Fuente de la eterna juventud
Publicado 2005/01/10 00:00:00
- REDACCION
CUÁNTAS VECES has escuchado hablar sobre los beneficios de hacer el amor? La práctica sexual es una fuente inagotable de beneficios para la salud, la belleza y la juventud. "El día que uno deja de excitarse, comienza a envejecer", comentan los entendidos en la filosofía taoísta que además consideran a la sexualidad humana como algo natural e indispensable para la salud, el bienestar físico y emocional, así como para las longevidad de los seres humanos.
Según esta filosofía, una persona debe aprender a manejar su energía sexual para no quedarse en un nivel terrenal o común por así llamarlo. "Nos enfermamos porque no sabemos hacer el amor".
Los estragos del envejecimiento se deben a la gradual disminución de la producción de hormonas y a la disipación de la energía vital, sostiene Daniel Reid en su libro El tao de la salud, el sexo y la larga vida. Las relaciones sexuales que se llevan con disciplina y amor favorecen la producción hormonal aunque el proceso es diferente entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en ellos, la excitación sexual es la gran generadora hormonal, pero en el caso de las mujeres, presentan otros mecanismos que nos ayudan a producirlas. Nos referimos a los ciclos menstruales, al embarazo, y a la lactancia. En cambio, para los hombres, la única fuente de producción hormonal se da a través de las relaciones sexuales. Las hormonas masculinas y femeninas entran en el torrente sanguíneo y se distribuyen en otras glándulas brindándonos un millón de beneficios. "Cuando las secreciones masculinas de las glándulas de los riñones se mantienen elevadas mediante las relaciones sexuales disciplinadas (sin eyaculación) entran en el torrente sanguíneo, circulan por todo el cuerpo y evitan la pérdida del cabello, las arrugas de la piel, la pérdida del tono muscular, la artritis, el reumatismo, la impotencia y otros trastornos típicamente masculinos y asociados con la edad", comenta Daniel Reid.
De acuerdo a los taoístas, la eyaculación es una pérdida de energía y de salud para los hombres. Y al mismo tiempo es el secreto para que ellos se mantengan llenos de salud y tengan larga vida.
Controlar la salida de semen durante el acto sexual implica más cosas que el simple hecho de un poder mental por parte del varón. "El boleto de entrada al éxtasis es saber inyacular", asegura Reid.
En las relaciones comunes el hombre aspira a tener un orgasmo genital acompañado de una potente eyaculación. El profesor Reid, piensa que esta fase lleva al hombre a un cansancio que suele ser desagradable para las mujeres, quienes muchas veces no han alcanzado su satisfacción y de alguna manera se sienten frustradas por la prontitud con la que su pareja llega al clímax. Pero para poder comprender la inyaculación es necesario que en la pareja exista un amor verdadero.
Según esta filosofía, una persona debe aprender a manejar su energía sexual para no quedarse en un nivel terrenal o común por así llamarlo. "Nos enfermamos porque no sabemos hacer el amor".
Los estragos del envejecimiento se deben a la gradual disminución de la producción de hormonas y a la disipación de la energía vital, sostiene Daniel Reid en su libro El tao de la salud, el sexo y la larga vida. Las relaciones sexuales que se llevan con disciplina y amor favorecen la producción hormonal aunque el proceso es diferente entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en ellos, la excitación sexual es la gran generadora hormonal, pero en el caso de las mujeres, presentan otros mecanismos que nos ayudan a producirlas. Nos referimos a los ciclos menstruales, al embarazo, y a la lactancia. En cambio, para los hombres, la única fuente de producción hormonal se da a través de las relaciones sexuales. Las hormonas masculinas y femeninas entran en el torrente sanguíneo y se distribuyen en otras glándulas brindándonos un millón de beneficios. "Cuando las secreciones masculinas de las glándulas de los riñones se mantienen elevadas mediante las relaciones sexuales disciplinadas (sin eyaculación) entran en el torrente sanguíneo, circulan por todo el cuerpo y evitan la pérdida del cabello, las arrugas de la piel, la pérdida del tono muscular, la artritis, el reumatismo, la impotencia y otros trastornos típicamente masculinos y asociados con la edad", comenta Daniel Reid.
De acuerdo a los taoístas, la eyaculación es una pérdida de energía y de salud para los hombres. Y al mismo tiempo es el secreto para que ellos se mantengan llenos de salud y tengan larga vida.
Controlar la salida de semen durante el acto sexual implica más cosas que el simple hecho de un poder mental por parte del varón. "El boleto de entrada al éxtasis es saber inyacular", asegura Reid.
En las relaciones comunes el hombre aspira a tener un orgasmo genital acompañado de una potente eyaculación. El profesor Reid, piensa que esta fase lleva al hombre a un cansancio que suele ser desagradable para las mujeres, quienes muchas veces no han alcanzado su satisfacción y de alguna manera se sienten frustradas por la prontitud con la que su pareja llega al clímax. Pero para poder comprender la inyaculación es necesario que en la pareja exista un amor verdadero.
El arte de amar consiste en suprimir las emisiones, absorber los fluidos de la mujer y hacer retornar el semen para alcanzar una vida larga.
El amor lo es todo. El amor y el entendimiento mutuos son la clave para que la pareja, en especial el hombre distingan la diferencia entre la eyaculación y orgasmo.
El sistema taoísta considera a los orgasmos sexuales la raíz de la vida, ya que se encuentra conectados a todas las glándulas y los órganos. El entrenamiento basado en la respiración ovárica y la respiración testicular es el comienzo para llegar al éxtasis.
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