"Yo solo espero que la gente, el público, disfrute el cine"
- Fabián W. Waintal
"Cada vez que te cierran la puerta hay que seguir con más fuerza que antes... Necesitas creer en lo que sea que hagas para conseguir que alguien más crea en lo que haces."
El tiempo pasa para todos... menos para Clint Eastwood. Sólo el pelo blanco revela los 79 años que cumplió el 31 de Mayo. Con los mismos ojos rasgados, la misma forma de hablar pausada y el mismo éxito de siempre, demuestra que el talento no precisa jubilarse en Hollywood. Con cuatro premios Óscar y diez nominaciones, vuelve a competir esta temporada con la película “Changeling” dirigiendo a Angelina Jolie en la complicada historia de una madre que en la década del '20 luchó contra todos los medios para encontrar a su hijo secuestrado, en medio de una corrupta policía que muy poco tiene que ver con aquel “Harry el Sucio” que hizo famoso a Clint Eastwood.
¿Volvería a personificar hoy un personaje como “Harry el Sucio”?
No. Hay un rumor pero es incorrecto. No tengo ninguna intención, porque tengo que ser realista: Harry el Sucio no estaría trabajando en el departamento de policía a mi edad. Por eso prefiero seguir con otros temas.
¿Cambió bastante la imagen o percepción de la policía desde la época en que la gente admiraba a Harry el Sucio?
Bueno, pasaron treinta y ocho años desde la época de Harry el Sucio. Eran tiempos muy particulares y la historia era una aventura, aunque también mostraba la tenacidad de un oficial de policía que quería luchar contra la burocracia política para defender una víctima. En ese entonces, no había demasiadas películas que trataran sobre víctimas de crímenes violentos y por eso llamó tanto la atención. Yo lo disfruté. Primero la tomamos como una excitante historia de detectives y, eventualmente, la gente dirigió la atención al tema político. Más allá de las reacciones que tuvo, fue muy divertido, pero era pura fantasía apuntar con un Magnum calibre 44 a alguien para preguntarle si se sentía con suerte...
¿Con el estilo de aquel personaje y la verdadera historia de la película “Changeling” que también cuestiona la burocracia de la policía, personalmente, lo seducen los temas polémicos?
A mí me gusta cuestionar. Es natural elegir historias por el valor dramático y el conflicto es la fuente del drama. Historias como “Changeling” tienen muchos conflictos y me parece interesante. No me gustaría contar algo donde todo funciona perfectamente, no habría razón para contarlo.
La verdad: Clint Eastwood no necesita trabajar para vivir. Como el dueño del hotel Mission Ranch en Carmel y el Club de Golf Pebble Beach en la Península Monterey, Clint Eastwood pudo haberse jubilado hace tiempo. Pero el gustito del cine es lo que también lo mantiene vivo.
Ganando fama de vaquero internacional, con las películas 'A Fistful of Dollars' y 'The Good, the Bad and the Ugly', Clint Eastwood también dejó una marca en la historia del cine con su rol del duro inspector de polícía 'Harry el Sucio', en cuatro versiones diferentes (En un principio, los productores habían dudado en contratarlo, porque con 41 años, pensaban que era "demasiado joven para el personaje", pero igual terminaron contratándolo, después que John Wayne y Frank Sinatra rechazaron el mismo rol).
Famoso, por ser el “duro” en el cine, en la vida real Clint Eastwood también tiene un tierno perfil romántico. Entre 1953 y 1978, estuvo casado con Maggie Johnson. Y sin ningún documento firmado, vivió los siguientes diez años con la actriz Sondra Locke (juntos trabajaron también en seis películas diferentes, incluyendo 'The Gauntlet' y 'Sudden Impact'). Con la periodista de televisión Dina Ruiz, se casó en Marzo de 1996 y, a pesar de llevarle 35 años de diferencia, con ella tuvo su última hija a los “jóvenes” 66 años (Morgan Eastwood, apenas le lleva dos años a la nieta mayor de Clint, Graylen Eastwood).
La década de los '60' parece haberle traído buena suerte, porque recién a los 62 años ganó su primer premio Óscar, en 1992, gracias a la dirección de la película “Unforgiven”. (Premiado como Mejor Director, perdió en la categoría como Mejor Actor, contra Al Pacino y 'Scent of a Woman'). Como director de cine, volvió a ser nominado, en el 2003, con la película “Mystic River” y se llevó un nuevo Óscar dirigiendo “Million Dollar Baby” (nominado como Mejor Actor, volvió a perder frente a Jamie Foxx y su película sobre el cantante Ray Charles). La última nominación la recibió el año pasado, cuando dirigió “Letters from Iwo Jima” y después de haber pasado por el Festival de Cannes con la película “Changeling”, Clint Eastwood está preparado para competir una vez más, por el Óscar.
Competencia en los Festivales
Antes que nada, si vas a ir a un festival de cine, se supone que hay que competir. Pero el punto tampoco es ganar o no. Lo importante es ir y presentar una película para ver la respuesta que tiene. El hecho de que gane mi película es algo que está fuera de mi alcance. En Cannes yo mismo fui presidente del jurado y hay doce o trece personas que tienen sus propias ideas de lo que les gusta. Y en aquel entonces, la película que ganó no había sido mi primera elección, pero fue la que terminó eligiendo todo el jurado. Tampoco creo que presentar una película en Cannes fuera de competición sea una jugada segura porque es como decir "Estamos más allá de todo esto". Y yo no estoy más allá de nada. Han ganado muchas películas y la verdad, muchas de ellas tampoco son tan buenas.
¿Es igual con el Oscar?
Es lo mismo con todo, con cualquier premio como el Oscar, uno solo puede ir a ver lo que pasa. Solo espero que la gente disfrute el cine.
¿Con la película Changeling qué quiso demostrar?
La intención era contar una historia que mostraba como eran aquellos tiempos. Desde aquel entonces, en 1928, han cambiado muchas cosas en la estructura de la policía en Los Ángeles, a veces para mejor y otras veces para peor. En el camino hubo diferentes regímenes. Y este en particular era muy corrupto. Con su tenacidad, esta mujer hizo caer a todo el departamento de policía y la estructura política. El intendente ni siquiera fue reelecto gracias a la voz de una sola persona. Y aunque incluso pertenecía a una minoría, como lo eran las mujeres de aquel tiempo, ella igual siguió, siguió y siguió. Hasta cuando la internaron en una clínica psiquiátrica, no bajó los brazos. Es algo para analizar por las características humanas de una madre que luchó contra una ciudad entera.
Cada dos o tres décadas, en Los Ángeles, la Policía pasa por cierta revolución interna donde se han descubierto diferentes actividades de corrupción.
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