Transforman las cenizas en diamantes
Publicado 2002/08/26 23:00:00
- Katherine Palacio P./
Del carbono venimos y al carbono vamos... "Al arder no sabes si serás libre / O si todo lo que es tuyo desaparecerá. / ¿Sólo quedarán cenizas y confusión [...] o se encontrará en las profundidades de las cenizas un diamante estrellado?", preguntaba el poeta romántico polaco Cyprian Norwid. Una empresa estadounidense parece haber encontrado la respuesta que no ofreció explícitamente el también polaco Andrzej Wajda cuando incluyó esos versos en su famosa película "Cenizas y diamantes".
La empresa, LifeGem Memorials, ha ideado un método para garantizar que no todo desaparezca, transformando en diamantes las cenizas de nuestros seres queridos. Por precios que oscilan entre US$4.000 y US$22.000, fabrican un diamante sintético que se puede llevar en un broche o un anillo, en recordación del difunto.
El director de la empresa, Greg Herro, pasó tres años desarrollando el proceso. Las cenizas se purifican a 3.000 grados centígrados, pasan por otra fase de calentamiento y se comprimen a presión durante unas 16 semanas hasta convertirlas en un diamante.
"Nos basamos en el sencillo hecho de que todos los seres vivos comparten con el diamante un componente básico, el carbono", señaló Herro, quien lanzó la empresa el mes pasado. En su sitio web aparecen los nombres de varias funerarias estadounidenses a las que pueden acudir los interesados en transformar cenizas en diamantes.
Profesor de química Avrum Blumberg de la Universidad DePaul de Chicago dijo que el proceso era válido desde el punto de vista científico. "Si se hace con gran lentitud y cuidado, se puede obtener un diamante de una calidad razonablemente alta", explicó.
Los diamantes sintéticos -es decir los fabricados por seres humanos- se utilizan en diversos procesos industriales desde que se inventaron en la década de 1950. En la actualidad, sólo el 28% de los estadounidenses opta por la cremación y el director de LifeGem Memorials espera que su producto eleve esa cifra a un nivel similar al de Japón, que es de cerca del 90%.
La empresa, LifeGem Memorials, ha ideado un método para garantizar que no todo desaparezca, transformando en diamantes las cenizas de nuestros seres queridos. Por precios que oscilan entre US$4.000 y US$22.000, fabrican un diamante sintético que se puede llevar en un broche o un anillo, en recordación del difunto.
El director de la empresa, Greg Herro, pasó tres años desarrollando el proceso. Las cenizas se purifican a 3.000 grados centígrados, pasan por otra fase de calentamiento y se comprimen a presión durante unas 16 semanas hasta convertirlas en un diamante.
"Nos basamos en el sencillo hecho de que todos los seres vivos comparten con el diamante un componente básico, el carbono", señaló Herro, quien lanzó la empresa el mes pasado. En su sitio web aparecen los nombres de varias funerarias estadounidenses a las que pueden acudir los interesados en transformar cenizas en diamantes.
Profesor de química Avrum Blumberg de la Universidad DePaul de Chicago dijo que el proceso era válido desde el punto de vista científico. "Si se hace con gran lentitud y cuidado, se puede obtener un diamante de una calidad razonablemente alta", explicó.
Los diamantes sintéticos -es decir los fabricados por seres humanos- se utilizan en diversos procesos industriales desde que se inventaron en la década de 1950. En la actualidad, sólo el 28% de los estadounidenses opta por la cremación y el director de LifeGem Memorials espera que su producto eleve esa cifra a un nivel similar al de Japón, que es de cerca del 90%.
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