Etnia negra y sus aportes a la sociedad
- Rosalina Orocu
Durante esos días de jolgorio, hubo la oportunidad de conocer más sobre la gastronomía afroantillana.
Niños, niñas, adolescentes, hombres y mujeres de la etnia negra dieron demostración de la alegría que los caracteriza, de su riqueza cultural y permitieron que cientos de panameños compartiesen con ellos y pasaran momentos de sana distracción en el Centro de Convenciones ATLAPA, durante el III Festival Afropanameño, del 29 al 31 de mayo, en lo que será una jornada cultural inolvidable.
Se pudo apreciar artesanías hechas por talentosos emprendedores afroantillanos.
También se pudo ver películas y vídeos sobre áreas turísticas panameñas en el pabellón del IPAT; en el de la Alcaldía había piezas históricas como una máquina de coser Singer de pedal, una vitrola (lo que sería como el tatara, tatara, tatara abuelo de MP4, para que vean el gran salto que ha dado la tecnología).
El MITRADEL en su pabellón tenía información valiosa como la guía sobre los derechos laborales.
Para goce de quienes estuvimos en este Festival organizado por el Despacho de la Primera Dama, abundaron las ocasiones de adentrarnos más en las costumbres de la etnia negra.
Su música que tiene ese sello tan particular, donde los tambores están presentes y el cuerpo habla, prueba una vez más que no necesita palabras para enviar mensajes, porque con cadenciosos movimientos y otros más "salvajes" dice tanto.
Afroantillanos de todas las edades, ataviados con sus coloridas vestimentas, participaban de la fiesta y conversaban con todos nosotros y nos explicaban sobre sus tradiciones como el baile congo y otras danzas con las que se lucieron varios grupos con representantes de diversas generaciones, hasta el rey y reina congos infantiles, como podrán ver en las fotos de Renny Comparaz que acompañan a este escrito.
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