¡Barcelona, no te veo!
- Madrid
El partido fue equilibrado, donde brillaron Guti y Robinho, además de Rossi y Nihat.
Real Madrid reforzó su liderato en la liga española tras derrotar ayer, al Villarreal, por 3-2, en un encuentro vistoso en el que los de Bernd Schuster certificaron la condición de fortaleza de su estadio, donde pasará más de un año hasta que los locales pierdan de nuevo en liga de Primera División.
El Santiago Bernabéu acogía el partido más atractivo de la jornada, que enfrentaba al líder con el tercero, dos equipos que saltaron al césped sabiendo que, fuese el que fuese el resultado final, mantendrían sus posiciones.
Pero, conocedor del empate del Barcelona en Bilbao (1-1), a los hombres de Schuster se les presentaba una oportunidad única para ratificar, tras su victoria de la pasada semana en el Vicente Calderón, la declaración de principios redactada durante la mejor primera vuelta desde que la liga se rige por el sistema de tres puntos.
El chileno Manuel Pellegrini no pudo contar con el francés Robert Pires. Aquejado de una gastroenteritis. Y la oferta inicial de duelo de tridentes se permutó por la también anunciada pugna entre dos de las parejas más letales del campeonato: Raúl y Van Nistelrooy contra Nihat y Rossi.
Eso anunciaba un cartel diseñado, no obstante, sin consultar a los dos magos locales, Guti y Robinho: al noveno minuto, el genial medio madrileño le sirvió, a modo de regalo de cumpleaños un pase de oro al hechicero paulista, quien anotó el primer gol. Agradecido, Robson se arrodilló y simuló sacarle brillo a la bota de José María.
Villarreal es uno de los equipos más interesantes del fútbol español, no se arrugó y tardó apenas siete minutos en nivelar, merced a otro golazo, de Giuseppe Rossi.
El italiano nacido en Nueva York se marcó un potente zurdazo desde fuera del área con el que materializó su noveno gol en liga y puso fin a la racha de Iker, que permaneció imbatido durante 575 minutos.
El Madrid no es líder por casualidad y los de Schuster tardaron apenas diez minutos en provocar el maremoto que temía la nave rival. Guti, brillante una y otra vez, habilitó una cabalgada de Sergio Ramos que derivó en una ráfaga de ocasiones resuelta de nuevo por Robinho, quien dedicó su segundo gol al hijo en camino.
Pellegrini introdujo a Ángel y Josico por Cani y Bruno; y más tarde intentó buscar nuevos recursos al retirar al turco Nihat y dar entrada al danés Tomasson. Tras chocar con una defensa blanca en la que Salgado reverdeció viejos laureles, Capdevila logró el empate a la media hora. Pero sólo un minuto después, Wesley Sneijder sentenció un nuevo triunfo.
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