Ventrílocuo los ‘mató’ de la risa

Como estaba oscuro no se les podía ver la cara (para ver si los o las sinvergüenzas que se veían retratados estaban ruborizados), pero sí se oía el coro de carcajadas de los cientos de espectadores que en el Domo de la Universidad de Panamá en Curundu gozaban con el humor picante del ventrílocuo venezolano Carlos Donoso la noche del jueves pasado.

Su espectáculo humorístico, donde trató un tema tan serio y a la vez tan cotidiano como la infidelidad, fue muy aplaudido.

Kini, el mono (uno de sus títeres) hizo el recuento de una serie de historias de infidelidad, tanto de hombres como de mujeres, gracias a este don de Donoso, considerado el mejor ventrílocuo venezolano y uno de los mejores del mundo.

Para el disfrute de una concurrencia que no se cansaba de reír, el multifacético Donoso hizo gala de su habilidad histriónica durante varias horas.

Presentó situaciones hipotéticas (que parecían exageradas pero no distan mucho de la realidad) donde el hombre o la mujer inventa cada historia para darse escapadas y “echar una canita al aire” hasta con el consentimiento de su ingenua pareja que no se percata de mentiras del tamaño de una montaña.