Pelvis revela que hombres primitivos eran más fuertes que los de hoy
Publicado 1999/07/06 23:00:00
- Madrid
Los hombres primitivos eran mucho más fuertes que los actuales, medían cerca de 1,80 metros y pesaban casi 100 kilos, según revela una pelvis de 300.000 años de antiguedad, hallada por investigadores españoles en el yacimiento de Atapuerca.
El descubrimiento, del que informó la revista científica "Nature", puede revolucionar las teorías sobre la
evolución humana y aportar nuevas claves para desvelar la gran incógnita de la extinción del
"Homo Neanderthalensis" después de más de 10.000 años de competencia con el "Homo Sapiens",
según fuentes científicas.
La cadera hallada en el yacimiento antropológico de Atapuerca, en la provincia de Burgos, y de una antiguedad de
300.000 años, pertenece al llamado "Homo Heidelbergensis", los ancestros de los neandertales.
Según uno de los responsables de las excavaciones, el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, en la evolución
de la especie se puede establecer una suerte de comparación en términos automovilísticos:
entonces eran "todoterrenos" y ahora somos "utilitarios".
Para Arsuaga "una pelvis es el fósil más valioso que se puede descubrir", y éste es excepcional.
Se trata de la pelvis humana mejor conservada del mundo, procedente de un hombre de 95 kilos,
el antepasado más corpulento jamás descubierto, hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca,
uno de los yacimientos en los que investigan científicos españoles.
La importancia se debe a su rareza, ya que la de Atapuerca es la cuarta cadera hallada en la historia
de la paleontología humana, pero la más "completa", y porque ningún otro fósil alberga tanta información
sobre la locomoción, reproducción, anatomía o ciclo vital de los homínidos.
"Elvis", como han bautizado sus descubridores a este hueso, es "enorme, tremendamente grande", y su
dueño era un hombre que medía entre 1,73 y 1,80 metros y pesaba entre los 95 y 100 kilos,
lo que demuestra la "fortaleza física de nuestros antepasados", explicó Arsuaga.
Para el paleontólogo, la reducción del esqueleto y de la masa muscular llevada a cabo a lo largo de los siglos,
"nos hizo más débiles, pero también más económicos en cuanto a metabolismo, necesitábamos consumir
menos para sobrevivir, y en cuanto a locomoción". Agregó que el hallazgo deja patente que estos
antepasados no eran seres marginales en el ecosistema, sino que ocupaban un papel central compitiendo con
los grandes carnívoros y depredadores.
La cadera fue descubierta durante el verano de 1994 en la Sima de los Huesos, donde se han recuperado hasta
ahora más de 2.500 fósiles humanos procedentes de por lo menos 33 individuos distintos.
Estos fósiles tienen con toda seguridad más de 200.000 años, aunque, según los científicos,
podrían llegar incluso a los 300.000 años de antiguedad. El estudio de "Elvis"
también aclara capítulos oscuros de la historia de la humanidad, como la evolución de la sexualidad,
el desarrollo del parto o el nivel de autonomía de los bebés. Por la forma de la pelvis se deduce
que aquellos hombres ya hacían el amor cara a cara, y además esa constitución ósea hizo que el parto en
los humanos les distinga abiertamente de otros mamíferos. Así, obligaba al feto a entrar en el canal del
parto con una orientación, a girar bruscamente la cabeza para pasar, arquear la columna vertebral hacia
atrás y salir con otra orientación: una trayectoria compleja que los humanos actuales hemos conservado
y que nos distingue de las demás especies. Además se podría dar a luz a un feto a término, ya que la
cabeza del recién nacido pasaría "con toda holgura" por la cavidad pélvica, lo que da a entender que
el desarrollo del recién nacido era más avanzado que actualmente.
También se concluye que aunque el "propietario" de "Elvis" murió con 35 años, la longevidad potencial era
similar a la nuestra, dijo Arsuaga. Anteriores a "Elvis" sólo se conocen dos pelvis de Australopithecus,
una de ellas procedente de Etiopía y otra de Sudáfrica. Además se dispone de una cadera neandertal del
yacimiento israelí de Kebara, con una antiguedad de unos 60.000 años. Ninguna de las tres, según los
investigadores españoles, está tan bien conservada como la encontrada en la Sima de los Huesos de Atapuerca,
yacimiento donde también se hallaron los restos del "Homo antecesor", descrito como el primer europeo y
antepasado común de los neardentales y del hombre moderno.
El descubrimiento, del que informó la revista científica "Nature", puede revolucionar las teorías sobre la
evolución humana y aportar nuevas claves para desvelar la gran incógnita de la extinción del
"Homo Neanderthalensis" después de más de 10.000 años de competencia con el "Homo Sapiens",
según fuentes científicas.
La cadera hallada en el yacimiento antropológico de Atapuerca, en la provincia de Burgos, y de una antiguedad de
300.000 años, pertenece al llamado "Homo Heidelbergensis", los ancestros de los neandertales.
Según uno de los responsables de las excavaciones, el paleontólogo Juan Luis Arsuaga, en la evolución
de la especie se puede establecer una suerte de comparación en términos automovilísticos:
entonces eran "todoterrenos" y ahora somos "utilitarios".
Para Arsuaga "una pelvis es el fósil más valioso que se puede descubrir", y éste es excepcional.
Se trata de la pelvis humana mejor conservada del mundo, procedente de un hombre de 95 kilos,
el antepasado más corpulento jamás descubierto, hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca,
uno de los yacimientos en los que investigan científicos españoles.
La importancia se debe a su rareza, ya que la de Atapuerca es la cuarta cadera hallada en la historia
de la paleontología humana, pero la más "completa", y porque ningún otro fósil alberga tanta información
sobre la locomoción, reproducción, anatomía o ciclo vital de los homínidos.
"Elvis", como han bautizado sus descubridores a este hueso, es "enorme, tremendamente grande", y su
dueño era un hombre que medía entre 1,73 y 1,80 metros y pesaba entre los 95 y 100 kilos,
lo que demuestra la "fortaleza física de nuestros antepasados", explicó Arsuaga.
Para el paleontólogo, la reducción del esqueleto y de la masa muscular llevada a cabo a lo largo de los siglos,
"nos hizo más débiles, pero también más económicos en cuanto a metabolismo, necesitábamos consumir
menos para sobrevivir, y en cuanto a locomoción". Agregó que el hallazgo deja patente que estos
antepasados no eran seres marginales en el ecosistema, sino que ocupaban un papel central compitiendo con
los grandes carnívoros y depredadores.
La cadera fue descubierta durante el verano de 1994 en la Sima de los Huesos, donde se han recuperado hasta
ahora más de 2.500 fósiles humanos procedentes de por lo menos 33 individuos distintos.
Estos fósiles tienen con toda seguridad más de 200.000 años, aunque, según los científicos,
podrían llegar incluso a los 300.000 años de antiguedad. El estudio de "Elvis"
también aclara capítulos oscuros de la historia de la humanidad, como la evolución de la sexualidad,
el desarrollo del parto o el nivel de autonomía de los bebés. Por la forma de la pelvis se deduce
que aquellos hombres ya hacían el amor cara a cara, y además esa constitución ósea hizo que el parto en
los humanos les distinga abiertamente de otros mamíferos. Así, obligaba al feto a entrar en el canal del
parto con una orientación, a girar bruscamente la cabeza para pasar, arquear la columna vertebral hacia
atrás y salir con otra orientación: una trayectoria compleja que los humanos actuales hemos conservado
y que nos distingue de las demás especies. Además se podría dar a luz a un feto a término, ya que la
cabeza del recién nacido pasaría "con toda holgura" por la cavidad pélvica, lo que da a entender que
el desarrollo del recién nacido era más avanzado que actualmente.
También se concluye que aunque el "propietario" de "Elvis" murió con 35 años, la longevidad potencial era
similar a la nuestra, dijo Arsuaga. Anteriores a "Elvis" sólo se conocen dos pelvis de Australopithecus,
una de ellas procedente de Etiopía y otra de Sudáfrica. Además se dispone de una cadera neandertal del
yacimiento israelí de Kebara, con una antiguedad de unos 60.000 años. Ninguna de las tres, según los
investigadores españoles, está tan bien conservada como la encontrada en la Sima de los Huesos de Atapuerca,
yacimiento donde también se hallaron los restos del "Homo antecesor", descrito como el primer europeo y
antepasado común de los neardentales y del hombre moderno.
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