Haz tu propio papel
Publicado 2001/06/27 23:00:00
- Tokio
Todos tenemos una responsabilidad con el ambiente. Nuestro planeta es el lugar donde nacimos y vivimos y es donde se establecerán nuestros hijos. Si quieres tener un mundo mejor y más limpio, aquí te brindamos una opción para cooperar con la causa del planeta: hacer tu propio papel.
En la antigüedad se empleaban materiales como el bambú, la seda, el pergamino y el papiro para conservar valiosa información, luego una técnica descubierta por los chinos, que consistía en reducir a pulpas vegetales y comprimirlas sobre un cedazo (aro con una red metálica o de tela) cambió la forma de guardar información escrita.
Con ella se pudo reciclar y transformar trapos y redes. Hay dos formas de fabricar papel: la artesanal y la industrial.
MANOS A LA OBRA
El papel hecho a mano utiliza para su fabricación fibra vegetal, que incluye trapos de algodón y lino, papel reciclado o los dos. Casi cualquier planta de fibras resistentes de celulosa puede transformarse en papel.
Sin embargo, el mejor material para hacer papel es el cartón no ácido, que es el que proviene de las cajetas o de objetos hechos con cartón corrugado. Con el papel "bond" o blanco también se obtiene pulpa de buena calidad.
La pulpa resultante de papel periódico tendrá un acabado diferente y de menos calidad.
COMO HACER LA PULPA
Desmenuza el papel o cartón por lo menos veinticuatro horas en un balde de agua fría. Llena tres cuartas partes de la jarra de la licuadora con agua, incorpora un puñado de cartón mojado y licúa hasta obtener consistencia cremosa.
Si quieres comprobar que bates bien la pulpa, llena un envase de vidrio con agua, añade un poco de la pulpa batida y revuelve. Si las fibras suspendidas se dispersan y no hay grumitos o pedazos de papel está lista la pulpa, si no es así, sigue batiendo.
Si quieres hacer papel con fibra vegetal, reúne seis onzas y media de fibra vegetal, córtala en trozos pequeños y remoja aproximadamente por 12 horas. Calienta suficiente agua en una olla de acero inoxidable. Prepara la sosa cáustica con mucho cuidado, un aproximado del 10 por ciento del peso de la fibra seca, revuélvela con cuidado en un recipiente de vidrio que contenga agua fría.
Como el manejo de la sosa es delicado, es recomendable usar guantes y ropas de algodón, y si accidentalmente te salpica, enjuaga de inmediato con agua fría. No inviertas el procedimiento si se te ocurriera echarle agua a la sosa, los resultados serían lamentables y peligrosos, ya que hace burbujas y salpica.
Antes de que hierva el agua, agrega la solución de sosa cáustica y la fibra vegetal. Deja la mezcla a fuego lento durante tres horas, revolviendo cada media hora. Un indicador de que ya está listo, es cuando las fibras se separan con facilidad. Escurre la solución cáustica restante, diluyéndola con mucha agua o añade vinagre para neutralizar.
Pon la fibra en un cedazo y enjuágala hasta que el agua salga clara o deja remojar la fibra en un recipiente con agua, cámbiala cada hora. Cuando la fibra está completamente limpia, se bate en la licuadora en la misma forma que la pulpa de papel reciclado.
Puedes reducir el tiempo de cocción y batido, descomponiendo las fibras, dejándolas fermentar durante algunas semanas. Colocas las plantas desmenuzadas en un recipiente, cúbrelas con agua y tápalas. Coloca el recipiente en un lugar caliente el tiempo que sea necesario para que las plantas se pudran, luego hiérvelas con sosa cáustica (es mejor hacerlo en el exterior, pues las fibras tienen mal olor) y bate hasta obtener la pulpa.
HACIENDO LAS PAGINAS
Una vez que se forma una hoja de papel en el molde, se retira y se traslada a un trozo de tela para prensarlo entre dos tablas y de esa manera exprimir la mayor cantidad de agua posible. Sobre una tabla un poco más grande que la hoja de papel, se extiende una pieza húmeda de fieltro o manta gruesa, después una tela de algodón húmeda.
Con movimientos de vaivén retira el papel del bastidor para colocarlo en la tela, después cúbrelo con otra tela húmeda. Continúa formando hojas de papel, cubriéndolas con telas húmedas hasta que el montón contenga entre 20 y 30 hojas de papel.
Por último, coloca otra pieza de fieltro o manta y después la otra tabla superior e inferior. Después de acostar el papel es importante enjuagar los pedazos de fieltro para evitar que se endurezcan al secar. Una vez tengas el papel listo, puedes elaborar diversos artículos.
Para teñir el papel se recomienda hacerlo sobre papel aprestado, así no se corre la tinta. El apresto es un pegamento ligero que se aplica sobre la superficie del papel seco o se añade a la tinta durante su elaboración.
Si se utiliza apresto en la tinta, la pulpa no debe ser demasiado ácida porque el papel se decolorará y se quebrará. Si por el contrario, aplicas apresto en el papel, se hace con atomizador o con un pincel suave.
En la antigüedad se empleaban materiales como el bambú, la seda, el pergamino y el papiro para conservar valiosa información, luego una técnica descubierta por los chinos, que consistía en reducir a pulpas vegetales y comprimirlas sobre un cedazo (aro con una red metálica o de tela) cambió la forma de guardar información escrita.
Con ella se pudo reciclar y transformar trapos y redes. Hay dos formas de fabricar papel: la artesanal y la industrial.
MANOS A LA OBRA
El papel hecho a mano utiliza para su fabricación fibra vegetal, que incluye trapos de algodón y lino, papel reciclado o los dos. Casi cualquier planta de fibras resistentes de celulosa puede transformarse en papel.
Sin embargo, el mejor material para hacer papel es el cartón no ácido, que es el que proviene de las cajetas o de objetos hechos con cartón corrugado. Con el papel "bond" o blanco también se obtiene pulpa de buena calidad.
La pulpa resultante de papel periódico tendrá un acabado diferente y de menos calidad.
COMO HACER LA PULPA
Desmenuza el papel o cartón por lo menos veinticuatro horas en un balde de agua fría. Llena tres cuartas partes de la jarra de la licuadora con agua, incorpora un puñado de cartón mojado y licúa hasta obtener consistencia cremosa.
Si quieres comprobar que bates bien la pulpa, llena un envase de vidrio con agua, añade un poco de la pulpa batida y revuelve. Si las fibras suspendidas se dispersan y no hay grumitos o pedazos de papel está lista la pulpa, si no es así, sigue batiendo.
Si quieres hacer papel con fibra vegetal, reúne seis onzas y media de fibra vegetal, córtala en trozos pequeños y remoja aproximadamente por 12 horas. Calienta suficiente agua en una olla de acero inoxidable. Prepara la sosa cáustica con mucho cuidado, un aproximado del 10 por ciento del peso de la fibra seca, revuélvela con cuidado en un recipiente de vidrio que contenga agua fría.
Como el manejo de la sosa es delicado, es recomendable usar guantes y ropas de algodón, y si accidentalmente te salpica, enjuaga de inmediato con agua fría. No inviertas el procedimiento si se te ocurriera echarle agua a la sosa, los resultados serían lamentables y peligrosos, ya que hace burbujas y salpica.
Antes de que hierva el agua, agrega la solución de sosa cáustica y la fibra vegetal. Deja la mezcla a fuego lento durante tres horas, revolviendo cada media hora. Un indicador de que ya está listo, es cuando las fibras se separan con facilidad. Escurre la solución cáustica restante, diluyéndola con mucha agua o añade vinagre para neutralizar.
Pon la fibra en un cedazo y enjuágala hasta que el agua salga clara o deja remojar la fibra en un recipiente con agua, cámbiala cada hora. Cuando la fibra está completamente limpia, se bate en la licuadora en la misma forma que la pulpa de papel reciclado.
Puedes reducir el tiempo de cocción y batido, descomponiendo las fibras, dejándolas fermentar durante algunas semanas. Colocas las plantas desmenuzadas en un recipiente, cúbrelas con agua y tápalas. Coloca el recipiente en un lugar caliente el tiempo que sea necesario para que las plantas se pudran, luego hiérvelas con sosa cáustica (es mejor hacerlo en el exterior, pues las fibras tienen mal olor) y bate hasta obtener la pulpa.
HACIENDO LAS PAGINAS
Una vez que se forma una hoja de papel en el molde, se retira y se traslada a un trozo de tela para prensarlo entre dos tablas y de esa manera exprimir la mayor cantidad de agua posible. Sobre una tabla un poco más grande que la hoja de papel, se extiende una pieza húmeda de fieltro o manta gruesa, después una tela de algodón húmeda.
Con movimientos de vaivén retira el papel del bastidor para colocarlo en la tela, después cúbrelo con otra tela húmeda. Continúa formando hojas de papel, cubriéndolas con telas húmedas hasta que el montón contenga entre 20 y 30 hojas de papel.
Por último, coloca otra pieza de fieltro o manta y después la otra tabla superior e inferior. Después de acostar el papel es importante enjuagar los pedazos de fieltro para evitar que se endurezcan al secar. Una vez tengas el papel listo, puedes elaborar diversos artículos.
Para teñir el papel se recomienda hacerlo sobre papel aprestado, así no se corre la tinta. El apresto es un pegamento ligero que se aplica sobre la superficie del papel seco o se añade a la tinta durante su elaboración.
Si se utiliza apresto en la tinta, la pulpa no debe ser demasiado ácida porque el papel se decolorará y se quebrará. Si por el contrario, aplicas apresto en el papel, se hace con atomizador o con un pincel suave.
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