Carlos Palomino pinta la historia de Panamá
Publicado 1999/05/25 23:00:00
- Celdonio Arauz Espinosa
El maestro Carlos Palomino se encuentra actualmente en una misión muy especial. Está pintando el mural que engalanará el vestíbulo del Instituto Nacional de Cultura (INAC), en el cual despliega su talento creativo, para ofrecernos de manera suscinta y cromáticamente hablando, la historia de Panamá, especialmente en este año cuando revierte el Canal a manos nacionales.
De lunes a viernes, en horas de la mañana y parte de la tarde, este pintor sube a un andamio que está en el vestíbulo del INAC y junto a su asistente Carlos Estrada emprende el maravilloso proceso de trazar imágenes con sus pinceles en la superficie de unas paredes que con el paso del tiempo han sido testigo mudo de muchos acontecimientos.
Y es que el edificio que hoy alberga a la sede del INAC y que anteriormente perteneció a la Corte Suprema de Justicia, es un inmueble histórico. Tal vez por ello, la máxima institución cultural del país, está funcionando en el referido lugar.
En reciente entrevista con este medio, el maestro Palomino mostró su complacencia al saber que autoridades del actual gobierno se interesaron en hacer algo sobre la historia de Panamá, en un edificio tan importante.
Destacó el hecho que las estructuras del mismo inmueble están confeccionadas exclusivamente para que ciertos espacios lleven siempre una pintura. Citó ejemplo de edificios como el Teatro Nacional, la Asamblea Legislativa, la Caja de Seguro Social y otros tantos que han sido decorados con pinturas muralísticas.
Palomino indicó que esta misión le fue encomendada luego que el Director General del INAC, Jorge Delgado Castellano, asistiera a la inauguración del mural que efectuó en las nuevas instalaciones de la Gobernación.
A Delgado Castellano le impresionó mucho su mural que le solicitó realizar un trabajo similar en la sede del INAC. Es así, como este artista inicia su faena en abril de este año y de acuerdo a sus estimaciones, en agosto o septiembre próximo estará terminado.
La cultura panameña es el tema de este mural que constará de ocho paños y en donde a través de un espectacular juego de colores se resaltarán hechos trascendentales que han quedado marcados en la historia de este país.
Palomino explicó que el primer paño versa sobre el nacimiento de lo autóctono y la fusión de razas. El segundo destaca las influencias de las danzas nativas, así como la española, afroantillana hasta llegar a las actuales.
Posteriormente en el tercer cuadro, el maestro Palomino ha querido dar cabida al aspecto religioso, mostrándonos las fiestas paganas que son parte de nuestras tradiciones y costumbres. Igualmente destaca sucesos históricos como lo son la Lucha Inquilinaria de 1925, asimismo el rechazo de los Tratados Herran-Hay, cuando el pueblo panameño estuvo más unido que nunca.
En el cuarto paño podemos observar la gesta heroica del 9 de enero de 1964, cuando un grupo de estudiantes del Instituto Nacional decidió enarbolar la bandera panameña en la antigua Escuela de Balboa, siendo amedrendatos por ciudadanos estadounidenses, involucrándose soldados de los Estados Unidos, quienes avasallaron vilmente a muchos panameños que peleaban por la soberanía nacional.
En este último paño, de la primera etapa del mural, también ha ilustrado la invasión estadounidense que aconteció en diciembre de 1989, para derrocar la dictadura del ex general Manuel Antonio Noriega, hecho que costó la vida a cientos de panameños inocentes.
Estos cuatro primeros paños están casi terminados y próximamente, el maestro iniciará la segunda etapa de su trabajo pictórico en los otros cuatro espacios restantes, imprimiendo en esta ocasión temas referentes al Año 2000, el nacimiento de la República, la construcción del Canal, el Ferrocarril y la separación de Panamá de Colombia.
El acrílico es la técnica que utiliza el maestro Palomino en la elaboración de este mural, que llama la atención por el colorido que posee, ya que su mismo autor confirma que ha querido destacar lo brillante, iluminado, lo tropical que es nuestro país.
Es decir, lo soleado, la lluvia y la abundante vegetación del trópico son detalles que están presentes en la mente del pintor Carlos Palomino al momento de hacer uso de su paleta.
Para este representante de la plástica nacional, con treinta años de trayectoria artística, el haber sido escogido para hacer los frisos en el INAC, lo llena de satisfacción y orgullo, ya que se trata de un edificio histórico y porque alberga a una institución que es la máxima rectora de la cultura en el país. Una labor que para él representa algo muy "importante" y de mucha trascendencia.
Cabe destacar, que el maestro Carlos Alberto González Palomino es egresado de la Escuela de Artes Plásticas de Panamá. A través de una beca hizo estudios en Lima-Perú, donde logró una especialidad en Técnica Mural sobre fresco. Posteriormente, viajó a Santiago de Chile para tomar cursos de Técnica Mixta de mural.
Ha viajado por toda Suramérica y parte de Europa, donde se nutrió de muchos conocimientos, además, con los quince años que vivió en México pudo seguir aprendiendo y trabajando fuertemente para lograr el lugar que hoy se merece en la plástica panameña.
Aparte de un sinnúmero de colectivas, individuales y premios obtenidos en diversos países, es importante recalcar que sus pinturas y murales se encuentran dispersos en universidades, instituciones de Panamá, Perú, Argentina, Uruguay, España, Costa Rica, Venezuela, Chile, México, entre otros.
Tan sólo meses atrás, pudo inaugurar uno de sus más recientes murales en la Gobernación de Panamá y hoy se encuentra nuevamente desplegando su genio creativo en la sede del INAC. En su recuerdo aflora su primer mural que realizó en la Escuela República de Perú, cuando aún no era un reconocido profesional del pincel.
El maestro Palomino lamentó el hecho de que en Panamá no haya una escuela muralística como tal, a pesar de que es una actividad que se viene realizando desde principios de los años treinta, teniendo como uno de sus máximos exponentes al pintor Roberto Lewis. Inclusive en los últimos años, los murales han cobrado importancia y especial interés en los nuevos talentos que surgen en el movimiento pictórico panameño.
Lo cierto es que casi diariamente se observa al maestro Palomino en la sede del INAC, jugando con los colores y las formas ... imprimiendo en cada trazo "cultura e historia".
El es un fiel convencido que las manifestaciones artísticas son parte del desarrollo del país. "Muchos entienden que el desarrollo nada más es lo económico. Tanto la educación y la cultura son fundamentalmente importantes", sentenció este maestro muralista.
De lunes a viernes, en horas de la mañana y parte de la tarde, este pintor sube a un andamio que está en el vestíbulo del INAC y junto a su asistente Carlos Estrada emprende el maravilloso proceso de trazar imágenes con sus pinceles en la superficie de unas paredes que con el paso del tiempo han sido testigo mudo de muchos acontecimientos.
Y es que el edificio que hoy alberga a la sede del INAC y que anteriormente perteneció a la Corte Suprema de Justicia, es un inmueble histórico. Tal vez por ello, la máxima institución cultural del país, está funcionando en el referido lugar.
En reciente entrevista con este medio, el maestro Palomino mostró su complacencia al saber que autoridades del actual gobierno se interesaron en hacer algo sobre la historia de Panamá, en un edificio tan importante.
Destacó el hecho que las estructuras del mismo inmueble están confeccionadas exclusivamente para que ciertos espacios lleven siempre una pintura. Citó ejemplo de edificios como el Teatro Nacional, la Asamblea Legislativa, la Caja de Seguro Social y otros tantos que han sido decorados con pinturas muralísticas.
Palomino indicó que esta misión le fue encomendada luego que el Director General del INAC, Jorge Delgado Castellano, asistiera a la inauguración del mural que efectuó en las nuevas instalaciones de la Gobernación.
A Delgado Castellano le impresionó mucho su mural que le solicitó realizar un trabajo similar en la sede del INAC. Es así, como este artista inicia su faena en abril de este año y de acuerdo a sus estimaciones, en agosto o septiembre próximo estará terminado.
La cultura panameña es el tema de este mural que constará de ocho paños y en donde a través de un espectacular juego de colores se resaltarán hechos trascendentales que han quedado marcados en la historia de este país.
Palomino explicó que el primer paño versa sobre el nacimiento de lo autóctono y la fusión de razas. El segundo destaca las influencias de las danzas nativas, así como la española, afroantillana hasta llegar a las actuales.
Posteriormente en el tercer cuadro, el maestro Palomino ha querido dar cabida al aspecto religioso, mostrándonos las fiestas paganas que son parte de nuestras tradiciones y costumbres. Igualmente destaca sucesos históricos como lo son la Lucha Inquilinaria de 1925, asimismo el rechazo de los Tratados Herran-Hay, cuando el pueblo panameño estuvo más unido que nunca.
En el cuarto paño podemos observar la gesta heroica del 9 de enero de 1964, cuando un grupo de estudiantes del Instituto Nacional decidió enarbolar la bandera panameña en la antigua Escuela de Balboa, siendo amedrendatos por ciudadanos estadounidenses, involucrándose soldados de los Estados Unidos, quienes avasallaron vilmente a muchos panameños que peleaban por la soberanía nacional.
En este último paño, de la primera etapa del mural, también ha ilustrado la invasión estadounidense que aconteció en diciembre de 1989, para derrocar la dictadura del ex general Manuel Antonio Noriega, hecho que costó la vida a cientos de panameños inocentes.
Estos cuatro primeros paños están casi terminados y próximamente, el maestro iniciará la segunda etapa de su trabajo pictórico en los otros cuatro espacios restantes, imprimiendo en esta ocasión temas referentes al Año 2000, el nacimiento de la República, la construcción del Canal, el Ferrocarril y la separación de Panamá de Colombia.
El acrílico es la técnica que utiliza el maestro Palomino en la elaboración de este mural, que llama la atención por el colorido que posee, ya que su mismo autor confirma que ha querido destacar lo brillante, iluminado, lo tropical que es nuestro país.
Es decir, lo soleado, la lluvia y la abundante vegetación del trópico son detalles que están presentes en la mente del pintor Carlos Palomino al momento de hacer uso de su paleta.
Para este representante de la plástica nacional, con treinta años de trayectoria artística, el haber sido escogido para hacer los frisos en el INAC, lo llena de satisfacción y orgullo, ya que se trata de un edificio histórico y porque alberga a una institución que es la máxima rectora de la cultura en el país. Una labor que para él representa algo muy "importante" y de mucha trascendencia.
Cabe destacar, que el maestro Carlos Alberto González Palomino es egresado de la Escuela de Artes Plásticas de Panamá. A través de una beca hizo estudios en Lima-Perú, donde logró una especialidad en Técnica Mural sobre fresco. Posteriormente, viajó a Santiago de Chile para tomar cursos de Técnica Mixta de mural.
Ha viajado por toda Suramérica y parte de Europa, donde se nutrió de muchos conocimientos, además, con los quince años que vivió en México pudo seguir aprendiendo y trabajando fuertemente para lograr el lugar que hoy se merece en la plástica panameña.
Aparte de un sinnúmero de colectivas, individuales y premios obtenidos en diversos países, es importante recalcar que sus pinturas y murales se encuentran dispersos en universidades, instituciones de Panamá, Perú, Argentina, Uruguay, España, Costa Rica, Venezuela, Chile, México, entre otros.
Tan sólo meses atrás, pudo inaugurar uno de sus más recientes murales en la Gobernación de Panamá y hoy se encuentra nuevamente desplegando su genio creativo en la sede del INAC. En su recuerdo aflora su primer mural que realizó en la Escuela República de Perú, cuando aún no era un reconocido profesional del pincel.
El maestro Palomino lamentó el hecho de que en Panamá no haya una escuela muralística como tal, a pesar de que es una actividad que se viene realizando desde principios de los años treinta, teniendo como uno de sus máximos exponentes al pintor Roberto Lewis. Inclusive en los últimos años, los murales han cobrado importancia y especial interés en los nuevos talentos que surgen en el movimiento pictórico panameño.
Lo cierto es que casi diariamente se observa al maestro Palomino en la sede del INAC, jugando con los colores y las formas ... imprimiendo en cada trazo "cultura e historia".
El es un fiel convencido que las manifestaciones artísticas son parte del desarrollo del país. "Muchos entienden que el desarrollo nada más es lo económico. Tanto la educación y la cultura son fundamentalmente importantes", sentenció este maestro muralista.
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