Aiko nunca será emperatriz
Publicado 2007/01/08 00:00:00
- REDACCION
Deciden no reformar la Ley Sálica que permitiría a la única hija de Naruhito llegar a ser emperatriz.
EL nacimiento de su primo el príncipe Hisahito, primer varón que nace en la familia imperial en los últimos cuarenta y un años, ha echado por tierra los planes que había en el país del sol naciente para cambiar la Ley de Sucesión al Trono del Crisantemo, que data de 1947, y que sólo permite el acceso a los varones a la monarquía más antigua del mundo.
Ésta es, en síntesis, la perspectiva -y el futuro a largo plazo de la más alta magistratura de Japón, a tenor de lo que el diario nipón "Sankei Shimbun" aseguraba hace días haciéndose eco de las intenciones del primer ministro Shinzo Abe.
Efectivamente, el actual primer ministro japonés ha decidido, al parecer, abandonar los planes para reformar la citada ley de sucesión, que, propuestos por un comité gubernamental habían sido puestos en marcha en 2005 para que la princesa Aiko, hija del príncipe Naruhito, heredero del Trono, y de la princesa Masako, pudiera subir al trono del Crisantemo, fundado en el siglo VI.
Parece casi paradójico que Japón, uno de los países más avanzados del mundo, se aferre a una ley que discrimina abiertamente a la mujer, y, en consecuencia, dentro de varias décadas se encuentre con que en Europa estarán reinando las mujeres, dado que en estos momentos ya figuran como herederas varias princesas: en Noruega, Ingrid, la hija de Haakon y Mette Marit; en Holanda, Amalia, primogénita de Guillermo y Máxima; en Bélgica, Elizabeth, la hija de los duques de Bravante; y en España- previa reforma, que está prevista, de la Constitución en el caso que los príncipes de Asturias tuvieran un día hijo varón (ahora esperan otra hija)- la infanta Leonor. Larga lista a la que hay que añadir a Victoria de Suecia, la única princesa de su generación que será un día reina, y que, por cierto, desplazó en la línea de sucesión al trono a su hermano Carlos Felipe mediante una ley que tuvo efectos retroactivos.
Así están las cosas en Japón. Y el camino por el que, al parecer, se van a seguir inclinando es por aquel que da preferencia del varón sobre la mujer.
Un camino que parece haber sido abonado por un poema: el que acaba de dedicarle nada menos que el emperador Akihito a su nieto el príncipe Hisahito.
El citado poema, escrito en el tradicional estilo japonés "waka", ha sido traducido al inglés y hecho público por la Agencia de la Casa Imperial. Y dice así. "Se regocijan con nosotros por el nacimiento de nuestro nieto /las voces del pueblo../Estoy feliz escuchándolas".
Verde y con asas: quien así escribe lo hace porque no puede ocultar la alegría de ser abuelo del único varón nacido en la familia imperial las últimas cuatro décadas. De ahí, a pensar que la sucesión está asegurada sin necesidad de cambiar la ley que hasta ahora la regulaba, no hay más que un sencillo paso que no supone esfuerzo alguno: el paso de dejarlo todo como estaba.
¿Conseguirá, sin embargo, el primer ministro acallar las voces que claman por la igualdad entre hombre y mujer en lo que respecta a la sucesión al trono? El diario "Sankei Shimbun" cree que no. Es más: asegura que el Gobierno japonés seguirá debatiendo si Japón puede contar con un sistema de sucesión estable que dependa tan sólo del hecho de que nazcan o no varones en la familia imperial.
La "lucha", en realidad, no está entablada entre la princesa Aiko y su primo, el casi recién nacido príncipe Hisahito, sino entre Aiko y el padre de éste, es decir, el príncipe Akihito quien, obviamente reinaría antes que el pequeño Hisahito.
En el caso de los adolescentes se agrava más la situación porque necesitan el apoyo emocional y económico de sus padres, para entender la enfermedad y que los lleven para ser atendidos con profesionales.
De los tratamientos, Xóchitl Mckay recomienda "la técnica de interpretación de papeles de sus situaciones socialmente fóbicas delante de los demás miembros de un grupo, en el caso de los adolescentes". Eso sí, destaca que un aspecto clave es incluir a los padres en el proceso de tratamiento del grupo.
A juicio de nuestra interlocutora, la clave es la relación directa que pueda tener el padre y la madre y sobre todo la información científica que tenga la familia para poder detectar a tiempo las primeras señales de que un adolescente está sufriendo de algún trastorno de ansiedad.
También considera importante "olvidar los esterotipos y el estigma que ciñe alrededor de las enfermedades de salud mental. Usualmente las personas tienden a negar (negación) y se resisten a aceptar que su hijo(a) sufre de alguna enfermedad mental. Pero aún la resistencia es mayor cuando se trata de llevarlo a la consulta de un especialista en salud mental".
"Esto último, ha traído resultados negativos y consecuencias fatales en los adolescentes quienes muchas veces entre líneas trataban de pedir ayuda a tus padres y amistades y no se les prestó la atención adecuada, terminando en un desenlace fatal para el adolescente".
La inestabilidad familiar y el contexto social influyen en la formación de la ansiedad en especial al trastorno por angustia y separación y en la fobia social.
Existe relación directa entre agresividad y ansiedad, pues la agresividad puede ser uno de los síntomas visibles en un ataque de ansiedad.
Depresión, obsesión y ansiedad, son tres cosas diferentes, pero una puede llevar a la otra.
Ésta es, en síntesis, la perspectiva -y el futuro a largo plazo de la más alta magistratura de Japón, a tenor de lo que el diario nipón "Sankei Shimbun" aseguraba hace días haciéndose eco de las intenciones del primer ministro Shinzo Abe.
Efectivamente, el actual primer ministro japonés ha decidido, al parecer, abandonar los planes para reformar la citada ley de sucesión, que, propuestos por un comité gubernamental habían sido puestos en marcha en 2005 para que la princesa Aiko, hija del príncipe Naruhito, heredero del Trono, y de la princesa Masako, pudiera subir al trono del Crisantemo, fundado en el siglo VI.
Parece casi paradójico que Japón, uno de los países más avanzados del mundo, se aferre a una ley que discrimina abiertamente a la mujer, y, en consecuencia, dentro de varias décadas se encuentre con que en Europa estarán reinando las mujeres, dado que en estos momentos ya figuran como herederas varias princesas: en Noruega, Ingrid, la hija de Haakon y Mette Marit; en Holanda, Amalia, primogénita de Guillermo y Máxima; en Bélgica, Elizabeth, la hija de los duques de Bravante; y en España- previa reforma, que está prevista, de la Constitución en el caso que los príncipes de Asturias tuvieran un día hijo varón (ahora esperan otra hija)- la infanta Leonor. Larga lista a la que hay que añadir a Victoria de Suecia, la única princesa de su generación que será un día reina, y que, por cierto, desplazó en la línea de sucesión al trono a su hermano Carlos Felipe mediante una ley que tuvo efectos retroactivos.
Así están las cosas en Japón. Y el camino por el que, al parecer, se van a seguir inclinando es por aquel que da preferencia del varón sobre la mujer.
Un camino que parece haber sido abonado por un poema: el que acaba de dedicarle nada menos que el emperador Akihito a su nieto el príncipe Hisahito.
El citado poema, escrito en el tradicional estilo japonés "waka", ha sido traducido al inglés y hecho público por la Agencia de la Casa Imperial. Y dice así. "Se regocijan con nosotros por el nacimiento de nuestro nieto /las voces del pueblo../Estoy feliz escuchándolas".
Verde y con asas: quien así escribe lo hace porque no puede ocultar la alegría de ser abuelo del único varón nacido en la familia imperial las últimas cuatro décadas. De ahí, a pensar que la sucesión está asegurada sin necesidad de cambiar la ley que hasta ahora la regulaba, no hay más que un sencillo paso que no supone esfuerzo alguno: el paso de dejarlo todo como estaba.
¿Conseguirá, sin embargo, el primer ministro acallar las voces que claman por la igualdad entre hombre y mujer en lo que respecta a la sucesión al trono? El diario "Sankei Shimbun" cree que no. Es más: asegura que el Gobierno japonés seguirá debatiendo si Japón puede contar con un sistema de sucesión estable que dependa tan sólo del hecho de que nazcan o no varones en la familia imperial.
La "lucha", en realidad, no está entablada entre la princesa Aiko y su primo, el casi recién nacido príncipe Hisahito, sino entre Aiko y el padre de éste, es decir, el príncipe Akihito quien, obviamente reinaría antes que el pequeño Hisahito.
En el caso de los adolescentes se agrava más la situación porque necesitan el apoyo emocional y económico de sus padres, para entender la enfermedad y que los lleven para ser atendidos con profesionales.
De los tratamientos, Xóchitl Mckay recomienda "la técnica de interpretación de papeles de sus situaciones socialmente fóbicas delante de los demás miembros de un grupo, en el caso de los adolescentes". Eso sí, destaca que un aspecto clave es incluir a los padres en el proceso de tratamiento del grupo.
A juicio de nuestra interlocutora, la clave es la relación directa que pueda tener el padre y la madre y sobre todo la información científica que tenga la familia para poder detectar a tiempo las primeras señales de que un adolescente está sufriendo de algún trastorno de ansiedad.
También considera importante "olvidar los esterotipos y el estigma que ciñe alrededor de las enfermedades de salud mental. Usualmente las personas tienden a negar (negación) y se resisten a aceptar que su hijo(a) sufre de alguna enfermedad mental. Pero aún la resistencia es mayor cuando se trata de llevarlo a la consulta de un especialista en salud mental".
"Esto último, ha traído resultados negativos y consecuencias fatales en los adolescentes quienes muchas veces entre líneas trataban de pedir ayuda a tus padres y amistades y no se les prestó la atención adecuada, terminando en un desenlace fatal para el adolescente".
La inestabilidad familiar y el contexto social influyen en la formación de la ansiedad en especial al trastorno por angustia y separación y en la fobia social.
Existe relación directa entre agresividad y ansiedad, pues la agresividad puede ser uno de los síntomas visibles en un ataque de ansiedad.
Depresión, obsesión y ansiedad, son tres cosas diferentes, pero una puede llevar a la otra.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.