José Manuel Paredes
Publicado 2006/01/08 00:00:00
- Yessika Valdés
SE identifica con el delfín, "porque puede moverse en la inmensidad del mar y por su inteligencia". Los dos principales libros que recomienda son: "La Biblia: porque es el manual que le ayuda a llegar con seguridad a la vida eterna. Y Cómo ganar amigos e influir en las personas, de Dale Carnegie: porque le enseña principios fáciles y prácticos para relacionarse con los demás. Es el manual de relaciones humanas por excelencia". Es un líder en su campo, las relaciones humanas.
Trato de hacerle comprender a la gente que vivimos en el planeta tierra; que aunque también haya lo contrario, aquí hay enfermedades, situaciones difíciles, problemas, dolor, tragedia, y que lo único que nos puede ayudar a estar por encima de todo eso es el mantener una actitud permanentemente positiva y tener la seguridad de que Dios es nuestro constante consejero, nuestro guía, nuestro respaldo y que sin El, la vida será como en efecto la perciben.
Como parte de lo que enseño, creo que debemos darle a las personas, el beneficio de la duda; como dice Dale Carnegie, permitir que la otra persona salve su prestigio. Aunque al practicarlo he recibido algunas decepciones, la mayor parte de las veces el tiempo me ha dado la razón. Hay quienes me dicen que es uno de mis defectos, que soy demasiado confiado. Algunas veces ha ocurrido que han tenido razón, pero he podido constatar que actuando de esa manera me siento bien y que además, como no se me olvida que vivo en el planeta Tierra.
Tuve la ocasión de participar en mi primer curso hace 33 años y el haber aprovechado esa gran oportunidad transformó mi vida. Me dio la plataforma que necesitaba para proyectarme como un profesional de éxito. Trabajaba entonces en la IBM y permanecí allí por 18 años donde hice mi carrera en diferentes posiciones ejecutivas. Como persona me ha hecho más consecuente y dirigido a ayudar a las personas a resolver sus problemas. Me hizo desarrollar la habilidad de eliminar mis preocupaciones y vivir una vida más feliz.
Dejé la IBM en 1984 cuando adquirí los derechos para representar la franquicia de Dale Carnegie en Panamá y desde entonces he estado al frente del Instituto.
Todos ellos dejaron su huella en la historia, fueron miembros de la humanidad que lograron marcar una diferencia, se convirtieron en símbolos que identificaron causas, sus seguidores y simpatizantes están por todas partes y sus vidas quedaron registradas por la humanidad en los libros que han escrito.
Pero me hubiera gustado que también me preguntara que pienso de Jesús. El no sólo dejó su huella en la historia sino que la dividió en dos, fue un miembro de la humanidad que marcó una diferencia imposible de imitar, su causa abarcó a la humanidad entera, cosa que todos los que me preguntó antes, juntos, no podrían lograr, sus seguidores superan, en miles de veces, a los de cualquiera de ellos y su vida y obra quedaron registradas en el libro de los libros, La Biblia.
Haciendo dos cosas: la primera, entregándole sinceramente nuestro corazón y pidiéndole que tome el control de nuestra vida y la segunda, por medio de la oración.
Porque tiene la habilidad de conseguir que los demás hagan voluntariamente lo que él les sugiere.
La cosificación del hombre: Uno de los problemas de nuestra sociedad es que no se identifica realmente con su prójimo; la insensibilidad es el motor de muchos. No debemos disminuir la importancia que tiene el ser humano.
El consumismo: Esto se ha convertido en un deporte con categoría de grandes ligas. El mejor ejemplo es la facilidad con la que se consigue una tarjeta de crédito aunado a nuestro poco autocontrol; sin darnos cuenta, nos lleva cuesta abajo.
Una vida con propósito, de Rick Warren: porque nos contesta las interrogantes de para qué estamos aquí en la Tierra.
Nos veremos en la cumbre, de Zig Ziglar: porque nos estimula a actuar con un sentido de superación personal y enfocarnos para llegar a la cima.
The one minute manager, de Keneth Blanchard: porque enseña de manera práctica cómo ejercer un liderazgo con acciones sencillas, de un minuto.
a) Crea firmemente que en usted hay un potencial por desarrollar.
b) No se compare con los demás a menos que sea para imitar lo bueno.
c) Mantenga una actitud positiva a toda costa.
A la pregunta ¿quién es José Manuel Paredes?, nuestro interlocutor respondió, entre otras cosas que es capitalino, tiene 80 años y prefiere vivir una vida espiritualmente correcta por sobre cualquier otra preferencia. Su primera carrera se relaciona con las computadoras. "Fui preparado como analista y programador por la IBM de Panamá a finales de los años 60 cuando las dos universidades de entonces aún no ofrecían la carrera de informática".
Luego estudió Administración de Empresas, lo cual, destaca "ha sido el fundamento de mi actividad actual como empresario, profesión que lleva 21 años". Actualmente cursa el segundo año de Psicología en la Universidad de Panamá. Cuando se retire de la conducción de los cursos Dale Carnegie planea dedicarse a la asesoría de empresas en el área de los recursos humanos y a disfrutar del tiempo restante .
Tengo un hijo de 29 años, José Manuel, que me ha dado dos nietos. Formó su familia, vive y trabaja en México; una hija, Laura Isabel, de 19 años que estudia en Medellín y el más pequeño, José David, de 12 años que llena todos mis espacios. Mi esposa, un regalo que El Señor me hizo hace 13 años y con quien comparto mi vida, complementa todo aquello que como hombre necesito; es mi equilibrio y muchas veces mi conciencia.
Trato de hacerle comprender a la gente que vivimos en el planeta tierra; que aunque también haya lo contrario, aquí hay enfermedades, situaciones difíciles, problemas, dolor, tragedia, y que lo único que nos puede ayudar a estar por encima de todo eso es el mantener una actitud permanentemente positiva y tener la seguridad de que Dios es nuestro constante consejero, nuestro guía, nuestro respaldo y que sin El, la vida será como en efecto la perciben.
Como parte de lo que enseño, creo que debemos darle a las personas, el beneficio de la duda; como dice Dale Carnegie, permitir que la otra persona salve su prestigio. Aunque al practicarlo he recibido algunas decepciones, la mayor parte de las veces el tiempo me ha dado la razón. Hay quienes me dicen que es uno de mis defectos, que soy demasiado confiado. Algunas veces ha ocurrido que han tenido razón, pero he podido constatar que actuando de esa manera me siento bien y que además, como no se me olvida que vivo en el planeta Tierra.
Tuve la ocasión de participar en mi primer curso hace 33 años y el haber aprovechado esa gran oportunidad transformó mi vida. Me dio la plataforma que necesitaba para proyectarme como un profesional de éxito. Trabajaba entonces en la IBM y permanecí allí por 18 años donde hice mi carrera en diferentes posiciones ejecutivas. Como persona me ha hecho más consecuente y dirigido a ayudar a las personas a resolver sus problemas. Me hizo desarrollar la habilidad de eliminar mis preocupaciones y vivir una vida más feliz.
Dejé la IBM en 1984 cuando adquirí los derechos para representar la franquicia de Dale Carnegie en Panamá y desde entonces he estado al frente del Instituto.
Todos ellos dejaron su huella en la historia, fueron miembros de la humanidad que lograron marcar una diferencia, se convirtieron en símbolos que identificaron causas, sus seguidores y simpatizantes están por todas partes y sus vidas quedaron registradas por la humanidad en los libros que han escrito.
Pero me hubiera gustado que también me preguntara que pienso de Jesús. El no sólo dejó su huella en la historia sino que la dividió en dos, fue un miembro de la humanidad que marcó una diferencia imposible de imitar, su causa abarcó a la humanidad entera, cosa que todos los que me preguntó antes, juntos, no podrían lograr, sus seguidores superan, en miles de veces, a los de cualquiera de ellos y su vida y obra quedaron registradas en el libro de los libros, La Biblia.
Haciendo dos cosas: la primera, entregándole sinceramente nuestro corazón y pidiéndole que tome el control de nuestra vida y la segunda, por medio de la oración.
Porque tiene la habilidad de conseguir que los demás hagan voluntariamente lo que él les sugiere.
La cosificación del hombre: Uno de los problemas de nuestra sociedad es que no se identifica realmente con su prójimo; la insensibilidad es el motor de muchos. No debemos disminuir la importancia que tiene el ser humano.
El consumismo: Esto se ha convertido en un deporte con categoría de grandes ligas. El mejor ejemplo es la facilidad con la que se consigue una tarjeta de crédito aunado a nuestro poco autocontrol; sin darnos cuenta, nos lleva cuesta abajo.
Una vida con propósito, de Rick Warren: porque nos contesta las interrogantes de para qué estamos aquí en la Tierra.
Nos veremos en la cumbre, de Zig Ziglar: porque nos estimula a actuar con un sentido de superación personal y enfocarnos para llegar a la cima.
The one minute manager, de Keneth Blanchard: porque enseña de manera práctica cómo ejercer un liderazgo con acciones sencillas, de un minuto.
a) Crea firmemente que en usted hay un potencial por desarrollar.
b) No se compare con los demás a menos que sea para imitar lo bueno.
c) Mantenga una actitud positiva a toda costa.
A la pregunta ¿quién es José Manuel Paredes?, nuestro interlocutor respondió, entre otras cosas que es capitalino, tiene 80 años y prefiere vivir una vida espiritualmente correcta por sobre cualquier otra preferencia. Su primera carrera se relaciona con las computadoras. "Fui preparado como analista y programador por la IBM de Panamá a finales de los años 60 cuando las dos universidades de entonces aún no ofrecían la carrera de informática".
Luego estudió Administración de Empresas, lo cual, destaca "ha sido el fundamento de mi actividad actual como empresario, profesión que lleva 21 años". Actualmente cursa el segundo año de Psicología en la Universidad de Panamá. Cuando se retire de la conducción de los cursos Dale Carnegie planea dedicarse a la asesoría de empresas en el área de los recursos humanos y a disfrutar del tiempo restante .
Tengo un hijo de 29 años, José Manuel, que me ha dado dos nietos. Formó su familia, vive y trabaja en México; una hija, Laura Isabel, de 19 años que estudia en Medellín y el más pequeño, José David, de 12 años que llena todos mis espacios. Mi esposa, un regalo que El Señor me hizo hace 13 años y con quien comparto mi vida, complementa todo aquello que como hombre necesito; es mi equilibrio y muchas veces mi conciencia.
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