La Navidad la trajo Copa Airlines en el vuelo 925
- Rosalina Orocu
Noventa niños panameños con sus ojos hicieron tomas aéreas de Panamá, el 3 de diciembre, un día que ni la lluvia pudo empañar.
Carolina Palacio (10 años), de la Escuela República de Finlandia y Juan Daniel Ramos (7 años), de la Escuela de Cerro Viento viajaron por primera vez en avión el lunes de esta semana.
Ahora podrán hablar con propiedad sobre lo que es un aeropuerto, cómo es un avión por dentro, qué se siente cuando estás en el aire, cómo se miran los ríos y montañas desde el cielo...
Ellos pudieron vivir esa experiencia que aún en pleno Siglo XXI constituye un privilegio para muchos pobladores de Panamá y el mundo.
Hicieron posible que ellos fuesen pasajeros de un avión, cientos de colaboradores de Copa Airlines que apoyan la iniciativa el "Vuelo Inolvidable al Mundo", que la línea aérea realiza anualmente en diciembre desde hace catorce años. Del que han disfrutado 1,400 niños.
Antes de abordar la nave 1323 de Copa Airlines con sus equipajes (que diga las mochilas llenas de cariñitos donados por la empresa aérea y colaboradores), escucharon villancicos, pasaron por Migración, dieron sus generales y hablaron entre sí de sus expectativas.
Estaban bien formaditos en la terminal y ansiosos por cruzar por la puerta No. 23, por donde debían entrar los pasajeros del vuelo No. 925. "No tengo ningún poquito de miedo" dijo José Félix Soto, de 10 años, de la Escuela San José, de Soná.
Con todo y que es la primera vez que volaba.
Tampoco habían pisado antes un avión y menos viajado en él Juan Daniel Ramos (7 años), de Cerro Viento, y Marina Marlene Avecilla, de III grado, de la Escuela Miguel Alba, de Soná.
Se amarraron los cinturones. Escucharon las instrucciones de los sobrecargos. El avión despegó.
La ansiedad se transformó en bullicio y asombro. El júbilo era tal que -aunque llovió- el rostro de los niños se mantuvo iluminado todo el trayecto. Al punto de que entre las gotas de lluvia y las tímidas nubes se podía ver cómo el sol palidecía de envidia.
A la 1:30 p.m. empezaron a descender, con rostros radiantes. La primera fue Katherine Conrado, de 9 años, del Hogar San José de Malambo.
Pedro Santa Claus y Mamá Claus (Yadira Quintero) estaban en primera fila para recibirlos.
Fotos, globos, regalos, juguetes, payasitos pinta caritas, un mundo de sorpresas los esperaba. Esa noche, seguramente durmieron y soñaron con el Viaje Inolvidable.
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