Por no creer, Vargas Llosa no fue presidente

Y a Vargas Llosa se está asemejando a Jorge Luis Borges. Cada año se considera uno de los candidatos al premio Nobel de Literatura, pero a diferencia del peruano con el argentino es que aún tiene la edad a su favor.

Pero el autor de "La tía Julia y el escribidor" ha intentado hacer algo más que escribir a tiempo completo, ser presidente de su país.

Esa actividad lo trajo a él y a su familia de Europa a su patria sureña, que en ese momento estaba en sobresaltos comunes en otros países latinoamericanos.

¿A quién representaba el escritor? esa fue una de las interrogantes que se le hacían cuando inició el trabajo proselitista. Este punto también fue poco favorable para Vargas Llosa, por la piel le atribuyeron que representaba los intereses de la oligarquía.

También en este recorrido, se tropezó con algunos fantasmas de su juventud, sus opositores revisaron su historial y se percataron que cuando ejercía de cronista cuando cursaba su bachillerato, tuvo contacto con drogas.

Error de comprensión.
La masa votante peruana dejó de un lado al candidato intelectual porque su opositor (Alberto Fujimori) usó como arma el hecho de que no creyera en Dios, catalogando al novelista de ateo.

Aunque Álvaro Vargas Llosa, hijo del escritor y jefe de campaña, aclarase por todos los medios la creencia de su padre, agnóstico, la masa no pudo devolver la aceptación que ya se había cambiando para el candidato de raíz nipona.

Aunque Vargas Llosa logró un porcentaje considerable de votos, que lo colocaron como el candidato más votado en la primera vuelta electoral, no alcanzó la cifra para que no tuviese que celebrarse una segunda vuelta, donde perdió ante Fujimori.

De esos años, hasta 1990 cuando se realizaron las elecciones y cuando el escritor retoma un vuelo para Europa nuevamente, deja plasmados los datos biográficos en "El pez en el agua".