Innovaciones en el tratamiento de la epilepsia
La epilepsia afecta a 50 millones de personas, causa crisis impredecibles y reduce la calidad de vida.
Tormentas eléctricas en el cerebro. Foto: Ilustrativa / Freepik
La epilepsia por sí sola tiene un gran impacto en la calidad de vida los pacientes y durante mucho tiempo la medicación ha sido el pilar del tratamiento, que controla las convulsiones en muchos casos, aunque pueden producir efectos secundarios como somnolencia, alteraciones cognitivas, cambios de humor y una sensación de confusión mental, que afecta aún más su bienestar general.
Vivir con esta enfermedad neurológica, una de las más comunes del mundo, es desafiante porque cuando ocurren tormentas eléctricas en el cerebro, que son episodios o crisis intermitentes e impredecibles, se afecta la capacidad de comunicarse y de controlar el cuerpo, explicó Jonathon Parker, neurocirujano en Mayo Clinic en Phoenix.
Aproximadamente 50 millones de personas padecen epilepsia, puede afectar a cualquier persona y entre las posibles causas están la genética, daño cerebral, tumores cerebrales, accidentes cerebrovasculares, enfermedades de los vasos sanguíneos y en algunos casos por razones desconocidas.
El Dr. Parker, director del Laboratorio de Investigación de Neuroelectrónica Basada en Dispositivos, añadió que eventualmente hasta en un tercio de los pacientes los medicamentos no pueden controlar la convulsiones, por lo tanto, la cirugía para quitar o ablacionar (desactivar) el tejido epiléptico es la siguiente opción.
Para tratar la enfermedad ha habido un cambio de paradigma, ahora se cuenta con opciones para intentar rehabilitar los circuitos anormales que provocan las convulsiones, conocido como neuromodulación.
“Buscamos por esa huella dactilar de la señal cerebral que nos diga ‘sí, estos son los parámetros de estimulación adecuados que están llevando al cerebro hacia un estado en el que las convulsiones son menos probables’”, dijo el galeno. “En los pacientes que sufren múltiples ataques, a veces diarios o semanales, si logramos reducirlos de manera drástica, esto les permitirá vivir sus vidas de manera mucho más predecible y de realizar con mayor facilidad las actividades que les gustan, sin tener que vivir con el miedo a estos ataques neurológicos incontrolables”, añadió.
Otras de las opciones es la terapia celular neuronal, donde se está investigando cómo abordar la causa desde la raíz y reparar el cerebro a nivel celular o molecular, en lugar de quitar tejido cerebral o reiniciar el cerebro.
La terapia génica también es un enfoque en investigación que consiste en analizar proteínas o canales iónicos específicos en las células que controlan si una célula va a estar activa o inactiva. Se estudia el uso de un adenovirus para reducir la actividad de los genes en la parte del cerebro donde se originan las convulsiones.