Teresa Icaza: ¿ Treinta y uno o Veintiséis Años Después?
Publicado 1999/09/13 23:00:00
- Luis Trujillo
Los nombres de Antonio Alvarado y de Mario Calvit son capitales en la obra de nuestra artista. En el catálogo de mano se destaca l962 como el año en el cual, al conocer a Alvarado, "experimenta con la abstracción como medio de expresión" y l970 como el año en que encuentra en Calvit un creador que le abrirá las puertas a "encontrar la fórmula para crear las ricas texturas de sus cuadros y posteriormente a desarrollar la técnica de collage".
Seis años después de conocer a Alvarado en l968, Teresa Icaza expone por primera vez en Panamá, integrándose a la colectiva "Pintoras Anónimas", organizada por la Casa de la Escultura, entidad que bajo la dirección de Carlos Arboleda, era foco del Arte Panameño de esos años. Su primera individual la realiza respaldada por el Instituto Panameño de Arte, en l973: Veintitrés óleos corte no figurativo y "de tendencia geométrica inspirados en los cuentos "Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury.
Así las cosas. El catálogo de mano registra l968 como la fecha en que expone por primera vez y l973 como la fecha en que por vez primera lo hace a manera individual. De lo primera hace 3l años y de la segunda hace 26.
Sean cuales sean las circunstancias para desconsiderar ambas fechas en esta epifanía de l999 ("25 Años de Pinturas de Teresa Icaza, Una visión retrospectiva"), habría que reafirmarlas al momento de confirman la cédula artística de identidad de Teresa Icaza, una creadora nacida en l940, de incorporación tardía dentro del quehacer pictórico en Panamá y que en palabras de Prados nos entrega "una didáctica del espacio y el color" y para quien, en palabras de Oviero "nos lleva de la realidad del cuadro a la realidad subjetiva de su imaginación creativa".
Ambos juicios, signados en l99l, encuentran eco en los de Marianne de Tolentino, crítica del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo al reafirmar que "continúan en Teresa Icaza las orquestaciones coloreadas, las transposiciones pasionales, las búsquedas ardientes y obviamente, el entusiasmo". Y es mutuo el sentido del dúo de críticos panameño y de la dominicana, de Tolentino, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, al reiterar las excelencias de una de las creadoras panameñas que mayor impacto ha registrado fuera de nuestras fronteras.
El encuentro con su obra, en el MACPA, sería una forma efectiva de reiterar estos juicios de valor y de reencontrar lo que mencionáramos en ocasión de su última muestra en Panamá en Arte Consult: "la consciencia de que lo visual se trasciende hacia un nivel en el cual, engañosamente trastocamos lo visual como si fuese literatura pese a que se trata de simples colores y texturas."
Seis años después de conocer a Alvarado en l968, Teresa Icaza expone por primera vez en Panamá, integrándose a la colectiva "Pintoras Anónimas", organizada por la Casa de la Escultura, entidad que bajo la dirección de Carlos Arboleda, era foco del Arte Panameño de esos años. Su primera individual la realiza respaldada por el Instituto Panameño de Arte, en l973: Veintitrés óleos corte no figurativo y "de tendencia geométrica inspirados en los cuentos "Crónicas Marcianas" de Ray Bradbury.
Así las cosas. El catálogo de mano registra l968 como la fecha en que expone por primera vez y l973 como la fecha en que por vez primera lo hace a manera individual. De lo primera hace 3l años y de la segunda hace 26.
Sean cuales sean las circunstancias para desconsiderar ambas fechas en esta epifanía de l999 ("25 Años de Pinturas de Teresa Icaza, Una visión retrospectiva"), habría que reafirmarlas al momento de confirman la cédula artística de identidad de Teresa Icaza, una creadora nacida en l940, de incorporación tardía dentro del quehacer pictórico en Panamá y que en palabras de Prados nos entrega "una didáctica del espacio y el color" y para quien, en palabras de Oviero "nos lleva de la realidad del cuadro a la realidad subjetiva de su imaginación creativa".
Ambos juicios, signados en l99l, encuentran eco en los de Marianne de Tolentino, crítica del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo al reafirmar que "continúan en Teresa Icaza las orquestaciones coloreadas, las transposiciones pasionales, las búsquedas ardientes y obviamente, el entusiasmo". Y es mutuo el sentido del dúo de críticos panameño y de la dominicana, de Tolentino, miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte, al reiterar las excelencias de una de las creadoras panameñas que mayor impacto ha registrado fuera de nuestras fronteras.
El encuentro con su obra, en el MACPA, sería una forma efectiva de reiterar estos juicios de valor y de reencontrar lo que mencionáramos en ocasión de su última muestra en Panamá en Arte Consult: "la consciencia de que lo visual se trasciende hacia un nivel en el cual, engañosamente trastocamos lo visual como si fuese literatura pese a que se trata de simples colores y texturas."
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