Spa para niñas ¿para consentir o madurar?

Panamá se suma a la moda de los spa para niñas, con la llegada de “Mi princesa”, un concepto presente en las principales ciudades del mundo y que en países como Inglaterra y Estados Unidos ha generado críticas y sumado detractores, entre ellos padres de familia tradicionalistas y psicólogos infantiles.

El problema para los especialistas es que este tipo de lugares podrían contribuir a alimentar la vanidad desde tempranas edades, así como crear una madurez precoz en las pequeñas.

El panameño Alaín Sánchez, dueño de “Mi princesa”, primer “spa para niñas” en Panamá, asegura que esta idea surgió tras regresar de España, donde vivió por más de ocho años y tras el nacimiento de su hija, hoy de 4 años de edad. “En España este tipo de sitios abunda, quise traerlo a Panamá y probar cómo nos va”.

Mi Princesa" es un centro de belleza con un concepto europeo, estilo cuentos de hadas, en donde las niñas no dejan de ser niñas.

La española Veruzca de Sánchez, esposa del dueño, manifestó que es un lugar apropiado, donde se ofrece la oportunidad, por medio del juego de reforzar ciertas cualidades personales así como restaurar valores positivos con la finalidad de mantener la buena higiene.

Su esencia no solo se centra en el término belleza como tal, sino el de aliar la misma a hábitos de higiene, como cuidarse las uñas, su cabello y al mismo tiempo intensificar sus aptitudes, explicándoles que no solo son una cara bonita, logrando que exploten su interior de una manera positiva, pero manteniendo su inocencia.

El ambiente proporciona servicios como: manicure pedicura, blower, tratamiento faciales, pasarelas talleres educativos, entre otras actividades.

Sánchez expresa que es un lugar donde las madres pueden recordar su infancia, recuperar esos momentos que por compromisos de trabajo son imposibles de cumplir.

Al respecto, la psicóloga Mariela Donato manifestó que mientras no exista un riesgo alguno más que el de pasar un rato agradable en compañía y supervisión de con sus madres no ve nada de malo.

Por otro lado expresó que lo que deben tener presente los padres el asegurarse de que los métodos que se utilicen dentro del local sean los adecuados .

“Las niñas en casa suelen maquillarse, jugar con sus amiguitas e incluso con sus familiares y es hasta más riesgoso, ya que nos piden accesorios de belleza inadecuados que no son los que deberían usar, provocando de esta manera, alguna reacción contraproducente, los padres deben supervisar todo”.

Donato recomienda a los padres siempre indagar o investigar sobre los lugares que les llaman la atención, para tener un momento de ocio o diversión con sus hijos, pero con mesura para no caer en el error de complacerlos en todo y de paso no provocar alteración alguna.

Sin embargo para Dayra Brown, psicóloga infantil este es un tema contradictorio, porque vincula la parte sentimental y tradicional de cada familia. Para ella todo está bien siempre y cuando realicen otras actividades infantiles.

Lo que no podemos permitir es seguir la tendencia internacional donde la niña no necesita cumplir los 18 años para hacer actividades de adultos.

Brown confirma que los lugares de esparcimiento siempre estarán y coincide con Donato en que es deber del padre ver que sus hijos reciban talleres educativos que vayan acorde a las edades y mantengan su edad emocional acorde con la física.

“En ‘Mi princesa’ se busca por medio de juegos educativos rescatar aquellos valores que en ciertas ocasiones pasamos inadvertidos”, confesó Sánchez, al mismo tiempo que dejó claro que todos los productos que utilizan en el spa son especialmente diseñados para las niñas, ya que son antialérgicos.