Muchas estrellas con muy poca chispa
- Nicolás Kusmin (Especial para Ey!)
¿Cuán bajo puede caer un gran grupo de actores, –muchos ganadores del premio Óscar– como parte de un súper elenco, para realizar en conjunto un filme coral con tan poca chispa?
Se supone que ninguno de estos actores, de la talla de Michelle Pfeiffer, Hillary Swank, Sarah Jessica Parker, Jessica Biel, Ashton Kutcher, Robert De Niro, Halle Berry y siguen las firmas, necesiten a estas alturas de sus carreras realizar una película como “Año Nuevo” por el dinero (de hecho, no parece una realización muy costosa), ¿será más bien una concesión al veterano Garry Marshall, que tiene en su haber éxitos como “Mujer Bonita” y “Frankie y Johnny”? Es difícil saberlo.
“Año Nuevo”, une (o más bien, intenta unir) un sinfín de historias alrededor de la noche del 31 de diciembre de 2011 y de la madrugada del 1 de enero. Es una idea que ya había explotado en 2010 el director en “Día de los Enamorados” con la fecha de San Valentín, con una suerte, desde lo artístico, parecida.
Tomando como centro la famosa esfera del Times Square que baja segundos antes de la medianoche desde 1907, las historias se suceden y entremezclan. No faltará todo el ramo de clisés que el peor Hollywood tiene para ofrecer: el moribundo (Robert De Niro) que desea llegar hasta el nuevo año, la enfermera que lo asiste (¿hacía falta vestir a Halle Berry así y con su amado al otro lado del monitor, como militar en misión?), la madre sobre protectora (Sarah Jessica Parker), la mujer que desea dejar su trabajo y realizar todos sus sueños en pocas horas (una desmejorada y mal operada Michelle Pfeiffer), el que odia las fiestas (Ashton Kutcher) y no tiene mejor suerte que quedar atrapado en un viejo ascensor con nada menos que su nueva vecina; un súper astro de la música llamado “Jensen” (Jon Bon Jovi) con mal de amores y cantando baladas de amor, y muchas historias más. En el medio, no faltarán las frases sobre las segundas oportunidades en la vida, sobre la redención y un sinnúmero de cuestiones parecidas.
Algo queda muy en claro en “Año Nuevo”, más allá de disfrutar a Nueva York vestida de gala para una noche tan especial: reunir a un elenco de estrellas con oficio no da siempre como resultado una buena película. También, que los filmes de historias corales –más allá que estas se puedan unir en algún punto– pocas veces han salido bien. Posiblemente el que ha logrado aunar diversas tramas, rompiendo en ocasiones la temporalidad, ha sido Quentin Tarantino.
Se debe mencionar a su vez, a una comedia, que sí ha logrado unir con calidad a tantos actores e historias como “Realmente Amor”, del año 2003 con el papel inolvidable del actor Hugh Grant como Primer Ministro Británico.
Al final, con los créditos, se incluyen los consabidos “bloopers” o errores de rodaje que demuestran que todos los astros de esta producción, por lo menos al hacerla, se han divertido muchísimo, más que lo harán los espectadores.
Una lugar especial.
Se estima que 500 mil personas transitan por Times Square en un día promedio, pero el 31 de diciembre ese número se duplica, sumado a los mil millones que lo miran por T.V. en todo el mundo. "Existen fiestas en otras ciudades grandes: Londres, París, Moscú, pero creo que la gente en todas partes aún quiere ver caer la bola en Nueva York”, relató Halle Berry. "Hay algo especial en La Gran Manzana".
El director Garry Marshall, que nació y creció en el Bronx, siempre ha estado estrechamente asociado a Nueva York y se nutrió de una fuente infinita de vívidos recuerdos para la película. "Siempre fue una gran noche para mí siendo niño", comentó. "En realidad es un día de fiesta para adultos, pero a los niños les gusta porque hay mucha emoción en el aire, no pueden evitar sentir que algo especial está pasando, y si tienen suerte, sus padres los levantan a la medianoche, medio dormidos, para festejar. En mi familia se golpeaban ollas y sartenes y gritábamos por la ventana. Después, cuando ya era un poco más grande, fui a Times Square para ver bajar la bola y después, ya como músico, toqué en algunos de los clubes de ahí. Fue fantástico revivir esos momentos al hacer esta película", continúa Marshall. "Pero eso es lo que la víspera de Año Nuevo le hace a la gente: remueve los recuerdos. Te hace mirar hacia adelante y hacia atrás al mismo tiempo, y pensar: '¿Dónde voy a estar el año que viene?' ".
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