"Para vivir encantada de la vida"
Publicado 2003/01/20 00:00:00
- Yessika Valdés
Escucha a tu corazón, invita la aventura a tu vida, disfruta de tus excentricidades, sé discreta, olvídate de tus "demasiados", alardea de vez en cuando, envejece bien, recupera el pasado, busca cosas que vibren en tu frecuencia, reconoce todas las bendiciones, incrementa tu vitalidad, acaba con los ruidos y ayuda a parir sueños, aconseja la escritora Victoria Morán.
Una compilación de verdades universales, experiencias vitales, sumadas a la observación y a una intuición y meditación bien cultivadas, constituyen su obra "Para vivir encantada de la vida" , en la cual Morán incluye más de 70 consejos que van dirigido especialmente a las mujeres, aunque son aplicables a ambos sexos.
En la introducción de su libro ella plante que para darle encanto a tu vida "no necesitas más tiempo, dinero o inspiración del que necesitaste para escoger este libro". Y he allí que otras observaciones que aconseja para lograr tal propósito son: no llores sobre la leche derramada, cultiva la compasión, honra tus ciclos, ábrete a los milagros, da por hecho que eres bella, forma alianzas estratégicas, ponle encanto a tu trabajo y haz una tregua con tu reloj.
Con todo y que vivimos en un mundo donde al tiempo parece que le hubieran salido alas y en que se quiere hacer un sin fin de cosas a la vez y quedar bien con todo el mundo, y aunque "la sociedad nos exige que vivamos de acuerdo con nuestra cabeza, mientras que nuestros instintos insisten en que escuchemos a nuestro corazón", plantea Morán y relata cómo un día en que estaba estresada y frenética, cuando su hija y su hijastra le trajeron una paloma que tenía un ala rota, ella se sintonizó en su canal del corazón y dejó otras cosas de lado e invirtió tiempo en llevar al animalito a un veterinario y aunque éste no pudo salvarla, la experiencia le permitió meditar respecto a lo verdaderamente importante en la vida y la necesidad de hacer una tregua en el corre corre diario para colocar en la agenda espacio para dedicarlo a "una persona-o a una paloma- necesitada".
A juicio de la autora "traer aventuras sanas a nuestra vida es una manera sana de hacer que ésta sea tan interesante que ya no tengamos que inventar problemas, mientras que al mismo tiempo aumentamos nuestro valor para que podamos enfrentar los problemas cuando realmente lleguen".
Ser discreto no es ser frío y extremadamente reservado, sino ser selectivos a la hora de abrirse a los demás. De hecho, la discreción es el arte de la moderación y es una virtud que ayuda a las personas "a hacer menos cosas tontas y, cuando las hacen, no lo anuncian en el periódico", analiza la escritora quien insta a tratar de desarrollar ese don..
Puesto que, como bien dice el refrán "nadie es monedita de oro" para agradarle a todo el mundo, al invitar Morán a disfrutar de tus excentricidades, lo que quiere llamar la atención en dos direcciones: es bueno tener la estima alta y a la vez valorar las singularidades, lo que hace a cada ser único y nada de estar tratando de ser como todos y obtener la aprobación de todos, porque eso sí que hace la vida desgraciada.
Haz alarde de tu talento, agilidad, calidad, libertad, constancia o cualquier otra cosa de la que te sientas orgullosa y que sabes que te ayuda a mantenerte con la moral alta, optimista, admirada y gozar del respeto de otros. Es cuestión de salud mental y de apreciación de sí mismos.
Una compilación de verdades universales, experiencias vitales, sumadas a la observación y a una intuición y meditación bien cultivadas, constituyen su obra "Para vivir encantada de la vida" , en la cual Morán incluye más de 70 consejos que van dirigido especialmente a las mujeres, aunque son aplicables a ambos sexos.
En la introducción de su libro ella plante que para darle encanto a tu vida "no necesitas más tiempo, dinero o inspiración del que necesitaste para escoger este libro". Y he allí que otras observaciones que aconseja para lograr tal propósito son: no llores sobre la leche derramada, cultiva la compasión, honra tus ciclos, ábrete a los milagros, da por hecho que eres bella, forma alianzas estratégicas, ponle encanto a tu trabajo y haz una tregua con tu reloj.
Con todo y que vivimos en un mundo donde al tiempo parece que le hubieran salido alas y en que se quiere hacer un sin fin de cosas a la vez y quedar bien con todo el mundo, y aunque "la sociedad nos exige que vivamos de acuerdo con nuestra cabeza, mientras que nuestros instintos insisten en que escuchemos a nuestro corazón", plantea Morán y relata cómo un día en que estaba estresada y frenética, cuando su hija y su hijastra le trajeron una paloma que tenía un ala rota, ella se sintonizó en su canal del corazón y dejó otras cosas de lado e invirtió tiempo en llevar al animalito a un veterinario y aunque éste no pudo salvarla, la experiencia le permitió meditar respecto a lo verdaderamente importante en la vida y la necesidad de hacer una tregua en el corre corre diario para colocar en la agenda espacio para dedicarlo a "una persona-o a una paloma- necesitada".
A juicio de la autora "traer aventuras sanas a nuestra vida es una manera sana de hacer que ésta sea tan interesante que ya no tengamos que inventar problemas, mientras que al mismo tiempo aumentamos nuestro valor para que podamos enfrentar los problemas cuando realmente lleguen".
Ser discreto no es ser frío y extremadamente reservado, sino ser selectivos a la hora de abrirse a los demás. De hecho, la discreción es el arte de la moderación y es una virtud que ayuda a las personas "a hacer menos cosas tontas y, cuando las hacen, no lo anuncian en el periódico", analiza la escritora quien insta a tratar de desarrollar ese don..
Puesto que, como bien dice el refrán "nadie es monedita de oro" para agradarle a todo el mundo, al invitar Morán a disfrutar de tus excentricidades, lo que quiere llamar la atención en dos direcciones: es bueno tener la estima alta y a la vez valorar las singularidades, lo que hace a cada ser único y nada de estar tratando de ser como todos y obtener la aprobación de todos, porque eso sí que hace la vida desgraciada.
Haz alarde de tu talento, agilidad, calidad, libertad, constancia o cualquier otra cosa de la que te sientas orgullosa y que sabes que te ayuda a mantenerte con la moral alta, optimista, admirada y gozar del respeto de otros. Es cuestión de salud mental y de apreciación de sí mismos.
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