Elegante y soberbios corceles
Publicado 2005/03/27 00:00:00
- Ohigginis Arcia
GLORIOSOS CORCELES que vinieron a América sobre el puente de los galeones de velas entorchadas, con dos océanos entre las patas y un horizonte de ola y cielo clavados en las pupilas. El caballo español con el que Pizarro deslumbró a Atahualpa. Animal este, que en vez de caminar se desliza como si tuviera alas. Caballo dócil a la mano del hombre como una máquina fina.
Nieto, quizás, de esos que llevaron sobre sus poderosos lomos, a los Atilas, de los aéreos Pegasos o posiblemente de los mágicos unicornios. El aristócrata de la raza, de corazón brioso y atlético porte, soberbio y pretencioso, que tiene noción del alto papel decorativo que juega.
El Caballo Peruano de Paso es una raza seleccionada de 400 años de antigüedad descendiente de los corceles que acompañaron el descubrimiento de América; este equino es considerado el mejor caballo de silla del mundo, m debido a la extraordinaria suavidad de su andar, arrogancia, fácil trato y temperamento estable.
Hoy día en Panamá, este animal ha adquirido mucha importancia, al punto que forma parte de distintas organizaciones y diferentes actividades.
El presidente de La Asociación Nacional de Creadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso, Rogelio Arango, mientras una agradable y refrescante brisa acaricia su rostro, expresa que son un grupo de caballistas que sienten una gran afición y profundo cariño por esta raza equina. "Todos sentimos suma comodidad al montar y reconocer la virtud de este caballo. Además es un caballo de un trote muy suave, lo que permite que puedan montarlo niños, adultos y mayores" añade Arango.
Y para respaldar las palabras del presidente, se acerca una niña de nombre Mona Lisa García, con una sonrisa desbordante como las aguas del río Nilo, quien dice que le gustan mucho los caballos peruanos de paso, y cuando los monta se siente alegre porque sabe que son sus corceles, y que van a estar con ella para toda su vida.
Hasta los políticos forman parte de esta tendencia cultural. Uno de ellos es el diputado Javier Tejeira, quien por tradición se une a este grupo, con la compañía de su padre y sus hijos.
Lleva puesto un gran atuendo blanco que identifica a los chalanes, nombre como se conoce a los montadores de este equino.
Es un verdadero deleite para la vista el desfile lleno de gracia portentosa y la monumental figura de belleza de los caballos peruanos de paso. Ese andar con su prestancia arrogante, elegantes movimientos armoniosos y ese armonioso desplazamiento se describen en rimas y ritmos.
El caballo peruano de paso es calificado, gracias a sus cualidades, como el mejor caballo de silla del mundo, porque entre todas las razas caballares es el de andar más suave y con el temple más firme, necesario para no desamparar al jinete cuando requiere de su determinación y valentía.
El caballo llega al Perú con los conquistadores españoles, liderados por Francisco Pizarro, en el año 1532.
Los primeros caballos peruanos de paso fueron descendientes del ejemplar andaluz, proveniente de España.
Este animal, totalmente desconocido para los indígenas, inspiró en ellos un profundo respeto y temor, sentimientos que resultaron decisivos para la conquista del Tihuantinsuyo.
Nieto, quizás, de esos que llevaron sobre sus poderosos lomos, a los Atilas, de los aéreos Pegasos o posiblemente de los mágicos unicornios. El aristócrata de la raza, de corazón brioso y atlético porte, soberbio y pretencioso, que tiene noción del alto papel decorativo que juega.
El Caballo Peruano de Paso es una raza seleccionada de 400 años de antigüedad descendiente de los corceles que acompañaron el descubrimiento de América; este equino es considerado el mejor caballo de silla del mundo, m debido a la extraordinaria suavidad de su andar, arrogancia, fácil trato y temperamento estable.
Hoy día en Panamá, este animal ha adquirido mucha importancia, al punto que forma parte de distintas organizaciones y diferentes actividades.
El presidente de La Asociación Nacional de Creadores y Propietarios de Caballos Peruanos de Paso, Rogelio Arango, mientras una agradable y refrescante brisa acaricia su rostro, expresa que son un grupo de caballistas que sienten una gran afición y profundo cariño por esta raza equina. "Todos sentimos suma comodidad al montar y reconocer la virtud de este caballo. Además es un caballo de un trote muy suave, lo que permite que puedan montarlo niños, adultos y mayores" añade Arango.
Y para respaldar las palabras del presidente, se acerca una niña de nombre Mona Lisa García, con una sonrisa desbordante como las aguas del río Nilo, quien dice que le gustan mucho los caballos peruanos de paso, y cuando los monta se siente alegre porque sabe que son sus corceles, y que van a estar con ella para toda su vida.
Hasta los políticos forman parte de esta tendencia cultural. Uno de ellos es el diputado Javier Tejeira, quien por tradición se une a este grupo, con la compañía de su padre y sus hijos.
Lleva puesto un gran atuendo blanco que identifica a los chalanes, nombre como se conoce a los montadores de este equino.
Es un verdadero deleite para la vista el desfile lleno de gracia portentosa y la monumental figura de belleza de los caballos peruanos de paso. Ese andar con su prestancia arrogante, elegantes movimientos armoniosos y ese armonioso desplazamiento se describen en rimas y ritmos.
El caballo peruano de paso es calificado, gracias a sus cualidades, como el mejor caballo de silla del mundo, porque entre todas las razas caballares es el de andar más suave y con el temple más firme, necesario para no desamparar al jinete cuando requiere de su determinación y valentía.
El caballo llega al Perú con los conquistadores españoles, liderados por Francisco Pizarro, en el año 1532.
Los primeros caballos peruanos de paso fueron descendientes del ejemplar andaluz, proveniente de España.
Este animal, totalmente desconocido para los indígenas, inspiró en ellos un profundo respeto y temor, sentimientos que resultaron decisivos para la conquista del Tihuantinsuyo.
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