Manteles, belleza a primera vista
- Itzel D. Campos R.
Para vestir elegantemente la mesa del comedor, el mantel blanco, de lino o algodón, es el indicado. Utilice como complemento servilletas que combinen.
El mantel es el vestido principal de la mesa, es perfecto para dar una nota de color. Además su uso es muy práctico y agradable. En la antigüedad, eran signo de distinción entre la nobleza, estaban bordados con hilos de oro y llevaban piedras preciosas.
Actualmente hay quienes piensan que vestir la mesa puede ser complicado. Sin embargo, el uso del mantel resulta más práctico y agradable de lo que se piensa.
El tamaño de los manteles varía dependiendo de la forma de la mesa. Las rectangulares de 4 puestos miden 72” x 54”; de 6 puestos, “72 x 90”; de 8 puestos, “72 x 108”; también hay para 10, 12 y 20 puestos. Entre los materiales con los que se confeccionan están el algodón, poliéster, organza y los tejidos (hindúes), generalmente los manteles incluyen las servilletas, que hacen juego para guardar sintonía con todo el conjunto, explicó Lissy Gómez, de la Sección de Mantelería del Almacén Sol de la India.
La clave para que la mesa luzca hermosa es seleccionar un mantel que se ajuste a ésta adecuadamente, para que se aprecie la belleza, la caída ideal es entre 6" y 12" (pulgadas) por debajo del borde de la mesa. Por esto es necesario conocer las dimensiones de su mesa a la hora de comprarlo.
Debe cubrir por completo la mesa, sin colgar hasta el suelo. La regla general es que solamente debe colgar, como mucho, un tercio de la distancia que haya desde la mesa hasta el suelo. Por supuesto, tampoco deberá quedar corto, dejando al descubierto una parte del mueble o quedando al "ras" de la mesa, tapando justamente el borde.
El color más utilizado y elegante es el blanco, y los colores pasteles suaves o el color marfil. En determinadas ocasiones, como Navidad, por ejemplo, se pueden utilizar manteles con diversos motivos referentes a la fecha. Las servilletas deben estar a juego con el mantel.
Es uno de los elementos más importantes del atuendo de una mesa, y cumple varias funciones: protege la base y viste la superficie. También le imprime personalidad y versatilidad.
La variedad de manteles es amplia y se puede jugar con los colores, diseños y motivos para lograr diversos resultados.
Usos. Para las comidas familiares, resulta muy práctico un mantel resistente, en algodón o en algodón con poliéster.
Los individuales pueden ser una solución fácil de usar. Si la mesa es de granito o de una madera bonita, la hará lucir.
Plástico o papel son recomendables para usarse en fiestas infantiles, ya que los niños suelen dejar las mesas en condiciones poco apropiadas para cualquier otro tipo de mantel.
Doble mantel. Cuando se quiere vestir una mesa con manteles superpuestos hay que tomar en cuenta que la tela de abajo debe tener cuerpo y movimiento, mientras que la de arriba debe tener un lindo acabado.
Existe un accesorio o complemento llamado “Camino de mesa” que cumple la misma función del mantel, pero es menos complicado y da una imagen distinta, más moderna, minimalista y resalta las cualidades de la base de la mesa, hace lucir el cristal o la madera de la cubierta.
Al igual que los manteles, se utilizan diversas texturas para elaborarlos como el lino, la seda y el algodón.
Sobre los caminos de mesa se colocan los platos y la vajilla que se utilizará durante la comida, y pueden ser ubicados a lo largo y a lo ancho, cubriendo exactamente los espacios donde irían los individuales.
Los caminos de mesa no sólo sirven de sustituto al mantel, sino que se complementan muy bien con éste.
Para una ocasión memorable se aconseja vestir la mesa con un mantel de una tonalidad, y sobre éste colocar un camino a lo largo y ancho de la mesa de un color que contraste con el fondo del mantel.
Los caminos de mesa pueden tener la misma longitud de un mantel, deben tener las medidas necesarias para que el plato principal repose sobre la tela, dejando al descubierto el resto de la superficie.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.