El inolvidable agente Flint
Publicado 1999/03/25 00:00:00
- El Cairo
Del 1 al 31 de agosto se van a celebrar en Hollywood y Nueva York, una serie de actos para homenajear al actor James Coburn con motivo de su 70 cumpleaños. Robert Redford y Peter Falk han organizado una exposición que abarca fotografías, cuadros pintados por varios artistas famosos, más de una docena de trajes que el actor ha lucido en varias de sus películas, especialmente las del personaje Flint, así como sombreros y pistolas que usó en diferentes westerns.
Aunque Coburn no trabaja con la misma asiduidad de hace unos años, sigue activo, aunque confiesa que se ha vuelto más exigente con los papeles.
Coburn, a punto de cumplir 70 años, es una leyenda de Hollywood, por lo tanto lo que dice se toma en serio. Su consagración como actor le llegó a través de varias películas de Sam Peckinpah, del que sostiene: "Sam es uno de los mejores directores del mundo (y digo es porque sus películas están ahí). Además era un amigo entrañable".
EXTRAÑOS UNIFORMES
Dos de sus últimas películas fueron presentadas en el festival cinematográfico de Viena. Ambas dos son retratos pesimistas de EEUU: "Affliction", una especie de tragedia provinciana, de Paul Shrader, y, "La Segunda Guerra Civil", dirigidas por Joa Dante, malévola sátira de los medios de comunicación".
" Sobre su personaje en "La Segunda Guerra Civil", dijo: "Es realmente peligroso porque se interesa más por los detalles que por el conjunto. Lo que quiere por encima de todo es mantener a su presidente en el poder. Eso es algo que ocurre realmente en mi país: hacen todo para seguir en el cargo. Nixon comenzó la campaña para su reelección nada más ser elegido por vez primera. Habría querido que le eligiesen cuatro, cinco veces, de haber sido posible".
James Coburn, nació en Laurel, Nebraska, Estados Unidos, el 31 de agosto de 1928. "Cuando yo era un niño, mis padres -James y Mylet Coburn- se trasladaron a Compton, California, donde comencé mis estudios primarios en una escuela pública. Por ser el niño más alto de la clase me escogieron para un papel en una obra de teatro que se representada en la propia escuela. Lo hice bien. Fui muy aplaudido y en los periódicos locales me hicieron buenas críticas. Me sentí como un rey, importante, diferente. Fue cuando comencé a interesarme por la actuación, y decidí ser actor profesional".
MAXIMA ESTRELLA
En 1948 se vio obligado a abandonar sus estudios de arte dramático y las representaciones que hacía como aficionado, ya que fue llamado para el servicio militar, que duró dos años.
James Coburn resultó la máxima estrella durante la Viennale"97 en Viena, algo que recuerda con agrado
RODOLFO VALENTINO
Al licenciarse, regresó a California y se matriculó en el City College de Los çngeles, donde siguió sus clases de arte dramático, además de dirección y participó activamente en el extenso programa teatral del centro, que incluía una lista de producciones de diez funciones anuales.
Nos preguntamos qué pensarían los Rodolfo Valentino, se levantaran la cabeza y vieran que un hombre carente del tipo de belleza que ellos impusieron, como James Coburn estuvo considerado uno de los actores más sexys en las décadas de los 60 y 70.
"En nuestro cine existe un grupo de actores feos -entre los que me encuentro-, que les ha arrebatado el puesto a muchos que presumen de guapo las 24 horas. Yo fui el precursor de un estilo de hombre en la pantalla. Luego siguieron otros feos como Dustin Hoffman, Richard Dreyfuss y Woody Allen. Creamos el estilo que después los críticos denominaron como "los nuevos actores sexys".
Coburn, que alternaba los estudios del City College con los de la academia Dramática Jeff Corey, realizó su primer papel profesional en la obra "Country Girl", con el que logró el premio al mejor actor secundario. Tras haber sido designado el mejor actor secundario, lo contrataron para un papel más importante en la obra "Billy Bud", de la compañía "La Jolla Playhouse", y en la que Vincent Price era uno de sus protagonistas. Posteriormente trabajó en televisión en varios spots publicitarios, y al mismo tiempo recibía cursos de teatro con la famosa profesora Stella Adler, quien tuvo entre sus alumnos al mítico Marlon Brando. A partir de entonces realizó varias giras teatrales con diferentes compañías, logrando ser popular a nivel nacional. En una de aquella giras coincidió en Chicago con la actriz Eva Gabor, que viajaba con su compañía.
"Eva me vio actuar y se ofreció para presentarme a varios productores de Hollywood. `Tu tipo es para el cine", me dijo. Gracias a ella, debuté en 1959 con la película "Ride lonesome", de B. Boptticher, un "western" con Randolph Scott".
EN 53 SEGUNDOS
Entre los primeros spot publicitarios que rodó, cuenta: "Yo estaba muy mal de dinero, y la única ropa que tenía era una chaqueta, una camisa, unos pantalones, tres pares de zapatos y 21 dólares. Y en una de las Agencias a las que acudí me dijeron que volviera tres días más tarde sin afeitarme para exponerme a una prueba para el anuncio de una máquina rasuradora. Allí me encontré ante otros seis barbudos jóvenes. A todos nos informaron que aquel que se afeitara en menos tiempo y mejor se le concedería el codiciado anuncio, con sus correspondientes buenos ingresos. Gané, pues conseguí afeitarme en 53 segundos. Aquel anuncio me aportó diez mil dólares, que me sirvieron para costearme la vida, ingresar en "Actor`Equity" y, para darme las mejores lecciones dramáticas. Las lecciones que me dio Stella Adler me ayudaron a pulirme y a conseguir una segura técnica artística para el futuro".
LOS SIETE MAGNIFICOS
En 1960 participó en una de las películas antológicas, considerada hoy un clásico de la cinematografía mundial: "Los siete magníficos", a las órdenes de J. Sturges. "Fue cuando me convencí de que ya era un actor profesional,. Además, formar parte de uno de los elencos más extraordinarios del cine americano, fue mi lanzamiento definitivo. y cuando el "western" se convirtió en el género más importante para mí".
LA GRAN EVASION
Durante los años 60, Coburn rodó: "Comando" (1961); "La gran evasión", "Charada" y "The man from Galveston" (1963); "The americanization of Emily" (1965); "Viento en las velas", "Mayor Dundee", "Los seres queridos" y "Flint, agente secreto" (1965); "¿Qué hiciste en la guerra, papi?" y "Ladrón y amante" (1966); "F. de Flint", "El oeste loco" y "Demasiados secretos para un hombre solo" (1967); "Duffy el único" y "Candy" (1968); "Antes amar, después matar" (1969). La década de los 70 la inició con la filmación de "Las of the mobile hot-shots", seguida por "Agáchate, maldito". El viril actor siente predilección por varias de sus películas, pero las encabeza con "El oeste loco".
"Creo -señala- que el papel que encarno en esta película, es el más importante de mi carrera artística. Es una gran obra llevada a la pantalla por Blake Edward". En 1972, rodó "Los centauros", "Diagnóstico: asesinato" y "Una razón para vivir, una razón para morir".
"Pat Garrett y Billy the Kid", "El fin de Sheila" y Harry dedos largos", las filmó en 1973.
"Reconozco que el personaje que más popularidad me ha dado fue el agente Flynn", una especie de James Bond, pero con relajo, en pura broma".
James Coburn mide 1,90 metros. A sus 70 años mantiene la figura atlética que le permitía darse el lujo de no aceptar especialistas en sus escenas más arriesgadas. Aunque no es católico practicante, cree en Dios. Sigue haciendo deporte, siendo la natación uno de sus preferidos. "A mi edad hay que mantenerse en la línea. Aunque yo he aumentado algunos kilos, no se trata de grasa, sino de músculos".
"Asalto de los hombres pájaros", "Nueva moda" en el crimen", "Muerde la bala", "Los últimos hombres duros", "La batalla", "La cruz de hierro", "El poder del juego", "Jugadores de ventaja" y "El poder del fuego", son títulos que pertenecen a su producción de los años 70.
James Coburn, de nos ser actor, ¿qué habría sido? "Sin duda, escritor. De hecho he escrito dos novelas, varios cuentos y ensayos. Todos tienen que ver con mi vida, y con el cine", afirma.
Es amante de la música clásica y toca varios instrumentos. "Toco la flauta, la batería y el tambor. También domino unos gongs especiales. Me encantan los instrumentos de percusión, que son los ancestros del ritmo", dice.
En 1980 rodó "Baltimore Bullet", que le sirvió para seguir manteniendo la línea de su célebre personaje del agente Flint, y donde encarnaba a un famoso e invencible jugador de billar.
AFICIONADO A LOS COCHES
Después del desaparecido Steven McQueen, y Paul Newman, él es el más aficionado a los coches de carreras. Tiene tres Ferraris".
TIEMPOS HERMOSOS
Una de sus virtudes es ser agradecido. Nunca niega que si llegó a ser un actor popular y a ganar una fortuna, se lo debe a la televisión, donde comenzó haciendo publicidad. "Fueron tiempos muy hermosos que jamás olvidaré", apunta.
"Mr. Patman", la filmó en 1980. Y, al año siguiente "Looker", "Jacqueline Susann"s Valley of the Dolls" y High Risk". Durante los 80 rodó, además, "Malibu" (1983); "Martin"s Day" y "Draw!" (1984); "Sins of the father" (1985); "Death of a soldier" (1987) y "Call from space" (1989). En 1990 protagonizó "Young guns II", seguidas de "Hudson Hawk" (1991); "The Player" (1992); "Hugh Hefner: Once Upon a time" (1992); "Crash Landing: The Rescue of Flight 232" (1992); "Sister act 2: Back in the Habit", "The hit list" y "Deadfall" (1993). En 1994 participó en tres filmes: "Ray Alexander: A taste for justice", "Maverick" y "Greyhounds". En 1995: "The set up" y "Ray Alexander: A menu for murder". "Eraser" y "The nuttuy pofessor", las protagonizó en 1996. El 22 de octubre de 1997, presentó, con éxito, su última película en el festival de cine de Viena, donde fue recibido con olor a multitudes.
VOY A VIVIR 100 AÑOS
"No soy ambicioso. Me gusta vivir y disfrutar de las cosas. Para eso se necesita tiempo. Lo que tengo me sobra para vivir estupendamente bien. No es necesario estar las 24 horas del día metido en los estudios. Menos a mi edad. Tengo que aprovechar los 30 años de vida que me quedan. Sí, porque yo sé que llegaré a los 100".
Es un actor completo, pues en el teatro ha encarnado personajes clásicos como Hamlet y Cirano de Bergerac. En el cine ha representado todos los tipos. Ha trabajado en la radio y está considerado uno de los pioneros de las series en la televisión estadounidense. Le aterra la idea de que se le pueda encasillar porque "yo he trabajado mucho para ser un actor completo, no para un determinado tipo de personaje".
Además de famoso como actor, lo es como caballero. Jamás ha protagonizado un escándalo, y nunca ha ventilado su vida íntima en la prensa. Muy poco se conoce de su vida familiar. La defiende como lo más importante de su vida. Cree en la amistad. "Soy millonario en amigos. Los tengo repartidos por todo el mundo y con ellos me comunico".
Su mansión es una de las más lujosas de Beverly Hills. Coburn tiene mucho dinero invertido en inmobiliarias e hipódromo, ya que también es un apasionado por los caballos.
"Después del perro es el animal más inteligente que existe", subraya.
Hubo una época en que estuvo muy delicado de salud, ya que padecía de problemas de circulación, estómago y articulaciones, pero gracias a la acupuntura, eliminó todos sus males.
James Coburn, al que se la atribuyen diversos romances -que él jamás ha confirmado-, estuvo casado desde 1958 con Beverly Kelly, de la que se divorció en 1979. De aquel matrimonio nacieron dos hijos: Lisa y James.
Aunque Coburn no trabaja con la misma asiduidad de hace unos años, sigue activo, aunque confiesa que se ha vuelto más exigente con los papeles.
Coburn, a punto de cumplir 70 años, es una leyenda de Hollywood, por lo tanto lo que dice se toma en serio. Su consagración como actor le llegó a través de varias películas de Sam Peckinpah, del que sostiene: "Sam es uno de los mejores directores del mundo (y digo es porque sus películas están ahí). Además era un amigo entrañable".
EXTRAÑOS UNIFORMES
Dos de sus últimas películas fueron presentadas en el festival cinematográfico de Viena. Ambas dos son retratos pesimistas de EEUU: "Affliction", una especie de tragedia provinciana, de Paul Shrader, y, "La Segunda Guerra Civil", dirigidas por Joa Dante, malévola sátira de los medios de comunicación".
" Sobre su personaje en "La Segunda Guerra Civil", dijo: "Es realmente peligroso porque se interesa más por los detalles que por el conjunto. Lo que quiere por encima de todo es mantener a su presidente en el poder. Eso es algo que ocurre realmente en mi país: hacen todo para seguir en el cargo. Nixon comenzó la campaña para su reelección nada más ser elegido por vez primera. Habría querido que le eligiesen cuatro, cinco veces, de haber sido posible".
James Coburn, nació en Laurel, Nebraska, Estados Unidos, el 31 de agosto de 1928. "Cuando yo era un niño, mis padres -James y Mylet Coburn- se trasladaron a Compton, California, donde comencé mis estudios primarios en una escuela pública. Por ser el niño más alto de la clase me escogieron para un papel en una obra de teatro que se representada en la propia escuela. Lo hice bien. Fui muy aplaudido y en los periódicos locales me hicieron buenas críticas. Me sentí como un rey, importante, diferente. Fue cuando comencé a interesarme por la actuación, y decidí ser actor profesional".
MAXIMA ESTRELLA
En 1948 se vio obligado a abandonar sus estudios de arte dramático y las representaciones que hacía como aficionado, ya que fue llamado para el servicio militar, que duró dos años.
James Coburn resultó la máxima estrella durante la Viennale"97 en Viena, algo que recuerda con agrado
RODOLFO VALENTINO
Al licenciarse, regresó a California y se matriculó en el City College de Los çngeles, donde siguió sus clases de arte dramático, además de dirección y participó activamente en el extenso programa teatral del centro, que incluía una lista de producciones de diez funciones anuales.
Nos preguntamos qué pensarían los Rodolfo Valentino, se levantaran la cabeza y vieran que un hombre carente del tipo de belleza que ellos impusieron, como James Coburn estuvo considerado uno de los actores más sexys en las décadas de los 60 y 70.
"En nuestro cine existe un grupo de actores feos -entre los que me encuentro-, que les ha arrebatado el puesto a muchos que presumen de guapo las 24 horas. Yo fui el precursor de un estilo de hombre en la pantalla. Luego siguieron otros feos como Dustin Hoffman, Richard Dreyfuss y Woody Allen. Creamos el estilo que después los críticos denominaron como "los nuevos actores sexys".
Coburn, que alternaba los estudios del City College con los de la academia Dramática Jeff Corey, realizó su primer papel profesional en la obra "Country Girl", con el que logró el premio al mejor actor secundario. Tras haber sido designado el mejor actor secundario, lo contrataron para un papel más importante en la obra "Billy Bud", de la compañía "La Jolla Playhouse", y en la que Vincent Price era uno de sus protagonistas. Posteriormente trabajó en televisión en varios spots publicitarios, y al mismo tiempo recibía cursos de teatro con la famosa profesora Stella Adler, quien tuvo entre sus alumnos al mítico Marlon Brando. A partir de entonces realizó varias giras teatrales con diferentes compañías, logrando ser popular a nivel nacional. En una de aquella giras coincidió en Chicago con la actriz Eva Gabor, que viajaba con su compañía.
"Eva me vio actuar y se ofreció para presentarme a varios productores de Hollywood. `Tu tipo es para el cine", me dijo. Gracias a ella, debuté en 1959 con la película "Ride lonesome", de B. Boptticher, un "western" con Randolph Scott".
EN 53 SEGUNDOS
Entre los primeros spot publicitarios que rodó, cuenta: "Yo estaba muy mal de dinero, y la única ropa que tenía era una chaqueta, una camisa, unos pantalones, tres pares de zapatos y 21 dólares. Y en una de las Agencias a las que acudí me dijeron que volviera tres días más tarde sin afeitarme para exponerme a una prueba para el anuncio de una máquina rasuradora. Allí me encontré ante otros seis barbudos jóvenes. A todos nos informaron que aquel que se afeitara en menos tiempo y mejor se le concedería el codiciado anuncio, con sus correspondientes buenos ingresos. Gané, pues conseguí afeitarme en 53 segundos. Aquel anuncio me aportó diez mil dólares, que me sirvieron para costearme la vida, ingresar en "Actor`Equity" y, para darme las mejores lecciones dramáticas. Las lecciones que me dio Stella Adler me ayudaron a pulirme y a conseguir una segura técnica artística para el futuro".
LOS SIETE MAGNIFICOS
En 1960 participó en una de las películas antológicas, considerada hoy un clásico de la cinematografía mundial: "Los siete magníficos", a las órdenes de J. Sturges. "Fue cuando me convencí de que ya era un actor profesional,. Además, formar parte de uno de los elencos más extraordinarios del cine americano, fue mi lanzamiento definitivo. y cuando el "western" se convirtió en el género más importante para mí".
LA GRAN EVASION
Durante los años 60, Coburn rodó: "Comando" (1961); "La gran evasión", "Charada" y "The man from Galveston" (1963); "The americanization of Emily" (1965); "Viento en las velas", "Mayor Dundee", "Los seres queridos" y "Flint, agente secreto" (1965); "¿Qué hiciste en la guerra, papi?" y "Ladrón y amante" (1966); "F. de Flint", "El oeste loco" y "Demasiados secretos para un hombre solo" (1967); "Duffy el único" y "Candy" (1968); "Antes amar, después matar" (1969). La década de los 70 la inició con la filmación de "Las of the mobile hot-shots", seguida por "Agáchate, maldito". El viril actor siente predilección por varias de sus películas, pero las encabeza con "El oeste loco".
"Creo -señala- que el papel que encarno en esta película, es el más importante de mi carrera artística. Es una gran obra llevada a la pantalla por Blake Edward". En 1972, rodó "Los centauros", "Diagnóstico: asesinato" y "Una razón para vivir, una razón para morir".
"Pat Garrett y Billy the Kid", "El fin de Sheila" y Harry dedos largos", las filmó en 1973.
"Reconozco que el personaje que más popularidad me ha dado fue el agente Flynn", una especie de James Bond, pero con relajo, en pura broma".
James Coburn mide 1,90 metros. A sus 70 años mantiene la figura atlética que le permitía darse el lujo de no aceptar especialistas en sus escenas más arriesgadas. Aunque no es católico practicante, cree en Dios. Sigue haciendo deporte, siendo la natación uno de sus preferidos. "A mi edad hay que mantenerse en la línea. Aunque yo he aumentado algunos kilos, no se trata de grasa, sino de músculos".
"Asalto de los hombres pájaros", "Nueva moda" en el crimen", "Muerde la bala", "Los últimos hombres duros", "La batalla", "La cruz de hierro", "El poder del juego", "Jugadores de ventaja" y "El poder del fuego", son títulos que pertenecen a su producción de los años 70.
James Coburn, de nos ser actor, ¿qué habría sido? "Sin duda, escritor. De hecho he escrito dos novelas, varios cuentos y ensayos. Todos tienen que ver con mi vida, y con el cine", afirma.
Es amante de la música clásica y toca varios instrumentos. "Toco la flauta, la batería y el tambor. También domino unos gongs especiales. Me encantan los instrumentos de percusión, que son los ancestros del ritmo", dice.
En 1980 rodó "Baltimore Bullet", que le sirvió para seguir manteniendo la línea de su célebre personaje del agente Flint, y donde encarnaba a un famoso e invencible jugador de billar.
AFICIONADO A LOS COCHES
Después del desaparecido Steven McQueen, y Paul Newman, él es el más aficionado a los coches de carreras. Tiene tres Ferraris".
TIEMPOS HERMOSOS
Una de sus virtudes es ser agradecido. Nunca niega que si llegó a ser un actor popular y a ganar una fortuna, se lo debe a la televisión, donde comenzó haciendo publicidad. "Fueron tiempos muy hermosos que jamás olvidaré", apunta.
"Mr. Patman", la filmó en 1980. Y, al año siguiente "Looker", "Jacqueline Susann"s Valley of the Dolls" y High Risk". Durante los 80 rodó, además, "Malibu" (1983); "Martin"s Day" y "Draw!" (1984); "Sins of the father" (1985); "Death of a soldier" (1987) y "Call from space" (1989). En 1990 protagonizó "Young guns II", seguidas de "Hudson Hawk" (1991); "The Player" (1992); "Hugh Hefner: Once Upon a time" (1992); "Crash Landing: The Rescue of Flight 232" (1992); "Sister act 2: Back in the Habit", "The hit list" y "Deadfall" (1993). En 1994 participó en tres filmes: "Ray Alexander: A taste for justice", "Maverick" y "Greyhounds". En 1995: "The set up" y "Ray Alexander: A menu for murder". "Eraser" y "The nuttuy pofessor", las protagonizó en 1996. El 22 de octubre de 1997, presentó, con éxito, su última película en el festival de cine de Viena, donde fue recibido con olor a multitudes.
VOY A VIVIR 100 AÑOS
"No soy ambicioso. Me gusta vivir y disfrutar de las cosas. Para eso se necesita tiempo. Lo que tengo me sobra para vivir estupendamente bien. No es necesario estar las 24 horas del día metido en los estudios. Menos a mi edad. Tengo que aprovechar los 30 años de vida que me quedan. Sí, porque yo sé que llegaré a los 100".
Es un actor completo, pues en el teatro ha encarnado personajes clásicos como Hamlet y Cirano de Bergerac. En el cine ha representado todos los tipos. Ha trabajado en la radio y está considerado uno de los pioneros de las series en la televisión estadounidense. Le aterra la idea de que se le pueda encasillar porque "yo he trabajado mucho para ser un actor completo, no para un determinado tipo de personaje".
Además de famoso como actor, lo es como caballero. Jamás ha protagonizado un escándalo, y nunca ha ventilado su vida íntima en la prensa. Muy poco se conoce de su vida familiar. La defiende como lo más importante de su vida. Cree en la amistad. "Soy millonario en amigos. Los tengo repartidos por todo el mundo y con ellos me comunico".
Su mansión es una de las más lujosas de Beverly Hills. Coburn tiene mucho dinero invertido en inmobiliarias e hipódromo, ya que también es un apasionado por los caballos.
"Después del perro es el animal más inteligente que existe", subraya.
Hubo una época en que estuvo muy delicado de salud, ya que padecía de problemas de circulación, estómago y articulaciones, pero gracias a la acupuntura, eliminó todos sus males.
James Coburn, al que se la atribuyen diversos romances -que él jamás ha confirmado-, estuvo casado desde 1958 con Beverly Kelly, de la que se divorció en 1979. De aquel matrimonio nacieron dos hijos: Lisa y James.
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