Dudas sobre los efectos dañinos del éxtasis
Publicado 2004/04/20 23:00:00
Psychologist --revista de la Sociedad Británica de Psicología-en su edición del mes de septiembre del 2002, levantó dudas sobre el daño causado por el éxtasis al cerebro. Un escrito de tres investigadores sostuvo que algunos de los estudios publicados sobre esta droga eran exagerados.
Los científicos señalaban:"El éxtasis produce a largo plazo cambios en la estructura y función de los cerebros de varias especies. Estos cambios tienen que ver con el neurotransmisor conocido como serotonina. Sin embargo, las células mismas no parecen verse afectadas, solamente las fibras nerviosas, que pueden regenerarse".
También criticaban la metodología de otros estudios que han demostrado que el éxtasis causa daño cerebral.
Además, cuestionaban la fiabilidad de algunos datos sobre la cantidad de éxtasis consumido al mezclarse con otras drogas, haciendo difícil la posibilidad de identificar una relación causal entre el éxtasis y los problemas de adicción. A saber los consumidores de éxtasis combinan el consumo de la misma con otras sustancias dañinas: 93,1% con hachís; 91,4% con alcohol; 87,3% con tabaco; y 53% con cocaína.
Sin embargo, los autores reconocían la preocupación de la salud pública sobre su consumo. El periódico The Guardian, publicó una corrección sobre la investigación: "Uno de los psicólogos citados en nuestro reportaje, el Dr. Jon Cole, nos ha pedido que dejemos esto claro, que él nunca ha dicho que el éxtasis no fuera peligroso". ¿Quién los entiende?
Además, el editor de Psychologist le señalaba al periódico que el artículo de la revista destacaba que "nadie puede subestimar los peligros de consumir drogas declaradas ilegales. Existe una posibilidad muy real de que el éxtasis cause a largo plazo daños en el cerebro".
Un par de comentarios publicados por Psychologist junto al artículo reconocían que hay algunos defectos metodológicos en los estudios sobre el consumo de éxtasis. Pero, observaba Michael Morgan, decano de psicología experimental en la Universidad de Sussex, "los autores del estudio crítico pueden haber subestimado el nivel de consumo de los consumidores habituales de éxtasis".
La principal objeción de Morgan, sin embargo, es que el artículo de Psychologist tiende a ignorar la aplastante evidencia de que los consumidores regulares de éxtasis sufren comportamientos impulsivos y problemas de funcionamiento de la memoria verbal y que estos problemas se asocian específicamente con el consumo de éxtasis en el pasado.
Andy Parrott, jefe del Recreational Drugs Research Group en la Universidad de East London, admitía que algunos estudios habían sido deficientes. Pero sostenía que estudios posteriores revelan daños a la memoria y a la capacidad de aprendizaje de los consumidores de éxtasis. "El daño cerebral debido al éxtasis es especialmente notable entre los consumidores más habituales. Cito el caso de un antiguo consumidor habitual, que no consumió éxtasis durante siete años, pero seguía sufriendo de múltiples problemas físicos y psíquicos".
Científicos de la Universidad de Oviedo en España señalan: que aparte de los problemas físicos inmediatos causados por el éxtasis --tales como problemas de corazón, fiebre alta y alucinaciones-- el consumo a largo plazo de éxtasis se asocia a problemas psíquicos. Entre éstos están la psicosis paranoica, depresión, ansiedad y ataques de pánico, y daños a la memoria.
El St. George"s Hospital en Inglaterra y Gales encontró 40 muertes relacionadas con el éxtasis en el 2001 --el doble de la cifra del 2000, y unas cuatro veces más que en 1998--, informó la BBC el 29 de julio.
Mientras los gobiernos y los expertos debaten el problema del abuso de drogas, los padres preocupados se han sentido aliviados por un reciente estudio publicado por la misma revista Psychologist en el que se muestra que una forma de alejar a sus hijos del consumo es reforzar los lazos familiares.
Los científicos señalaban:"El éxtasis produce a largo plazo cambios en la estructura y función de los cerebros de varias especies. Estos cambios tienen que ver con el neurotransmisor conocido como serotonina. Sin embargo, las células mismas no parecen verse afectadas, solamente las fibras nerviosas, que pueden regenerarse".
También criticaban la metodología de otros estudios que han demostrado que el éxtasis causa daño cerebral.
Además, cuestionaban la fiabilidad de algunos datos sobre la cantidad de éxtasis consumido al mezclarse con otras drogas, haciendo difícil la posibilidad de identificar una relación causal entre el éxtasis y los problemas de adicción. A saber los consumidores de éxtasis combinan el consumo de la misma con otras sustancias dañinas: 93,1% con hachís; 91,4% con alcohol; 87,3% con tabaco; y 53% con cocaína.
Sin embargo, los autores reconocían la preocupación de la salud pública sobre su consumo. El periódico The Guardian, publicó una corrección sobre la investigación: "Uno de los psicólogos citados en nuestro reportaje, el Dr. Jon Cole, nos ha pedido que dejemos esto claro, que él nunca ha dicho que el éxtasis no fuera peligroso". ¿Quién los entiende?
Además, el editor de Psychologist le señalaba al periódico que el artículo de la revista destacaba que "nadie puede subestimar los peligros de consumir drogas declaradas ilegales. Existe una posibilidad muy real de que el éxtasis cause a largo plazo daños en el cerebro".
Un par de comentarios publicados por Psychologist junto al artículo reconocían que hay algunos defectos metodológicos en los estudios sobre el consumo de éxtasis. Pero, observaba Michael Morgan, decano de psicología experimental en la Universidad de Sussex, "los autores del estudio crítico pueden haber subestimado el nivel de consumo de los consumidores habituales de éxtasis".
La principal objeción de Morgan, sin embargo, es que el artículo de Psychologist tiende a ignorar la aplastante evidencia de que los consumidores regulares de éxtasis sufren comportamientos impulsivos y problemas de funcionamiento de la memoria verbal y que estos problemas se asocian específicamente con el consumo de éxtasis en el pasado.
Andy Parrott, jefe del Recreational Drugs Research Group en la Universidad de East London, admitía que algunos estudios habían sido deficientes. Pero sostenía que estudios posteriores revelan daños a la memoria y a la capacidad de aprendizaje de los consumidores de éxtasis. "El daño cerebral debido al éxtasis es especialmente notable entre los consumidores más habituales. Cito el caso de un antiguo consumidor habitual, que no consumió éxtasis durante siete años, pero seguía sufriendo de múltiples problemas físicos y psíquicos".
Científicos de la Universidad de Oviedo en España señalan: que aparte de los problemas físicos inmediatos causados por el éxtasis --tales como problemas de corazón, fiebre alta y alucinaciones-- el consumo a largo plazo de éxtasis se asocia a problemas psíquicos. Entre éstos están la psicosis paranoica, depresión, ansiedad y ataques de pánico, y daños a la memoria.
El St. George"s Hospital en Inglaterra y Gales encontró 40 muertes relacionadas con el éxtasis en el 2001 --el doble de la cifra del 2000, y unas cuatro veces más que en 1998--, informó la BBC el 29 de julio.
Mientras los gobiernos y los expertos debaten el problema del abuso de drogas, los padres preocupados se han sentido aliviados por un reciente estudio publicado por la misma revista Psychologist en el que se muestra que una forma de alejar a sus hijos del consumo es reforzar los lazos familiares.
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