Panamá
Todo o nada: Panamá define su clasificación
- Juan Carlos Mas/ jcamas/@gmail.com
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Panamá llega invicto a esta instancia con una victoria y tres empates, sumando seis puntos, igual que Surinam, que lidera por diferencia de goles.
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La pasión por el fútbol vuelve a encenderse en Panamá, donde el sueño de clasificar al Mundial 2026 se convierte en una causa nacional. La selección mayor se prepara para encarar en menos de 15 días la recta final por alcanzar el sueño mundialista
Serán dos partidos decisivos en la próxima doble jornada de las eliminatorias de Concacaf, encuentros que podrían marcar el rumbo definitivo hacia una nueva hazaña.
El 13 de noviembre, la Roja visitará a Guatemala en un duelo que promete intensidad y estrategia. Cinco días después, el 18 de noviembre, recibirá a El Salvador en el Estadio Rommel Fernández, donde miles de fanáticos canalizarán su esperanza y energía positiva para apoyar a su selección. La afición panameña, que ha sido reconocida por su incondicional entrega, será clave para impulsar desde las gradas al equipo nacional.
Panamá llega invicto a esta instancia con una victoria y tres empates, sumando seis puntos, igual que Surinam, que lidera por diferencia de goles. Esto convierte cada partido en una final, donde no solo importa ganar, sino también marcar goles. Si ambos equipos triunfan en sus respectivos encuentros y por obvias razones terminan empatados en puntos, el primer lugar se definirá por diferencia de goles y si persiste el empate en ese rubro, entonces se utiliza como criterio de desempate, más goles a favor.
Después, hay otro criterio de desempate, pero esperemos que no se tenga que llegar a esa instancia, la cual es muchas veces subjetiva porque depende del arbitraje. Ese criterio es: Las tarjetas amarillas y rojas acumuladas, quien tenga menos, avanza, así que el Fair Play, también es importante.
En caso de no clasificar directamente, los dos mejores segundos lugares de los tres grupos, tendrán acceso a un repechaje continental, manteniendo viva la esperanza, pero esta es una opción más complicada porque hay que esperar que alguno de los otros segundos lugares no sume más puntos, ni nos supere por diferencia de goles.
El estratega panameño Thomas Christiansen teniendo en cuenta lo complicado y cerrado que está el grupo, ha manifestado reiteradamente: “No hay que jugar bonito, hay que ganar”, en un mensaje contundente que refleja la urgencia y el compromiso que exige esta última doble jornada eliminatoria.
Bajo la dirección del hispano-danés, el equipo ha adoptado un esquema táctico 3-5-2, que privilegia la presión ordenada y el contragolpe veloz.
Sin embargo, el equipo deberá reforzar su defensa para evitar que los rivales encuentren espacios libres, por ese ir constantemente al ataque, y sobre todo, tiene que “ajustar la mira” a la hora de concretar frente a la portería, porque cada jugada de gol que se desperdicie, puede lamentarse profundamente en una definición tan cerrada como la que se espera.
La unidad del grupo, la disciplina táctica y la capacidad de adaptación al entorno y a las dificultades que presente el rival, serán fundamentales para enfrentar a dos selecciones que también pelean por un cupo mundialista.
Ese espíritu de lucha y superación sigue presente en cada jugada del onceno nacional.
La reciente victoria en el Estadio Cuscatlán reafirma que este equipo tiene hambre de gloria y está dispuesto a romper paradigmas preestablecidos, como el no haber ganado nunca, en eliminatorias, en El Salvador y Guatemala.
Este noviembre, Panamá no solo juega fútbol: juega con el alma de un pueblo que sueña, vibra y late por la camiseta roja. La doble jornada es más que una competencia; es una oportunidad para escribir una nueva página en la historia deportiva del país.
En el “Mes de la Patria”, Panamá será testigo de una doble batalla de corazón, y la Marea Roja, (los que viajen a Guatemala, los que alienten frente a la TV o apoyen desde las gradas del Rommel Fernández), será el motor que impulsará a la selección para convertir este sueño en realidad. Porque Panamá no solo se jugará su clasificación con táctica, estrategia y talento: también lo hará con el alma de su gente.

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