Los músculos del abdomen
Publicado 2001/08/16 23:00:00
- Tokio
Un cuerpo perfecto debe estar acompañado de abdómenes bien formados y según los entendidos, para tonificarlos, lo primero que debe hacer es conocerlos. Esto le permitirá concentrar sus fuerzas en la parte que más le interesa, porque, contrariamente a lo que se suele creer, estos músculos no se ubican sólo en la parte delantera del abdomen, sino que las fibras llegan también hasta costillas y vértebras.
Los músculos abdominales no son sólo el vientre. Sus dominios se extienden más allá de la "barriguita" que no sólo es consecuencia de la acumulación de grasas, sino también de la falta de tono muscular, que sólo se consigue mediante una ejercitación adecuada. Por este motivo, y dependiendo de su ubicación, expertos fisiólogos han dividido los músculos en tres grupos:
EL RECTO ABDOMINAL
Es el más superficial de los músculos abdominales y se encuentra en la cara anterior del abdomen. Su ejercitación se consigue cuando acercamos el esternón al pubis, es decir, cuando flexionamos el tronco hacia delante desde el suelo.
LOS OBLICUOS
Ambos, el derecho y el izquierdo, pertenecen a la capa media de la musculatura y se ejercitan no sólo cuando se inclinan y se rota el tronco hacia un lado, sino también cuando lo hacemos hacia delante, mirando al frente. Los estudiosos los han dividido en dos: el oblicuo mayor y el menor, ambos dispuestos "oblicuamente" de manera que al ser trabajados tonifican la parte superior, lateral e inferior del abdomen.
TRANSVERSO
Es el más profundo de los músculos, y el más "difícil de ubicar" en cuanto a tonificación se refiere. Se inserta por la parte superior en las siete últimas costillas, por la posterior en las vértebras lumbares y por la inferior en la altura del bajo vientre. Sus fibras son horizontales por eso su nombre y todas ellas se dirigen a la parte anterior del abdomen con lo que trabajarlo es preciso para conseguir el efecto estético deseado.
Como puede comprobar, el aparato abdominal es más complejo de lo que podría parecer a simple vista por lo que no debe obviar ninguna de sus partes para conseguir el tono muscular adecuado. Por ello varía la posición y dirección del ejercicio levantando el tronco no sólo hacia delante, como suele ser habitual, sino también hacia los lados. Siempre con las vértebras lumbares tocando al suelo y con las vértebras cervicales apoyadas en sus brazos o manos. Estos ejercicios garantizan resultados que serán obvios antes de lo que usted imagina.
Los músculos abdominales no son sólo el vientre. Sus dominios se extienden más allá de la "barriguita" que no sólo es consecuencia de la acumulación de grasas, sino también de la falta de tono muscular, que sólo se consigue mediante una ejercitación adecuada. Por este motivo, y dependiendo de su ubicación, expertos fisiólogos han dividido los músculos en tres grupos:
EL RECTO ABDOMINAL
Es el más superficial de los músculos abdominales y se encuentra en la cara anterior del abdomen. Su ejercitación se consigue cuando acercamos el esternón al pubis, es decir, cuando flexionamos el tronco hacia delante desde el suelo.
LOS OBLICUOS
Ambos, el derecho y el izquierdo, pertenecen a la capa media de la musculatura y se ejercitan no sólo cuando se inclinan y se rota el tronco hacia un lado, sino también cuando lo hacemos hacia delante, mirando al frente. Los estudiosos los han dividido en dos: el oblicuo mayor y el menor, ambos dispuestos "oblicuamente" de manera que al ser trabajados tonifican la parte superior, lateral e inferior del abdomen.
TRANSVERSO
Es el más profundo de los músculos, y el más "difícil de ubicar" en cuanto a tonificación se refiere. Se inserta por la parte superior en las siete últimas costillas, por la posterior en las vértebras lumbares y por la inferior en la altura del bajo vientre. Sus fibras son horizontales por eso su nombre y todas ellas se dirigen a la parte anterior del abdomen con lo que trabajarlo es preciso para conseguir el efecto estético deseado.
Como puede comprobar, el aparato abdominal es más complejo de lo que podría parecer a simple vista por lo que no debe obviar ninguna de sus partes para conseguir el tono muscular adecuado. Por ello varía la posición y dirección del ejercicio levantando el tronco no sólo hacia delante, como suele ser habitual, sino también hacia los lados. Siempre con las vértebras lumbares tocando al suelo y con las vértebras cervicales apoyadas en sus brazos o manos. Estos ejercicios garantizan resultados que serán obvios antes de lo que usted imagina.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.