Fumo o me aguanto
Publicado 2001/09/27 23:00:00
- Tokio
El que ha fumado alguna vez en su vida, ha experimentado la ansiedad de no poder en lugares prohibidos. Hasta hace algún tiempo era aceptable el fumar alegremente en cualquier sitio y lugar. En las comidas o cenas era habitual fumar entre plato y plato salvo indicaciones muy precisas y tajantes del anfitrión.
Pero definitivamente el fumar o el humo de los cigarrillos altera el correcto disfrute de los sabores de los alimentos. Si en la mesa hay ceniceros, es una indicación de que se aprueba el fumar, pero normalmente éstos se colocarán al final de la cena. Sin embargo es prudente preguntar, pues ciertamente entre las personas puede estar alguno al que el humo lo afecte seriamente.
Si el anfitrión es el que fuma y no le importa hacerlo ante personas invitadas que les molesta no hay nada que hacer y como invitados aceptaremos tal situación. En los restaurantes, existen las secciones de fumadores y no fumadores. Desde luego tenemos libertad para escoger, igual ocurre en algunas líneas aéreas, pero en estos momentos en casi ninguna se permite fumar, igualmente y con razón, en las clínicas, teatros y algunas oficinas.
Como norma, no se fuma en lugares cerrados con aire acondicionado. Si usted fuma nadie se lo impide, pero no haga fumar a los demás con el humo, el cual sabemos es nocivo y convierte a los demás en fumadores pasivos. No hay que formar un alboroto, o montar una escena o poner una cara de asco, a estos extremos no se debe llegar, con sólo dejárselo saber a la persona de una manera gentil y cortés, la persona aludida responderá favorablemente. Si en el lugar se puede fumar no va a poder hacer nada sino alejarse del fumador.
Es muy importante que todos tengamos conciencia que el fumar es dañino para la salud y que existen leyes que protegen a los que tienen derecho a respirar de un aire libre de humo.
Pero definitivamente el fumar o el humo de los cigarrillos altera el correcto disfrute de los sabores de los alimentos. Si en la mesa hay ceniceros, es una indicación de que se aprueba el fumar, pero normalmente éstos se colocarán al final de la cena. Sin embargo es prudente preguntar, pues ciertamente entre las personas puede estar alguno al que el humo lo afecte seriamente.
Si el anfitrión es el que fuma y no le importa hacerlo ante personas invitadas que les molesta no hay nada que hacer y como invitados aceptaremos tal situación. En los restaurantes, existen las secciones de fumadores y no fumadores. Desde luego tenemos libertad para escoger, igual ocurre en algunas líneas aéreas, pero en estos momentos en casi ninguna se permite fumar, igualmente y con razón, en las clínicas, teatros y algunas oficinas.
Como norma, no se fuma en lugares cerrados con aire acondicionado. Si usted fuma nadie se lo impide, pero no haga fumar a los demás con el humo, el cual sabemos es nocivo y convierte a los demás en fumadores pasivos. No hay que formar un alboroto, o montar una escena o poner una cara de asco, a estos extremos no se debe llegar, con sólo dejárselo saber a la persona de una manera gentil y cortés, la persona aludida responderá favorablemente. Si en el lugar se puede fumar no va a poder hacer nada sino alejarse del fumador.
Es muy importante que todos tengamos conciencia que el fumar es dañino para la salud y que existen leyes que protegen a los que tienen derecho a respirar de un aire libre de humo.
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