Se reconcilió con Ximena
Publicado 2004/09/21 23:00:00
- Internacionales
Fuentes cercanas a Fernández afirmaron que el ya se reconcilió con su compañera sentimental, la colombiana Ximenan Díaz, con quien tiene dos hijos.
Por cierto, Ximena estuvo presente en primera fila durante el concierto que Alex ofreció en Las Vegas.
La actriz y cantante Jennifer López tendrá que desembolsar algunos millares de dólares para restaurar su yate que estaba atracado en el muelle de su mansión de Miami, y que fue víctima del huracán Francis.
Se dice que el barco fue casi destruído, pero J-Lo ya lo mandó a arreglar.
perfume de agua
de ciruelas verdes.
Ya se van los niños
mojados…alegres…
Ajé!
Ajé…Ajé… y ajá…
Camino del ciruelar…
Comiendo ciruela verde.
Chupando ciruela roja…
Ajé…Ajé… y ajá…
por el ciruelar cantemos,
ciruelos del ciruelar…
Por el patio oscuro
la luna vendrá
con su faz de arena
y conchas del mar,
sobre la reseda del platanar.
Una niña espera
en quieto portal,
luna de besos que no vino más.
La luna es del monte.
La luna es de acá…
Hoy llega con pena
de haber ido al mar…
Seguro ha perdido la castidad.
Llega a la cocina
con un delantal
de espumas y olas
y conchas del mar.
La niña montuna rompe a llorar…
Se oyó la lluvia
del cañaveral…
La niña en su cama
se desnudará
brava de cangrejos y conchas del mar.
(Punto e Llanto)
Salud, oh compañeros caminantes,
desnudos pies de rocas y raíces!
Portadores del polvo del camino
llevan aún la espina que en el surco
se hincó, las cicatrices duraderas.
Oh remate de músculos y nervios,
soldados de la marcha, incombatibles!
Base inmortal sobre la cual me yergo
para emprender camino a la ventura,
hacia donde las huellas no retornan.
Duros y buenos pies que no descansan
que nunca se doblegan ni se rinden.
Afírmate raíz, planta, estructura;
palpa la calentura de la tierra
cuando el son de la vida te reclama.
Vinimos por la historia transportando,
abriendo las primeras alegrías,
y vamos más allá de la carreta,
del auto, el aeroplano y la fragata
rompiendo con la marcha las cadenas.
("Poemas Corporales")
Estómago de piedra, tú no llores
la cotidiana hambruna que te mata.
Oh máquina de miel, tú fructífera,
nútreme sin cesar así me duela.
Vamos los dos por el camino largo
de la marcha sin pan que ya conoces.
A falta de maíz, yerba, tendremos,
cáscaras, tierra en fin, barro, cenizas.
Por ti palpita el corazón de hierro,
y el músculo se estira y forcejea.
Eres el ojo de agua en el desierto;
la brasa en el fogón, bajo las ollas;
la mina de la sangre, la sonrisa;
la plenitud del hombre, su piloto.
Roja fragua de leche, tú no llores.
Aunque te lleve asido a las costillas
tritura la miseria y…adelante…
para vengar el hambre de la tierra,
hacia el sonoro día en que todo sea
campos de amor y pan y alegrías.
("Poemas Corporales")
Aquí mi lengua suave para el verbo
que ha de sembrar de espigas los caminos.
Para mentir, jamás; gloriarse, nunca;
ni adular, ni callar cuando otros callan.
Mudos deben quedar los que traicionan,
los que dejan hacer y los que engañan.
Lengua para el combate, para el himno
que entonarán las voces oprimidas.
Lengua para lamer las esperanzas,
la miel de los rosales venideros.
Lengua, para la vida yo te quiero
y no para gemir y enmudecerte
cuando a tu lado el restallar del látigo
vaticine la hora de la muerte.
("Poemas Corporales")
Estos ojos surgir vieron la bestia
en la vaquera noche sin orillas.
Vi la estaca nacer, los alambrados
recorrer las antiguas serranías,
y al paso no dejar un palmo abierto
donde clavar su rancho el fugitivo.
Yo vi sajar la Patria en dos pedazos,
repartirla y clavar otra bandera
extraña como garra de leopardo.
Por mis ojos los pies van colocando
sobre el reseco polvo del camino
el gran rompecabezas de la vida.
Parto siempre a la metas, aunque anochece
voy mucho más allá de los crepúsculos.
Adelante una estrella, atrás la noche,
sobre mi frente el oro del ocaso,
y aleteando conmigo una esperanza,
porque los ojos son para la marcha
y no para los llantos afligidos.
("Poemas Corporales")
Oh huesos, basamento que me siembra
vertical sobre la tierra, a plomo.
Oh sencillos, humildes, no contados,
nunca reconocidos, siempre anónimos.
Sólo un recuerdo póstumo que yace
cuando al morir la carne aún persevera…
la blancura de formas, la armonía
sobre el desierto y mudo panorama.
Cantando a la blancura, a la sagrada
misión de sostenerme cuando marcho
y frente a mí la noche tambalea.
Yo voy enflaqueciendo palmo a palmo.
Tal es la vida cruel, tal el futuro,
que un día, pronto tal vez, sea puro hueso
y así como una monda calavera
la ruta seguiré, porque aún muriendo
no se pierde del todo la batalla.
("Poemas Corporales")
Por cierto, Ximena estuvo presente en primera fila durante el concierto que Alex ofreció en Las Vegas.
La actriz y cantante Jennifer López tendrá que desembolsar algunos millares de dólares para restaurar su yate que estaba atracado en el muelle de su mansión de Miami, y que fue víctima del huracán Francis.
Se dice que el barco fue casi destruído, pero J-Lo ya lo mandó a arreglar.
perfume de agua
de ciruelas verdes.
Ya se van los niños
mojados…alegres…
Ajé!
Ajé…Ajé… y ajá…
Camino del ciruelar…
Comiendo ciruela verde.
Chupando ciruela roja…
Ajé…Ajé… y ajá…
por el ciruelar cantemos,
ciruelos del ciruelar…
Por el patio oscuro
la luna vendrá
con su faz de arena
y conchas del mar,
sobre la reseda del platanar.
Una niña espera
en quieto portal,
luna de besos que no vino más.
La luna es del monte.
La luna es de acá…
Hoy llega con pena
de haber ido al mar…
Seguro ha perdido la castidad.
Llega a la cocina
con un delantal
de espumas y olas
y conchas del mar.
La niña montuna rompe a llorar…
Se oyó la lluvia
del cañaveral…
La niña en su cama
se desnudará
brava de cangrejos y conchas del mar.
(Punto e Llanto)
Salud, oh compañeros caminantes,
desnudos pies de rocas y raíces!
Portadores del polvo del camino
llevan aún la espina que en el surco
se hincó, las cicatrices duraderas.
Oh remate de músculos y nervios,
soldados de la marcha, incombatibles!
Base inmortal sobre la cual me yergo
para emprender camino a la ventura,
hacia donde las huellas no retornan.
Duros y buenos pies que no descansan
que nunca se doblegan ni se rinden.
Afírmate raíz, planta, estructura;
palpa la calentura de la tierra
cuando el son de la vida te reclama.
Vinimos por la historia transportando,
abriendo las primeras alegrías,
y vamos más allá de la carreta,
del auto, el aeroplano y la fragata
rompiendo con la marcha las cadenas.
("Poemas Corporales")
Estómago de piedra, tú no llores
la cotidiana hambruna que te mata.
Oh máquina de miel, tú fructífera,
nútreme sin cesar así me duela.
Vamos los dos por el camino largo
de la marcha sin pan que ya conoces.
A falta de maíz, yerba, tendremos,
cáscaras, tierra en fin, barro, cenizas.
Por ti palpita el corazón de hierro,
y el músculo se estira y forcejea.
Eres el ojo de agua en el desierto;
la brasa en el fogón, bajo las ollas;
la mina de la sangre, la sonrisa;
la plenitud del hombre, su piloto.
Roja fragua de leche, tú no llores.
Aunque te lleve asido a las costillas
tritura la miseria y…adelante…
para vengar el hambre de la tierra,
hacia el sonoro día en que todo sea
campos de amor y pan y alegrías.
("Poemas Corporales")
Aquí mi lengua suave para el verbo
que ha de sembrar de espigas los caminos.
Para mentir, jamás; gloriarse, nunca;
ni adular, ni callar cuando otros callan.
Mudos deben quedar los que traicionan,
los que dejan hacer y los que engañan.
Lengua para el combate, para el himno
que entonarán las voces oprimidas.
Lengua para lamer las esperanzas,
la miel de los rosales venideros.
Lengua, para la vida yo te quiero
y no para gemir y enmudecerte
cuando a tu lado el restallar del látigo
vaticine la hora de la muerte.
("Poemas Corporales")
Estos ojos surgir vieron la bestia
en la vaquera noche sin orillas.
Vi la estaca nacer, los alambrados
recorrer las antiguas serranías,
y al paso no dejar un palmo abierto
donde clavar su rancho el fugitivo.
Yo vi sajar la Patria en dos pedazos,
repartirla y clavar otra bandera
extraña como garra de leopardo.
Por mis ojos los pies van colocando
sobre el reseco polvo del camino
el gran rompecabezas de la vida.
Parto siempre a la metas, aunque anochece
voy mucho más allá de los crepúsculos.
Adelante una estrella, atrás la noche,
sobre mi frente el oro del ocaso,
y aleteando conmigo una esperanza,
porque los ojos son para la marcha
y no para los llantos afligidos.
("Poemas Corporales")
Oh huesos, basamento que me siembra
vertical sobre la tierra, a plomo.
Oh sencillos, humildes, no contados,
nunca reconocidos, siempre anónimos.
Sólo un recuerdo póstumo que yace
cuando al morir la carne aún persevera…
la blancura de formas, la armonía
sobre el desierto y mudo panorama.
Cantando a la blancura, a la sagrada
misión de sostenerme cuando marcho
y frente a mí la noche tambalea.
Yo voy enflaqueciendo palmo a palmo.
Tal es la vida cruel, tal el futuro,
que un día, pronto tal vez, sea puro hueso
y así como una monda calavera
la ruta seguiré, porque aún muriendo
no se pierde del todo la batalla.
("Poemas Corporales")
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