La madre del cambio de imagen

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Madonna es la madre de la reinvención, una especie de "camaleón" que siempre está un paso adelante en el voluble mundo del espectáculo.
Desde los atrevidos videos condenados por el Vaticano hasta "Mamma-Donna", la madre de dos hijos que caminará hacia el altar hoy viernes, ha tenido más cambios de imagen que David Bowie, y siempre se ha mantenido un paso adelante de sus detractores.
Después de dos décadas en la cima de la música pop, ha amasado una fortuna de 200 millones de dólares.Y ahora una nueva generación de admiradores volvió a ponerla al tope de los ránkings disqueros, esta vez vestida con botas de vaquero adornadas con piedras de fantasía.
El reflejo perfecto de la imagen de Madonna es el de la desaparecida primera dama argentina Eva Duarte de Perón, que también subió a la fama desde la oscuridad.
Con razón Madonna le rogó al director Alan Parker que le diera el papel en la película "Evita", lo que le significó un premio Globo de Oro en 1996.
Ahora su boda en Highlands, en el norte de Escocia, con el director británico de cine Guy Ritchie tres días antes de Navidad ha producido el mayor revuelo periodístico desde que se casó por primera vez con el entonces chico malo de Hollywood, Sean Penn.
En esa boda, realizada en el balneario californiano de Malibu, los paparazzi alquilaron hasta helicópteros para poder fotografiar la ceremonia desde el aire.
Hasta 1.000 reporteros llegarán hasta el tranquilo pueblito escocés de Dornoch, elocuente testimonio a la continua atracción que posee Madonna a sus 42 años.
En su profesión ferozmente competitiva, su genio para la reinvención ha sido acompañado con un agudo sentido para las finanzas y los cambios de modas.
Ella nunca ha buscado el botón de la autodestrucción como muchas otras estrellas del mundo del espectáculo.
"La única forma de conseguir algo es agarrándolo.Si uno espera, otra persona lo toma primero", dijo en una ocasión".
Esa fue una lección que aprendió muy pronto.
Madonna Louise Veronica Ciccone nació en Bay City, Michigan, el 16 de agosto de 1958.
Fue la tercera de ocho hijos de una devota familia católica de origen italiano.Su madre murió cuando ella tenía seis años.Su estricto padre disciplinario los crió solo.
"Fui superexitosa para conseguir la aprobación del mundo.No tenía madre, por lo que necesitaba a todo el mundo a mi alrededor, confesó".
Después de estudiar danza, se mudó de Michigan a Nueva York a los 19 años.Llevaba sólo 35 dólares en el bolsillo y le dijo al taxista: "Lléveme donde está todo".La dejó en Times Square, en el corazón de Manhattan.
Su gran momento fue en 1984, cuando firmó un contrato disquero y lanzó sus primeros dos superéxitos, "Like a Virgin" y "Holiday".Iba camino a la gloria.
Al año siguiente se casó con Penn y consiguió uno de sus papeles cinematográficos más memorables en "Desperately Seeking Susan" (Buscando desesperadamente a Susan).
Su tormentoso matrimonio duró sólo cuatro años y su actuación junto a Penn en "Shanghai Surprise" (Sorpresa de Shanghai) fue un fracaso rotundo.
MADONNA ES SINONIMO DE POLEMICA
En su gira "Blonde Ambition", en 1990, usó su famoso sostén cónico confeccionado por Jean Paul Gaultier y cubrió el escenario con imágenes religiosas.
El Vaticano lo llamó "uno de los espectáculos más satánicos de la historia de la humanidad".
En el documental "En la cama con Madonna" quedó para la posteridad su coqueteo con el galán de Hollywood, Warren Beatty.
En 1992, su libro erótico "Sex", en el que posó desnuda en una serie de poses provocativas, fue severamente criticado.
Su vida amorosa, como su carrera, ha sido una verdadera mntaña rusa por sus altibajos.
En 1996, dio a luz a su hija Lourdes.El padre fue su entrenador personal de origen cubano, Carlos León.
Después vino el momento crucial de su vida sentimental cuando conoció a Ritchie, 10 años menor que ella, en una cena que dio en Londres su colega Sting.
Fue amor a primera vista.En su propia frase memorable confesó: "Me volvió loca".
En agosto nació su hijo Rocco.Ahora, "la reina del pop" está lista para su máxima coronación: la boda británica del año en un castillo de cuentos de hadas con el hombre al que llama cariñosamente "El patrón".