¿Tradicionales o modernas?
Publicado 2004/12/20 00:00:00
- Félix Gabriel Josez
LA NAVIDAD es una de las fechas más importantes para los pequeños del hogar. A raíz de ello el gran negocio de la juguetería empieza a limar sus ideas para crear utensilios y lanzar al mercado nuevos y mejorados juguetes. Los padres se vuelven locos cuando sus hijos empiezan a pedir estos carísimos juguetes, los cuales son promocionados a través de los masivos medios comunicación: radiales, escritos y televisivos.
Entre ellos vemos los confeccionados por la casa Mattel, que no se han olvidado de ningún detalle para mostrar a nuestra infancia la gama de artículos elaborados para el género infantil femenino, tal es el caso de las muñecas Barbie y Bratz.
La muñeca Barbie, a pesar de tener más de 40 años de edad, posee el rostro y el cuerpo de una veinteañera. Ha sido médico, astronauta, veterinaria, ejecutiva, rockera y hasta surfista, por lo que nadie duda de su versatilidad y de su capacidad de estar siempre a la moda.
Barbie, es la muñeca más famosa de la historia. Y es precisamente su adaptabilidad a los cambios de época, lo que ha hecho de ella todo un clásico, cuando la mayoría de los juguetes dependen de la caprichosa voluntad de niños, que siguen a su vez, la no menos caprichosa voluntad del marketing.
Ruth y Elliot Handler, "los padres" de Barbie, bautizada así en honor a la hija de ambos, nunca imaginaron el fenómeno que desataría su invento, cuando decidieron crear una muñeca que no representaba a un bebé y con la cual las niñas podrían ser algo más que "mamás".
Sin embargo, los detractores de Barbie, la acusan de sexista y estereotipada, de no promover el juego entre niños y niñas (un varón no jugaría con una Barbie), atender la visión machista de la estética femenina y, no faltaba más, de ser racista.
Por otro lado llega esta muñeca que se presenta con ropa moderna: minifaldas, ropa ajustada, gafas de sol modernas, botas altas, zapatos de plataforma y pantalones acampanados.
De la misma forma se presentan los muñecos acompañantes: ropa estrecha y moderna, pantalones ajustados, gorros, gafas de sol y zapatos de plataforma. Todo es el claro ejemplo del tipo de vestimenta que ahora mismo puedes observar en los chicos de hoy en día.
Las niñas han dejado a un lado a las típicas muñecas con los modelitos de princesita, o las típicas muñecas con los modelitos de ropa bonita; ahora lo que impacta es lo que se encuentra en la sociedad, en nuestra juventud de hoy en día. Además, estas muñecas incluyen varios complementos que son de una modernidad semejante a la moda actual.
Para conocer la opinión de las niñas, conversamos con Karla Rodríguez, de 11 añitos, quien manifestó: "soy una super fan de estas muñecas, diferentes a todas las demás, muy originales, muy bonitas, aunque como dicen mis amigos, con esa cabezota y ese cuerpecito, si fueran humanas, no podrían permanecer en pie, pero la verdad es que son de plástico y la cabeza grande con el cuerpo pequeño es lo que las hace originales y diferentes, tiene una ropita muy a la moda y muy bien elaborada, todos los accesorios que traen están super detallados y bien hechos.
Lo malo es que su precio no es muy económico, además traen demasiadas colecciones y accesorios que es casi imposible tenerlos todos y otro detallito es que su único propósito en la vida es estar a la moda y eso podría mal influenciar a las niñas de hoy, pero en lo personal me encantan soy una coleccionista de todos lo productos Bratz y los recomiendo ampliamente".
En definitiva, son dos muñecas que reflejan la imagen de una juventud moderna; pero, con la contraposición de una infancia que quiere semejarse a ese tipo de juguete, empleando ese tipo de vestimenta o comportamiento, habitual hoy en día.
Para el sociólogo Raúl Leis, ambas muñecas representan estereotipos que no corresponden a nuestra realidad.
Una de ellas por ejemplo, Barbie, su contextura física difiere mucho del modelo de la mujer común panameña, ya que según investigaciones realizadas por Tomas Arias, de la Universidad de Panamá, provenimos de raíces mestizas y negras.
Las dos muñecas se nos presentan con realidades superfluas, donde lo que se busca a través de ellas es el consumismo masivo.
El punto clave es reconocernos como somos, esto tiene su belleza y valor, reafirmó el sociólogo.
Entre ellos vemos los confeccionados por la casa Mattel, que no se han olvidado de ningún detalle para mostrar a nuestra infancia la gama de artículos elaborados para el género infantil femenino, tal es el caso de las muñecas Barbie y Bratz.
La muñeca Barbie, a pesar de tener más de 40 años de edad, posee el rostro y el cuerpo de una veinteañera. Ha sido médico, astronauta, veterinaria, ejecutiva, rockera y hasta surfista, por lo que nadie duda de su versatilidad y de su capacidad de estar siempre a la moda.
Barbie, es la muñeca más famosa de la historia. Y es precisamente su adaptabilidad a los cambios de época, lo que ha hecho de ella todo un clásico, cuando la mayoría de los juguetes dependen de la caprichosa voluntad de niños, que siguen a su vez, la no menos caprichosa voluntad del marketing.
Ruth y Elliot Handler, "los padres" de Barbie, bautizada así en honor a la hija de ambos, nunca imaginaron el fenómeno que desataría su invento, cuando decidieron crear una muñeca que no representaba a un bebé y con la cual las niñas podrían ser algo más que "mamás".
Sin embargo, los detractores de Barbie, la acusan de sexista y estereotipada, de no promover el juego entre niños y niñas (un varón no jugaría con una Barbie), atender la visión machista de la estética femenina y, no faltaba más, de ser racista.
Por otro lado llega esta muñeca que se presenta con ropa moderna: minifaldas, ropa ajustada, gafas de sol modernas, botas altas, zapatos de plataforma y pantalones acampanados.
De la misma forma se presentan los muñecos acompañantes: ropa estrecha y moderna, pantalones ajustados, gorros, gafas de sol y zapatos de plataforma. Todo es el claro ejemplo del tipo de vestimenta que ahora mismo puedes observar en los chicos de hoy en día.
Las niñas han dejado a un lado a las típicas muñecas con los modelitos de princesita, o las típicas muñecas con los modelitos de ropa bonita; ahora lo que impacta es lo que se encuentra en la sociedad, en nuestra juventud de hoy en día. Además, estas muñecas incluyen varios complementos que son de una modernidad semejante a la moda actual.
Para conocer la opinión de las niñas, conversamos con Karla Rodríguez, de 11 añitos, quien manifestó: "soy una super fan de estas muñecas, diferentes a todas las demás, muy originales, muy bonitas, aunque como dicen mis amigos, con esa cabezota y ese cuerpecito, si fueran humanas, no podrían permanecer en pie, pero la verdad es que son de plástico y la cabeza grande con el cuerpo pequeño es lo que las hace originales y diferentes, tiene una ropita muy a la moda y muy bien elaborada, todos los accesorios que traen están super detallados y bien hechos.
Lo malo es que su precio no es muy económico, además traen demasiadas colecciones y accesorios que es casi imposible tenerlos todos y otro detallito es que su único propósito en la vida es estar a la moda y eso podría mal influenciar a las niñas de hoy, pero en lo personal me encantan soy una coleccionista de todos lo productos Bratz y los recomiendo ampliamente".
En definitiva, son dos muñecas que reflejan la imagen de una juventud moderna; pero, con la contraposición de una infancia que quiere semejarse a ese tipo de juguete, empleando ese tipo de vestimenta o comportamiento, habitual hoy en día.
Para el sociólogo Raúl Leis, ambas muñecas representan estereotipos que no corresponden a nuestra realidad.
Una de ellas por ejemplo, Barbie, su contextura física difiere mucho del modelo de la mujer común panameña, ya que según investigaciones realizadas por Tomas Arias, de la Universidad de Panamá, provenimos de raíces mestizas y negras.
Las dos muñecas se nos presentan con realidades superfluas, donde lo que se busca a través de ellas es el consumismo masivo.
El punto clave es reconocernos como somos, esto tiene su belleza y valor, reafirmó el sociólogo.
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