Genial Mafalda, el mundo no ha escrito tu obituario
Publicado 2004/07/08 23:00:00
- Yessika Valdés
Mafalda, una niña graciosa, avispada, con unas ocurrencias propias de su edad y reflexiones no tan acordes con ésta, pero que demuestran su gran sensibilidad frente a las injusticias sociales, llegó hace casi 40 años (29 de septiembre de 1964) a las páginas de revistas (nació en "Primera Plana") y diarios argentinos para hacer repensar el actuar de la humanidad. Se hizo famosa y en su estrellato, que duró diez años, trascendió fronteras culturales y lingüísticas. Se ganó un puesto entre los personajes que han impactado la conciencia mundial.
Su padre, Joaquín Salvador Lavado, Quino, de Argentina, nunca soñó con tanta gloria para la pequeña de grandes ojos, cabello alborotado, suspicacia sin igual y tino en cada una de sus apreciaciones.
Los temas de esta tira cómica siguen siendo el pan nuestro de cada día: la inequidad social, la opresión, la falta de solidaridad social, la violencia y el reinado del poder económico, político y monetario. Desenmascara al lobo vestido con piel de oveja y no deja de soñar con un mundo donde todos vivan en paz y democracia. En fin, la suya es la lucha del hombre en todas las generaciones, donde cambian los voceros que gritan ¡justicia!, ¡paz!, ¡libertad!, ¡amor! y los sordos que desoyen los ayes de las masas.
Los mensajes de Mafalda han sido traducidos a 26 idiomas, porque, a final de cuentas, los habitantes del planeta compartimos problemas, inquietudes y sueños.
De grande a grande, la pequeña Mafalda recibió hasta un cumplido nada menos que del escritor Julio Cortázar a quien se le atribuye la frase: "No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda, lo importante es lo que Mafalda piensa de mí".
Pero, curioso es que, el nacimiento de Mafalda fue fortuito. Según material obtenido en Internet, de la revista "Viva" y del diario "La Nación", su creador Quino relata que: "En realidad Mafalda iba a ser una historieta para promocionar una nueva línea de electrodomésticos llamada Mansfield. La agencia Agnes Publicidad le encargó el trabajo a Miguel Brascó, pero como él tenía otros compromisos, me lo pasó a mí. Esto fue en 1963. Pero la campaña nunca se hizo y las ocho tiras que dibujé quedaron guardadas en un cajón. Hasta que al año siguiente Julián Delgado, secretario de redacción de "Primera Plana", me pidió una historieta. Entonces rescaté esas tiras y bueno, ahí empezó todo."
Su padre, Joaquín Salvador Lavado, Quino, de Argentina, nunca soñó con tanta gloria para la pequeña de grandes ojos, cabello alborotado, suspicacia sin igual y tino en cada una de sus apreciaciones.
Los temas de esta tira cómica siguen siendo el pan nuestro de cada día: la inequidad social, la opresión, la falta de solidaridad social, la violencia y el reinado del poder económico, político y monetario. Desenmascara al lobo vestido con piel de oveja y no deja de soñar con un mundo donde todos vivan en paz y democracia. En fin, la suya es la lucha del hombre en todas las generaciones, donde cambian los voceros que gritan ¡justicia!, ¡paz!, ¡libertad!, ¡amor! y los sordos que desoyen los ayes de las masas.
Los mensajes de Mafalda han sido traducidos a 26 idiomas, porque, a final de cuentas, los habitantes del planeta compartimos problemas, inquietudes y sueños.
De grande a grande, la pequeña Mafalda recibió hasta un cumplido nada menos que del escritor Julio Cortázar a quien se le atribuye la frase: "No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda, lo importante es lo que Mafalda piensa de mí".
Pero, curioso es que, el nacimiento de Mafalda fue fortuito. Según material obtenido en Internet, de la revista "Viva" y del diario "La Nación", su creador Quino relata que: "En realidad Mafalda iba a ser una historieta para promocionar una nueva línea de electrodomésticos llamada Mansfield. La agencia Agnes Publicidad le encargó el trabajo a Miguel Brascó, pero como él tenía otros compromisos, me lo pasó a mí. Esto fue en 1963. Pero la campaña nunca se hizo y las ocho tiras que dibujé quedaron guardadas en un cajón. Hasta que al año siguiente Julián Delgado, secretario de redacción de "Primera Plana", me pidió una historieta. Entonces rescaté esas tiras y bueno, ahí empezó todo."
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