Costumbres y rituales de fin de semana en Israel
Publicado 2000/03/19 00:00:00
El fin de semana en Israel tiene un sabor diferente -literal y figurativamente- en el que el cholent o adafina sabática es el plato favorito. La ley judía estipula que no se ha de trabajar en sábado. Por lo tanto, cocineros judíos a lo largo del tiempo crearon un cocido consistente de carne, frijoles o lentejas, zanahorias y papas, que se pone a fuego lento el viernes y no se sirve sino hasta el almuerzo del sábado. Por ser muy conveniente para las amas de casa, es inmensamente popular, especialmente durante los meses de invierno, no sólo entre las familias religiosas sino también entre millones de judíos menos observantes.
Durante siglos, las amas de casa cocinaron su cholent sobre un brasero de carbón. En algunos pueblos de Europa Oriental, el panadero del barrio proporcionaba este servicio y las familias iban a buscar su cholent cuando volvían de la sinagoga -siendo tal vez la primera comida "para llevar" en la historia. Hoy en día la adafina se prepara en una estufa a baja temperatura o sobre una hornilla especial para el sábado, una especie de plancha caliente que permite cocinar a fuego lento durante horas sin temor a que se queme la comida. Los hornos fabricados en Israel incluso permiten seleccionar una temperatura señalada como "sábado", justo el punto correcto para la preparación del cholent.
Otro indicio de que es viernes es el gran número de soldados israelíes que vuelven a sus casas. La razón : a fin de hacer la vida militar más aceptable para todos los ciudadanos -tanto religiosos como laicos- todas las tareas que no sean esenciales para la seguridad son suspendidas en el día del sábado. Por ende, a diferencia de otros ejércitos donde los uniformados permanecen lejos de sus hogares por varios meses, el viernes marca el comienzo de un éxodo general de miles de soldados. Desde el momento en que éstos son liberados, las madres israelíes comienzan a trabajar. Las Fuerzas de Defensa de Israel se alimentarán en sus respectivos hogares durante los fines de semana y entonces la brigada de lavandería entre en acción para encargarse de una o dos semanas de ropa sucia que los muchachos traen a casa en inmensos bolsos de campaña. En un fin de semana lluvioso y húmedo, las madres que no tienen secadores de ropa eléctricos se la pasan planchando montañas de ropa húmeda.
Pero si las madres israelíes deben cocinar para un ejército, no es sólo para sus hijos en uniforme. Las familias por lo general permanecen unidas incluso después de que los hijos abandonan el hogar, de modo que el viernes por la noche y el sábado al mediodía son a menudo motivo para la "congregación de la tribu", cuando los hijos adultos regresan a casa -a lo sumo un recorrido de unas pocas horas. Estas visitas invariablemente culminan con un comilona de "comida casera". La mayoría de las veces los jóvenes vuelven a sus dormitorios en la universidad o sus apartamentos arrendados con media heladera a cuestas: prendidos de las faldas de la madre con un abastecimiento semanal de sopa o milanesas caseras.
Otra indicación de la popularidad del cholent es la gran demanda de electricidad que se registra los viernes por la tarde : con lluvia o con sol, el uso de electricidad aumenta hasta un 20% debido a las decenas de miles de cocineras judías que preparan el cholent y otras delicias para el sábado.
Los israelíes llevan a casa todos los viernes arreglos florales para el sábado, como si cada fin de semana fuera el Día de la Madre. Hay flores en venta por todas partes. Las florerías, las tiendas y los vendedores ambulantes (quienes se puede encontrar en todas partes: en las esquinas, en las intersecciones importantes y en las paradas de autobús de las avenidas principales) hacen sus mejores ventas antes del fin de semana.
Ir al cine, a los restaurantes o a una fiesta son pasatiempos populares de fin de semana, pero hay otra costumbre que es más singular. Grupos de parejas israelíes se reúnen cada viernes por la noche en la casa de uno de ellos. Algunos grupos son camaradas de la época del servicio militar, que vienen con sus esposas, mientras que otros son amigos de la infancia. Un estudio sociológico sobre el pasatiempo favorito de fin de semana encontró que estos encuentros, en los que por lo general se comen bocadillos todo el tiempo y en las que no puede faltar al menos una buena discusión sobre un tema político, son de las más populares actividades del viernes a la noche. Estos encuentros comienzan a las 10 o 11 de la noche, dando tiempo suficiente para que se cumplan las visitas familiares y se vea el popular semanario de noticias por televisión.
Durante siglos, las amas de casa cocinaron su cholent sobre un brasero de carbón. En algunos pueblos de Europa Oriental, el panadero del barrio proporcionaba este servicio y las familias iban a buscar su cholent cuando volvían de la sinagoga -siendo tal vez la primera comida "para llevar" en la historia. Hoy en día la adafina se prepara en una estufa a baja temperatura o sobre una hornilla especial para el sábado, una especie de plancha caliente que permite cocinar a fuego lento durante horas sin temor a que se queme la comida. Los hornos fabricados en Israel incluso permiten seleccionar una temperatura señalada como "sábado", justo el punto correcto para la preparación del cholent.
Otro indicio de que es viernes es el gran número de soldados israelíes que vuelven a sus casas. La razón : a fin de hacer la vida militar más aceptable para todos los ciudadanos -tanto religiosos como laicos- todas las tareas que no sean esenciales para la seguridad son suspendidas en el día del sábado. Por ende, a diferencia de otros ejércitos donde los uniformados permanecen lejos de sus hogares por varios meses, el viernes marca el comienzo de un éxodo general de miles de soldados. Desde el momento en que éstos son liberados, las madres israelíes comienzan a trabajar. Las Fuerzas de Defensa de Israel se alimentarán en sus respectivos hogares durante los fines de semana y entonces la brigada de lavandería entre en acción para encargarse de una o dos semanas de ropa sucia que los muchachos traen a casa en inmensos bolsos de campaña. En un fin de semana lluvioso y húmedo, las madres que no tienen secadores de ropa eléctricos se la pasan planchando montañas de ropa húmeda.
Pero si las madres israelíes deben cocinar para un ejército, no es sólo para sus hijos en uniforme. Las familias por lo general permanecen unidas incluso después de que los hijos abandonan el hogar, de modo que el viernes por la noche y el sábado al mediodía son a menudo motivo para la "congregación de la tribu", cuando los hijos adultos regresan a casa -a lo sumo un recorrido de unas pocas horas. Estas visitas invariablemente culminan con un comilona de "comida casera". La mayoría de las veces los jóvenes vuelven a sus dormitorios en la universidad o sus apartamentos arrendados con media heladera a cuestas: prendidos de las faldas de la madre con un abastecimiento semanal de sopa o milanesas caseras.
Otra indicación de la popularidad del cholent es la gran demanda de electricidad que se registra los viernes por la tarde : con lluvia o con sol, el uso de electricidad aumenta hasta un 20% debido a las decenas de miles de cocineras judías que preparan el cholent y otras delicias para el sábado.
Los israelíes llevan a casa todos los viernes arreglos florales para el sábado, como si cada fin de semana fuera el Día de la Madre. Hay flores en venta por todas partes. Las florerías, las tiendas y los vendedores ambulantes (quienes se puede encontrar en todas partes: en las esquinas, en las intersecciones importantes y en las paradas de autobús de las avenidas principales) hacen sus mejores ventas antes del fin de semana.
Ir al cine, a los restaurantes o a una fiesta son pasatiempos populares de fin de semana, pero hay otra costumbre que es más singular. Grupos de parejas israelíes se reúnen cada viernes por la noche en la casa de uno de ellos. Algunos grupos son camaradas de la época del servicio militar, que vienen con sus esposas, mientras que otros son amigos de la infancia. Un estudio sociológico sobre el pasatiempo favorito de fin de semana encontró que estos encuentros, en los que por lo general se comen bocadillos todo el tiempo y en las que no puede faltar al menos una buena discusión sobre un tema político, son de las más populares actividades del viernes a la noche. Estos encuentros comienzan a las 10 o 11 de la noche, dando tiempo suficiente para que se cumplan las visitas familiares y se vea el popular semanario de noticias por televisión.
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