Cómo rehabilitar sus muebles viejos con anilinas
Publicado 1999/05/24 23:00:00
- Afganistán
Al analizar la revolución que se ha producido en estos últimos años en los distintos campos de la vida cotidiana no debemos limitarnos a los cambios en los hábitos alimenticios, las vestimentas o la forma de ver las cosas. También hay que fijarse en las transformaciones que ha sufrido la vida en familia. El concepto de "hogar".
Quizás sea éste, "el concepto de hogar", el que mejor refleje la revolución de las costumbres. Pues es donde con más fuerza se dejan sentir los cambios de valores, donde mejor se ve que existe una nueva concepción de lo que es o debe ser un hogar.
Las casas en la actualidad, a pesar de ser mucho más pequeñas que antes, se han convertido en el centro de la vida pública y privada. Muchas actividades cotidianas se han trasladados al seno del hogar.
En ellas se realizan múltiples trabajos, remunerados y no remunerados; actividades lúdicas y de ocio que no siempre conllevan el descanso y relax que necesitan los hombres y mujeres del mundo moderno. Hombres y mujeres que trabajan con la mente y que, por lo general, no saben cómo dejar a ésta libre.
Esto ha motivado que los hogares modernos se encuentren repletos de objetos de todo tipo. También ha propiciado el gusto por la recuperación de piezas del pasado. Los muebles "viejos" se han convertido en una actividad no sólo de aprovechamiento sino también de relax.
Rehabilitar muebles deteriorados o modificar su fisonomía es una práctica muy extendida actualmente, ya que se ha comprobado que, además de ser una forma de ahorrar dinero, sirve para despejar la mente y relajar los nervios, tensos a consecuencia de la presión de la vida moderna.
REHABILITAR LOS MUEBLES TIÑENDOLOS
Hay muchas formas de recuperar muebles, objetos y piezas antiguas. Basta con conocer algunas de las técnicas más sencillas y fáciles de aplicar para disfrutar del ocio y sacarle el mayor provecho al tiempo libre.
La utilización del tiempo de ocio en trabajos manuales no requiere, como muchos creen, de grandes dotes ni herramientas muy especializadas. Con un poco de paciencia y dejando trabajar la imaginación en libertad se pone a prueba nuestra capacidad creativa.
Estos dos elementos son suficientes para poder realizar pequeñas actividades manuales y, lo más importante, invertir el tiempo de ocio en la recuperación de muebles y pequeñas piezas que de otra forma tendríamos que tirar.
Entre las diversas técnicas y formas de restaurar, decorar o transformar muebles se encuentra el teñido a la anilina. Consiste en aplicar al mueble un líquido que no modifica su color natural, pero sí lo hace sobresalir tiñéndolo de un tono distinto al de la madera con el que está construido.
Con un poco de tinte de anilina -se vende en droguerías y tiendas de pinturas-, y un pincel usted puede reproducir los tonos propios de la madera noble como la caoba o el nogal en cualquier mueble, o, darle a uno de pino un toque de color original sin tapar la veta natural de la madera, como sucede cuando se utiliza pintura normal.
Para teñir un mueble con esta técnica es necesario tener paciencia, ganas de inventar y deseos de hacer algo distinto. Antes de empezar a teñir una pieza conviene tener presente lo siguiente: ¿qué tipo de mueble es el que quiero rejuvenecer?
Existen dos tipos de anilina: al agua y al alcohol y, cada una está indicada para una madera determinada. La anilina al agua se disuelve en un litro de agua por cada 30 gramos de anilina. Es la técnica más fácil de aplicar y, además, se puede aclarar si una vez aplicada comprobamos que el mueble ha quedado demasiado oscuro, ya que cuando la anilina se trabaja al agua tarda una hora en secarse.
TINTES PROTECTORES
La anilina al agua sólo puede aplicarse en maderas nuevas y limpias. Si el mueble ha sido barnizado o pintado con anterioridad, el tinte no penetrará bien. En estos casos hay que utilizar anilina soluble en alcohol.
Se prepara una mezcla de 15 gramos de anilina por cada litro de alcohol. Esta mezcla puede emplearse en todo tipo de madera, incluyendo las chapadas. Pero hay que aplicarla con rapidez para evitar que el tono se oscurezca más de lo deseado, ya que se seca casi enseguida.
Se diferencia del de agua en que no penetra muy bien en la madera y en que no es tan resistente a la luz como la anterior.
Para una aplicación correcta y sin problemas conviene seguir los pasos siguientes:
Humedezca la madera con agua y un cepillo blando, déjela secar durante una hora y, luego, lije la madera en el sentido de la veta con tres papeles de distinto grano; 100, 150 y 220 milímetros.
Finalizada esta tarea retire el polvo con un paño y pase a disolver 30 gramos de anilina en un litro de agua templada, hasta que no queden grumos. Si desea un tono muy claro añada un poco menos de lo indicado.
Una vez realizada la mezcla conviene hacer una prueba en un trozo del mueble que no se vea, en la parte de atrás, por ejemplo. Luego, coloque el mueble sobre papel de periódico y aplique la primera mano de tinte con un pincel.
Procure que sea desde el centro hacia el extremo y espere una hora, aproximadamente, antes de aplicar una segunda mano. Cuando se han dado todas las manos previstas se deja secar bien el tinte y, para proteger el mueble, se le aplican tres capas de laca incolora.
Después de las dos primeras manos hay que pasar una lija de 320 milímetros y, luego una tercera capa con una lija de 500 milímetro, siempre en el sentido de la veta. Si es la primera vez que aplica esta técnica conviene que elijas anilina al agua.
Además de ser más fácil de aplicar, proporciona al mueble un brillo especial que le animará a continuar realizando este tipo de actividad.
Aunque en el mercado encontrará más de 200 colores de anilina, se comercializan todas las tonalidades posibles, lo realmente interesante es obtener por sí misma/o el color deseado. Los colores más comunes son el azul, verde, amarillo, rojo, naranja, caoba, nogal, marrón y negro. Si desea obtener otro color, más original o distinto al que ofrece el mercado, mezcle varios tintes hasta obtener el buscado.Por ejemplo, una pizca de negro en una dosis de tinte color naranja les dará un cálido terracota. También puede degradar los colores intensos y brillantes. Para obtener el color deseado conviene hacer experimentos antes de iniciar el trabajo definitivo. Además de la anilinas al agua y al alcohol venden tintes ya preparados de fábrica, listos para aplicar sobre la madera sin tratar, limpia y seca. Algunas firmas incluyen hasta el blanco, y otras ofrecen tintes-tratamiento que además de teñir protegen la madera de la humedad y de los insectos.
Quizás sea éste, "el concepto de hogar", el que mejor refleje la revolución de las costumbres. Pues es donde con más fuerza se dejan sentir los cambios de valores, donde mejor se ve que existe una nueva concepción de lo que es o debe ser un hogar.
Las casas en la actualidad, a pesar de ser mucho más pequeñas que antes, se han convertido en el centro de la vida pública y privada. Muchas actividades cotidianas se han trasladados al seno del hogar.
En ellas se realizan múltiples trabajos, remunerados y no remunerados; actividades lúdicas y de ocio que no siempre conllevan el descanso y relax que necesitan los hombres y mujeres del mundo moderno. Hombres y mujeres que trabajan con la mente y que, por lo general, no saben cómo dejar a ésta libre.
Esto ha motivado que los hogares modernos se encuentren repletos de objetos de todo tipo. También ha propiciado el gusto por la recuperación de piezas del pasado. Los muebles "viejos" se han convertido en una actividad no sólo de aprovechamiento sino también de relax.
Rehabilitar muebles deteriorados o modificar su fisonomía es una práctica muy extendida actualmente, ya que se ha comprobado que, además de ser una forma de ahorrar dinero, sirve para despejar la mente y relajar los nervios, tensos a consecuencia de la presión de la vida moderna.
REHABILITAR LOS MUEBLES TIÑENDOLOS
Hay muchas formas de recuperar muebles, objetos y piezas antiguas. Basta con conocer algunas de las técnicas más sencillas y fáciles de aplicar para disfrutar del ocio y sacarle el mayor provecho al tiempo libre.
La utilización del tiempo de ocio en trabajos manuales no requiere, como muchos creen, de grandes dotes ni herramientas muy especializadas. Con un poco de paciencia y dejando trabajar la imaginación en libertad se pone a prueba nuestra capacidad creativa.
Estos dos elementos son suficientes para poder realizar pequeñas actividades manuales y, lo más importante, invertir el tiempo de ocio en la recuperación de muebles y pequeñas piezas que de otra forma tendríamos que tirar.
Entre las diversas técnicas y formas de restaurar, decorar o transformar muebles se encuentra el teñido a la anilina. Consiste en aplicar al mueble un líquido que no modifica su color natural, pero sí lo hace sobresalir tiñéndolo de un tono distinto al de la madera con el que está construido.
Con un poco de tinte de anilina -se vende en droguerías y tiendas de pinturas-, y un pincel usted puede reproducir los tonos propios de la madera noble como la caoba o el nogal en cualquier mueble, o, darle a uno de pino un toque de color original sin tapar la veta natural de la madera, como sucede cuando se utiliza pintura normal.
Para teñir un mueble con esta técnica es necesario tener paciencia, ganas de inventar y deseos de hacer algo distinto. Antes de empezar a teñir una pieza conviene tener presente lo siguiente: ¿qué tipo de mueble es el que quiero rejuvenecer?
Existen dos tipos de anilina: al agua y al alcohol y, cada una está indicada para una madera determinada. La anilina al agua se disuelve en un litro de agua por cada 30 gramos de anilina. Es la técnica más fácil de aplicar y, además, se puede aclarar si una vez aplicada comprobamos que el mueble ha quedado demasiado oscuro, ya que cuando la anilina se trabaja al agua tarda una hora en secarse.
TINTES PROTECTORES
La anilina al agua sólo puede aplicarse en maderas nuevas y limpias. Si el mueble ha sido barnizado o pintado con anterioridad, el tinte no penetrará bien. En estos casos hay que utilizar anilina soluble en alcohol.
Se prepara una mezcla de 15 gramos de anilina por cada litro de alcohol. Esta mezcla puede emplearse en todo tipo de madera, incluyendo las chapadas. Pero hay que aplicarla con rapidez para evitar que el tono se oscurezca más de lo deseado, ya que se seca casi enseguida.
Se diferencia del de agua en que no penetra muy bien en la madera y en que no es tan resistente a la luz como la anterior.
Para una aplicación correcta y sin problemas conviene seguir los pasos siguientes:
Humedezca la madera con agua y un cepillo blando, déjela secar durante una hora y, luego, lije la madera en el sentido de la veta con tres papeles de distinto grano; 100, 150 y 220 milímetros.
Finalizada esta tarea retire el polvo con un paño y pase a disolver 30 gramos de anilina en un litro de agua templada, hasta que no queden grumos. Si desea un tono muy claro añada un poco menos de lo indicado.
Una vez realizada la mezcla conviene hacer una prueba en un trozo del mueble que no se vea, en la parte de atrás, por ejemplo. Luego, coloque el mueble sobre papel de periódico y aplique la primera mano de tinte con un pincel.
Procure que sea desde el centro hacia el extremo y espere una hora, aproximadamente, antes de aplicar una segunda mano. Cuando se han dado todas las manos previstas se deja secar bien el tinte y, para proteger el mueble, se le aplican tres capas de laca incolora.
Después de las dos primeras manos hay que pasar una lija de 320 milímetros y, luego una tercera capa con una lija de 500 milímetro, siempre en el sentido de la veta. Si es la primera vez que aplica esta técnica conviene que elijas anilina al agua.
Además de ser más fácil de aplicar, proporciona al mueble un brillo especial que le animará a continuar realizando este tipo de actividad.
Aunque en el mercado encontrará más de 200 colores de anilina, se comercializan todas las tonalidades posibles, lo realmente interesante es obtener por sí misma/o el color deseado. Los colores más comunes son el azul, verde, amarillo, rojo, naranja, caoba, nogal, marrón y negro. Si desea obtener otro color, más original o distinto al que ofrece el mercado, mezcle varios tintes hasta obtener el buscado.Por ejemplo, una pizca de negro en una dosis de tinte color naranja les dará un cálido terracota. También puede degradar los colores intensos y brillantes. Para obtener el color deseado conviene hacer experimentos antes de iniciar el trabajo definitivo. Además de la anilinas al agua y al alcohol venden tintes ya preparados de fábrica, listos para aplicar sobre la madera sin tratar, limpia y seca. Algunas firmas incluyen hasta el blanco, y otras ofrecen tintes-tratamiento que además de teñir protegen la madera de la humedad y de los insectos.
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