Más guardaparques y tecnología, los planes de Centroamérica para frenar la deforestación
Los ministros de la región realizaron una sesión para revisar avances y desafíos de iniciativas claves.
El ministro de Ambiente de Panamá, Juan Carlos Navarro. Foto: EFE
Los ministros de ambiente de Centroamérica acordaron este miércoles "cinco prioridades", como tener más guardaparques y tecnología en los próximos meses, para frenar la deforestación de los bosques en la región, donde casi la mitad de su superficie terrestre es cobertura boscosa.
"Ni la deforestación, ni la contaminación, ni la crisis climática reconocen fronteras, y solo mediante la cooperación entre nuestros países, podemos avanzar hacia soluciones sostenibles", señaló el ministro de Ambiente de Panamá, Juan Carlos Navarro.
Los ministros que integran el Consejo de ministros de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), del que Panamá es presidente pro tempore desde este miércoles, realizaron una sesión para revisar "avances y desafíos de iniciativas claves", según la información oficial.
La CCAD es el órgano especializado en materia ambiental del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), integrado por los ministerios de ambiente de Belice, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
Así "aprobaron cinco prioridades regionales que marcarán la agenda ambiental del istmo en los próximos meses enfocadas, donde cada una tendrá acciones específicas para su ejecución", según el comunicado del ministerio de Ambiente de Panamá.
Entre ellas está "consolidar los parques nacionales y áreas protegidas de la región" a través de mayor inversión en nuevos guardaparques, mejorar o renovar las instalaciones, implementar planes de acción y alianzas estratégicas con oenegés y comunidades; fortalecer los programas para la protección y vigilancia, impulsar el reconocimiento de nuevas áreas de conservación y facilitar tanto el acceso como el mantenimiento.
Así prevén impulsar "inversiones en infraestructura, la incorporación de tecnología para detectar amenazas, la capacitación de guardaparques y el fortalecimiento de planes de manejo, con miras a garantizar el acceso, la vigilancia y la protección de estos espacios naturales", según la información oficial.
Y contemplan poner "en marcha de una Agenda Regional de Restauración, que fomente la cooperación en proyectos de reforestación y regeneración de ecosistemas, multiplicando experiencias exitosas y promoviendo el empleo verde y la resiliencia climática".
Los ministros también propusieron como prioridad "desarrollar un mercado regional de carbono donde la región trabajará en un esquema integrado que permita convertir la conservación en motor económico, generando millones de dólares en beneficios para 2030 y fomentando un modelo de desarrollo sostenible y resiliente".
Los ministros de ambiente también acordaron ir en "una posición conjunta" a la 30 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) que se celebrará en noviembre en Belém, una de las mayores ciudades de la Amazonía, en Brasil.
"Como Presidencia Pro Témpore de la CCAD, Panamá está comprometida en lograr consensos, fortalecer la acción regional y llegar con una voz unificada a la COP30, para exigir justicia climática y más financiamiento para la adaptación y restauración de nuestros ecosistemas", señalo el ministro de ambiente de Panamá.
Esta semana se celebra en Panamá el tercer Congreso Regional de la CCAD y el tercer Congreso Nacional de Restauración Forestal y de la Biodiversidad con más de 300 ambientalistas y autoridades gubernamentales para analizar las posibles medidas que ayuden a mejorar la conservación de los bosques.
La tasa de deforestación neta anual en Centroamérica es del 0,38 %, aproximadamente unas 83.000 hectáreas por año, según datos del Informe Forestal de la FAO de 2020, el último estudio de este tipo que se actualiza cada cinco años.
Centroamérica posee una cobertura boscosa calculada en unos 22 millones de hectáreas, lo que representa alrededor del 42 % de su superficie terrestre total, y enfrenta una constante amenaza debido a las altas tasas de deforestación en varios de sus países, según datos de entes como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Banco Mundial.