"Peligroso" pudor
Publicado 2003/10/12 23:00:00
- Yessika Valdés
El profesionalismo médico no riñe con el pudor natural e innato de las pacientes, opina el ginecólogo-oncólogo Aníbal Villa- Real. El especialista expresó que "exhibir el cuerpo desnudo es un acto incómodo para muchas personas y cuando se tiene que hacer frente a un desconocido no es tan fácil desprenderse de ese pudor".
El también presidente de la Sociedad Panameña de Oncología dijo que es "asunto familiar o cultural", que quienes se muestran más pudorosas y renuentes a desvestirse para que las examinen son "las mujeres de la vieja guardia (de edad avanzada), que no han aprendido a aceptar que el examen es un examen normal. Las abuelitas vienen al médico es porque las hijas las traen. Algunas vienen a regañadientes, para que las dejen tranquilas, aunque no estén muy convencidas de la necesidad del examen de salud".
"Eso es perfectamente entendible y razonable, que la persona tenga ese pudor. Es innato. Nosotros tratamos de hacerla sentirse bien. Tratamos de explicarle la importancia de la exploración y bajarle la tensión", manifestó Villa- Real.
Para aliviarles la sensación de incomodidad se le dice que será rápido. "La gente necesita ser comprendida", manifestó. Sin embargo, comparando los sexos, Villa-Real dijo que "las mujeres aceptan más fácilmente las exploraciones que los hombres".
La razón por la cual a los hombres les cuesta más trabajo desnudarse es su machismo. Inclusive, según dijo el ginecólogo y oncólogo, hay hombres que por asuntos de temor infundado prefieren que otra mujer sea la que les vea a su esposa y no un especialista varón. "Es una paciente, lo que menos está pensando el doctor es nada malo", expresó y añadió que "quizás juzgan por su propia condición".
El entrevistado dijo que él ha tenido pacientes por mucho tiempo, que después que se casan cambian de médico y generalmente es porque la pareja les ha pedido que cambien a una ginecóloga. En conclusión, el pudor no tiene nada de malo, pero, no superarlo puede costarle la vida cuando de cáncer de mamas o cérvico uterino se trata, en el caso de la mujer y de próstata en el del hombre.
El también presidente de la Sociedad Panameña de Oncología dijo que es "asunto familiar o cultural", que quienes se muestran más pudorosas y renuentes a desvestirse para que las examinen son "las mujeres de la vieja guardia (de edad avanzada), que no han aprendido a aceptar que el examen es un examen normal. Las abuelitas vienen al médico es porque las hijas las traen. Algunas vienen a regañadientes, para que las dejen tranquilas, aunque no estén muy convencidas de la necesidad del examen de salud".
"Eso es perfectamente entendible y razonable, que la persona tenga ese pudor. Es innato. Nosotros tratamos de hacerla sentirse bien. Tratamos de explicarle la importancia de la exploración y bajarle la tensión", manifestó Villa- Real.
Para aliviarles la sensación de incomodidad se le dice que será rápido. "La gente necesita ser comprendida", manifestó. Sin embargo, comparando los sexos, Villa-Real dijo que "las mujeres aceptan más fácilmente las exploraciones que los hombres".
La razón por la cual a los hombres les cuesta más trabajo desnudarse es su machismo. Inclusive, según dijo el ginecólogo y oncólogo, hay hombres que por asuntos de temor infundado prefieren que otra mujer sea la que les vea a su esposa y no un especialista varón. "Es una paciente, lo que menos está pensando el doctor es nada malo", expresó y añadió que "quizás juzgan por su propia condición".
El entrevistado dijo que él ha tenido pacientes por mucho tiempo, que después que se casan cambian de médico y generalmente es porque la pareja les ha pedido que cambien a una ginecóloga. En conclusión, el pudor no tiene nada de malo, pero, no superarlo puede costarle la vida cuando de cáncer de mamas o cérvico uterino se trata, en el caso de la mujer y de próstata en el del hombre.
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