemas?
Al-Anon es para familiares, parientes y amigos de alcohólicos cuya vida ha sido afectada por la forma de beber de otra persona. Muchos adultos se preguntan si han sido afectados por el alcoholismo. Si alguien allegado a usted tiene o ha tenido problemas con la bebida, las siguientes preguntas podrían ayudarle a determinar si el alcoholismo afectó su niñez o su vida actual y si Al-Anon es para usted.
1. ¿Busca constantemente aprobación y confirmación?
2. ¿Deja de reconocer sus propios logros?
3. ¿Le inspira temor la crítica?
4. ¿Se desvive por todo?
5. ¿Ha experimentado dificultades con su propio comportamiento compulsivo?
6. ¿Precisa la perfección?
7. ¿Se inquieta aun cuando su vida transcurre serenamente, anticipando problemas continuamente?
8. ¿Se siente más enérgico en medio de una crisis?
9. ¿Se cree aún responsable por los demás, como lo hizo por su ser querido alcohólico?
10. ¿Le es fácil ocuparse de los demás, pero le resulta difícil ocuparse de sí mismo?
11. ¿Se aisla de las demás personas?
12. ¿Responde usted con miedo ante autoridades y personas enfadadas?
13. ¿Cree que las personas y la sociedad en general se aprovechan de usted?
14. ¿Experimenta dificultades con las relaciones íntimas?
15. Confunde la piedad con el amor, como le sucedió con el bebedor con problemas?
16. ¿Atrae y/o busca gente que tiende a ser compulsiva y/o abusiva?
17. ¿Se ata a relaciones por temor a estar solo?
18. ¿Suele desconfiar de sus propios sentimientos y de los sentimientos expresados por los demás?
19. ¿Se le hace difícil identificar y expresar sus emociones?
20. ¿Cree usted que la forma de beber de su padre o de su madre puede haberle afectado?
HIJOS ADULTOS ALCOHOLICOS
1. Yo tengo derecho a todos esos buenos momentos que he añorado por todos estos años y no conseguí.
2. Yo tengo derecho a gozar esta vida, aquí mismo, ahora mismo, no sólo una ráfaga momentánea de euforia, sino algo más substancial.
3. Yo tengo derecho a relajarme y divertirme de una manera no-alcohólica y no destructora.
4. Yo tengo derecho a perseguir activamente a la gente, lugares y situaciones que me ayudarán a conseguir una buena vida.
5. Yo tengo derecho a decir no cuando yo siento que algo no es seguro y no estoy listo.
6. Yo tengo derecho a no participar en el comportamiento activo o pasivo de "hacer locura" de padres, hermanos u otros.
7. Yo tengo derecho a tomar riesgos premeditados y a experimentar con mis nuevas estrategias.
8. Yo tengo derecho a cambiar mi melodía, mi estrategia y mis ecuaciones cómicas.
9. Yo tengo derecho a hacer "desastres", a cometer errores, a "dañarlo", a decepcionarme de mí mismo y a sentirme corto.
10. Yo tengo derecho a privarme de la compañía de la gente que me hace sentir mal deliberadamente e inadvertidamente, que me deja un trance de culpabilidad, me manipulan o humillan, incluyendo a mi padre alcohólico, mi madre no alcohólica o cualquier otro miembro de mi familia.
11. Yo tengo derecho a poner un fin a conversaciones con gente que me hace sentir por debajo y humillado.
12. Yo tengo derecho a todos mis sentimientos.
13. Yo tengo derecho a confiar en mis sentimientos, mis juicios, mis anhelos y mi intuición.
14. Yo tengo derecho a desarrollarme como una persona completa, emocionalmente, espiritualmente, mentalmente, físicamente psicológicamente y sexualmente.
15. Yo tengo derecho a expresar todos mis sentimientos de una manera no destructiva y en un momento y lugar seguro.
16. Yo tengo derecho al tiempo que yo necesito para experimentar con esta nueva información y nuevas ideas, y a iniciar cambios en mi vida.
Por ejemplo, la Sra. Sabina descubrió que estaba afectada por la dependencia de su padre hacia el alcohol, luego de la muerte de éste.
Como se trata de un grupo anónimo, sólo mencionaremos el primer nombre de nuestras entrevistadas.
COMO SURGE ESTE GRUPO EN PANAMA
Las Sras. Gregoria y Sabina explican que ellas participaron en un encuentro, en Chiriquí, donde conocieron el grupo dirigido a los Hijos Adultos de Padres Alcohólicos. Participaron, pero no le dieron la importancia hasta que el grupo vino a participar en la capital y "pudimos compenetrarnos verdaderamente con lo que es el grupo, además de ver que los hijos adultos de alcohólicos se componían de personas desde 18 años hasta los 60.
Tanto para la Sra. Gregoria como para la Sra. Sabina ese fue el punto en el que se identificaron porque empezaron a comparar las diversas situaciones que vivían en su matrimonio con los problemas que habían pasado con su padre alcohólico.
Todas estas situaciones influyen tan profundamente en la vida de los adultos cuyos padres han sido alcohólicos que en sus vidas de pareja se reflejan y en muchos casos, no se sabe de dónde proviene el problema.
"Crecemos con ese rencor y lo reflejamos en el hogar con los hijos, el esposo y no sabemos manejar la situación", explica la Sra. Gregoria.
Por su parte, la Sra. Sabina comenta que anteriormente había un grupo en Panamá, pero se desintegró. Y es como consecuencia del encuentro que para el 23 de septiembre de 1997 se creó el grupo "Hijos Adultos de Padres Alcohólicos".
Comenzaron los siete, luego siguieron tres personas reuniéndose semanalmente y hace como siete meses, nuevamente pasaron a ser siete. Eventualmente llegan a las reuniones compañeros de otros grupos.
MANEJAR EL ARRASTRE
Lo que se busca en el grupo es saber manejar ese arrastre emocional que estas personas llevan consigo para que no influya negativamente en las relaciones familiares posteriores.
La codependencia es una enfermedad y hace mucho daño. La idea no es culpar a nadie ni culparnos nosotros si no, corregir y por eso seguimos un pensamiento que dice que no somos responsables de la programación que recibimos cuando niños, pero cuando adultos sí somos responsables de nuestra recuperación 100%.
Una vez se descubre que algo no funciona bien, hay que corregirlo porque cuando se busca ayuda es porque la situación es intolerable, es cuando se ha hecho todo lo humanamente posible y no resultó.
CARACTERISTICAS
Por lo general, las personas que llegan al grupo, víctimas de un padre alcohólico se caracterizan por cierta conducta, entre ellas que son autoritarios, necesitan aprobación, tienen miedo a la autoridad, dificultad para seguir un proyecto de principio a fin, mienten cuando es más fácil decir la verdad, son sus propios jueces, tienen dificultad para divertirse, pero realmente como señaláramos anteriormente- llegan al grupo por un hogar disfuncional, con muchos problemas.
Estas personas sufren de dolores de cabeza constantes, insomnio, están amargados, "es tanta la sintomatología física, mental y emocional que cuando se entra en estos grupos, el cambio se produce casi milagrosamente", dice la Sra. Sabina.
Es en ese momento, cuando la persona llega al grupo, descubre que el verdadero problema está en ella por el arrastre que trae consigo por tanto tiempo.
UNA CADENA
Los hijos de alcohólicos por lo general se casan con un alcohólico o un hijo de un alcohólico. "Es la situación que estamos acostumbrados a vivir y hasta cierto punto nos sentimos cómodos en ese ambiente", señala la Sra. Gregoria, quien manifiesta que siempre dijo que no se iba a casar con un alcohólico y después de 12 años de matrimonio, su esposo desarrolló el alcoholismo. Es como si los genes o los polos se atraen porque hasta la fecha los médicos no saben explicar cómo los hijos de padres alcohólicos terminan casadas con alcohólicos o adictos.
Allí surgió su problema porque al recordar lo que ya había vivido anteriormente, la situación se agudizó porque "no iba a dejar que él me hiciera lo que mi papá le hizo a mi mamá"... sin embargo él murió a causa del alcoholismo. "Era dominante, violento, demasiado posesivo y yo desarrollé esa codependencia hacia él", dijo la entrevistada. Adicional a esto, tuvo un hijo con problemas de adicción a la bebida y a la droga, lo que lo llevó hasta el Hospital Psiquiátrico y fue entonces cuando participó de los programas familiares de la institución y posteriormente le recomendaron participar en la terapia familiar de Al-Anon en San Miguelito y al expandirse en estos grupos conoció de otros. Es entonces cuando asiste al encuentro del que se habla al inicio de este escrito.
Por su parte, la Sra. Sabina que como ya señalamos- descubrió su codependencia después de la muerte de su padre- indica que a veces los padres han dejado de beber y posteriormente los hijos se dan cuenta que han sido afectados porque hay una regla no escrita ni hablada, que hace que los hijos de los padres alcohólicos no manifiesten sus sentimientos, "no sentir, no hablar, no pensar".
Esto es así debido a que anteriormente, cuando vivían con los padres, no podían hablar de lo que pasaba en la casa, no podían mostrar sus sentimientos porque los regañaban, no podían pensar porque tenían que hacer lo que les decían. Para sorpresa de esta señora, más adelante, sus esposo se convierte en un bebedor de importancia con adicción al sexo (relaciones múltiples). Luego de poner fin a esa unión e iniciar una segunda relación , se encuentra con un compañero que no bebía, pero había sido bebedor y mantenía todas las características de un alcohólico, por lo que era igual que vivir con un alcohólico.
Sin embargo, al igual que Gregoria, llega a los grupos por un hijo con "problemas de conducta" que llegó a consumir drogas.
QUE HACER
Luego de llegar al grupo y reconocer el problema se comparte literatura con respuestas para todas las preguntas que a cualquiera se le pueda ocurrir, pero la principal terapia para ellos es compartir unos con otros las experiencias que han vivido o viven, darse testimonio sobre cómo van mejorando en su relación familiar porque "un problema compartido es partido por la mitad". "Son nuestras experiencias, nuestras fortalezas, nuestras esperanzas", dicen con mucho alivio.
Se hacen varias reuniones. Es importante adquirir la lista de las reuniones para asistir a la que se adecúe al estilo de vida de cada quien.
Luego de varias semanas, se escoge un padrino, alguien con quien sientan más afinidad, con quien desahogarse ya no a nivel del grupo porque allí se habla del enfermo que lleva varios días que no llega a la casa, de lo desesperado que se sienten, de la tristeza, etc., pero con el padrino se habla más íntimamente del problema.
"Cuando vamos al grupo no vamos a hablar tanto del enfermo, sino de nuestros sentimientos que lógicamente son producto de un enfermo de alcoholismo", agrega la Sra. Sabina.
EL PROGRAMA
El programa es esencialmente espiritual, a pesar de que el alcoholismo es una enfermedad identificada por la Organización Mundial de la Salud y tratada como tal por los Psiquiatras. Es un problema del sentimiento, así que es un grupo de terapia espiritual basado esencialmente en la creencia en un poder superior cualquiera que sea la corriente que se siga. Generalmente casi todos son cristianos, así que el poder superior es Dios.
Se trata de un tratamiento permanente porque es una enfermedad que no se cura y que aún asistiendo al programa, se recae.
SOLTAR LAS RIENDAS
El programa se basa en soltar las riendas porque nadie cambia a nadie, no podemos cambiar a los que están a nuestro alrededor. Sólo uno mismo puede cambiar y en la medida en que lo hagamos cambiará nuestro entorno.
Debemos entregar las riendas a Dios, vivir y dejar vivir porque los familiares (padres, esposos, hijos, amigos...) aprenderán de su experiencia en la escuela de la vida.
Si uno lo hizo y le sirvió, le puede servir al resto.
Y esto ha sido así para Luz, quien a sus 27 años afirma que lo más importante es llegar al grupo y abrirse como personas y decir todo lo que sienten, por lo que están pasando, llorar, reír y encontrar ese apoyo de parte de sus compañeros de grupo. "Eso me ha hecho sentirme normal porque hemos vivido creyendo que es tanto el caos que nos rodea que algo debe estar anormal".
Estas tres mujeres han visto sus vidas cambiar gracias a este programa y hacen un llamado para que todo aquel que atraviese por una situación similar solicite ayuda oportuna, porque siempre hay una salida a esta situación.
¿SE CRIO JUNTO A UN BEBEDOR CON PROBLEMAS?
¿Se crió junto a un bebedor con problemas?
Al-Anon es para familiares, parientes y amigos de alcohólicos cuya vida ha sido afectada por la forma de beber de otra persona. Muchos adultos se preguntan si han sido afectados por el alcoholismo. Si alguien allegado a usted tiene o ha tenido problemas con la bebida, las siguientes preguntas podrían ayudarle a determinar si el alcoholismo afectó su niñez o su vida actual y si Al-Anon es para usted.
1. ¿Busca constantemente aprobación y confirmación?
2. ¿Deja de reconocer sus propios logros?
3. ¿Le inspira temor la crítica?
4. ¿Se desvive por todo?
5. ¿Ha experimentado dificultades con su propio comportamiento compulsivo?
6. ¿Precisa la perfección?
7. ¿Se inquieta aun cuando su vida transcurre serenamente, anticipando problemas continuamente?
8. ¿Se siente más enérgico en medio de una crisis?
9. ¿Se cree aún responsable por los demás, como lo hizo por su ser querido alcohólico?
10. ¿Le es fácil ocuparse de los demás, pero le resulta difícil ocuparse de sí mismo?
11. ¿Se aisla de las demás personas?
12. ¿Responde usted con miedo ante autoridades y personas enfadadas?
13. ¿Cree que las personas y la sociedad en general se aprovechan de usted?
14. ¿Experimenta dificultades con las relaciones íntimas?
15. Confunde la piedad con el amor, como le sucedió con el bebedor con problemas?
16. ¿Atrae y/o busca gente que tiende a ser compulsiva y/o abusiva?
17. ¿Se ata a relaciones por temor a estar solo?
18. ¿Suele desconfiar de sus propios sentimientos y de los sentimientos expresados por los demás?
19. ¿Se le hace difícil identificar y expresar sus emociones?
20. ¿Cree usted que la forma de beber de su padre o de su madre puede haberle afectado?
HIJOS ADULTOS ALCOHOLICOS
1. Yo tengo derecho a todos esos buenos momentos que he añorado por todos estos años y no conseguí.
2. Yo tengo derecho a gozar esta vida, aquí mismo, ahora mismo, no sólo una ráfaga momentánea de euforia, sino algo más substancial.
3. Yo tengo derecho a relajarme y divertirme de una manera no-alcohólica y no destructora.
4. Yo tengo derecho a perseguir activamente a la gente, lugares y situaciones que me ayudarán a conseguir una buena vida.
5. Yo tengo derecho a decir no cuando yo siento que algo no es seguro y no estoy listo.
6. Yo tengo derecho a no participar en el comportamiento activo o pasivo de "hacer locura" de padres, hermanos u otros.
7. Yo tengo derecho a tomar riesgos premeditados y a experimentar con mis nuevas estrategias.
8. Yo tengo derecho a cambiar mi melodía, mi estrategia y mis ecuaciones cómicas.
9. Yo tengo derecho a hacer "desastres", a cometer errores, a "dañarlo", a decepcionarme de mí mismo y a sentirme corto.
10. Yo tengo derecho a privarme de la compañía de la gente que me hace sentir mal deliberadamente e inadvertidamente, que me deja un trance de culpabilidad, me manipulan o humillan, incluyendo a mi padre alcohólico, mi madre no alcohólica o cualquier otro miembro de mi familia.
11. Yo tengo derecho a poner un fin a conversaciones con gente que me hace sentir por debajo y humillado.
12. Yo tengo derecho a todos mis sentimientos.
13. Yo tengo derecho a confiar en mis sentimientos, mis juicios, mis anhelos y mi intuición.
14. Yo tengo derecho a desarrollarme como una persona completa, emocionalmente, espiritualmente, mentalmente, físicamente psicológicamente y sexualmente.
15. Yo tengo derecho a expresar todos mis sentimientos de una manera no destructiva y en un momento y lugar seguro.
16. Yo tengo derecho al tiempo que yo necesito para experimentar con esta nueva información y nuevas ideas, y a iniciar cambios en mi vida.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.