Toledo: el artesano de la caída de Fujimori
Publicado 2001/05/31 23:00:00
- MÉXICO
Considerado el principal artesano de la caída del presidente Alberto Fujimori, Alejandro Toledo, un político de centro, intenta por tercera vez en un año llegar a la presidencia de Perú, en un acto de persistencia que el candidato define como terquedad propia del hombre de los Andes de Perú.
De 55 años de edad, graduado de economista en Estados Unidos y ex consultor del Banco Mundial, Toledo surgió de un poblado andino pobre, donde tuvo que desempeñar durante su niñez labores de lustrador de zapatos, vendedor de diarios y pastor de ovejas para ayudar a su familia.
Lidera el partido Perú Posible al frente del cual durante el año pasado fue el mayor dolor de cabeza para Fujimori y su asesor, el prófugo Vladimiro Montesinos, al organizar una pertinaz resistencia que aglutinó a toda la oposición.
Fujimori y Montesinos no pudieron desacreditarlo, como sí lo hicieron con otros políticos, y finalmente terminaron, el primero refugiado en Japón donde vive al amparo de su doble nacionalidad -peruana y japonesa- y el segundo huyendo a salto de mata de la justicia peruana que lo busca para que rinda cuentas por múltiples delitos.
Los partidarios de Toledo dicen que una de sus principales virtudes es su vehemencia para lograr sus objetivos, pero sus adversarios le enrostran que suele tener un doble lenguaje, que entra fácilmente en contradicciones y que es voluble en sus criterios.
En la campaña se ha definido como "terco, indio y rebelde con causa", rasgos que fueron determinantes en su carrera ascendente, social y política, que ahora lo ubican a las puertas del poder si es que el domingo vence a su adversario, el socialdemócrata Alan García.
Fueron esas características las que marcaron su accionar en los últimos tiempos e influyeron en gran medida en el desmoronamiento del fujimoriso.
Casado con la franco-belga Eliane Karp con quien tiene una hija que sigue estudios en Francia, Toledo tiene el perfil del peruano n el país al que se llama "cholo" o "serrano": rostro cetrino, nariz aguileña y estatura más bien baja. Su imagen le ha permitido una empatía con muchos peruanos y por eso le da igual que lo llamen Toledo o "Choledo".
Sus críticos lo acusan de presentarse como la reencarnación del imperio de los Incas y él no oculta su satisfacción cuando lo llaman Pachacútec, uno de los más importantes incas.
La campaña electoral ha dado lugar a que se revelen aspectos supuestamente oscuros de su vida privada y que se revelen algunas mentiras en que habría incurrido.
Días atrás el candidato dijo en un programa de televisión que su madre murió víctima del terremoto que asoló a Perú en 1970, pero un diario de Lima reveló que el propio Toledo en una autobiografía escribió que su madre murió cinco años después del sismo, en 1975.
Medios de prensa han reabierto el caso de una niña de 13 años quien se alega sería su hija fuera del matrimonio, y le han pedido que se haga una prueba de ADN para aclarar las cosas. Toledo ha rechazado la paternidad y tras negar inicialmente la acusación ha dicho que se someterá a la prueba si lo ordena la justicia.
Una reciente denuncia periodística lo acusa también de haber consumido cocaína. Según Toledo, en los tiempos del ex asesor Montesinos fue "secuestrado, sedado, drogado posiblemente, para fotografiarme en situación comprometida y luego chantajearme".
Empero, su versión es puesta en duda por la revista limeña Caretas, la más importante del país, que atribuyó todo a una noche de juerga de sexo y drogas de Toledo con tres féminas. Ese es un incidente sobre el cual ha dado pocos detalles.
De 55 años de edad, graduado de economista en Estados Unidos y ex consultor del Banco Mundial, Toledo surgió de un poblado andino pobre, donde tuvo que desempeñar durante su niñez labores de lustrador de zapatos, vendedor de diarios y pastor de ovejas para ayudar a su familia.
Lidera el partido Perú Posible al frente del cual durante el año pasado fue el mayor dolor de cabeza para Fujimori y su asesor, el prófugo Vladimiro Montesinos, al organizar una pertinaz resistencia que aglutinó a toda la oposición.
Fujimori y Montesinos no pudieron desacreditarlo, como sí lo hicieron con otros políticos, y finalmente terminaron, el primero refugiado en Japón donde vive al amparo de su doble nacionalidad -peruana y japonesa- y el segundo huyendo a salto de mata de la justicia peruana que lo busca para que rinda cuentas por múltiples delitos.
Los partidarios de Toledo dicen que una de sus principales virtudes es su vehemencia para lograr sus objetivos, pero sus adversarios le enrostran que suele tener un doble lenguaje, que entra fácilmente en contradicciones y que es voluble en sus criterios.
En la campaña se ha definido como "terco, indio y rebelde con causa", rasgos que fueron determinantes en su carrera ascendente, social y política, que ahora lo ubican a las puertas del poder si es que el domingo vence a su adversario, el socialdemócrata Alan García.
Fueron esas características las que marcaron su accionar en los últimos tiempos e influyeron en gran medida en el desmoronamiento del fujimoriso.
Casado con la franco-belga Eliane Karp con quien tiene una hija que sigue estudios en Francia, Toledo tiene el perfil del peruano n el país al que se llama "cholo" o "serrano": rostro cetrino, nariz aguileña y estatura más bien baja. Su imagen le ha permitido una empatía con muchos peruanos y por eso le da igual que lo llamen Toledo o "Choledo".
Sus críticos lo acusan de presentarse como la reencarnación del imperio de los Incas y él no oculta su satisfacción cuando lo llaman Pachacútec, uno de los más importantes incas.
La campaña electoral ha dado lugar a que se revelen aspectos supuestamente oscuros de su vida privada y que se revelen algunas mentiras en que habría incurrido.
Días atrás el candidato dijo en un programa de televisión que su madre murió víctima del terremoto que asoló a Perú en 1970, pero un diario de Lima reveló que el propio Toledo en una autobiografía escribió que su madre murió cinco años después del sismo, en 1975.
Medios de prensa han reabierto el caso de una niña de 13 años quien se alega sería su hija fuera del matrimonio, y le han pedido que se haga una prueba de ADN para aclarar las cosas. Toledo ha rechazado la paternidad y tras negar inicialmente la acusación ha dicho que se someterá a la prueba si lo ordena la justicia.
Una reciente denuncia periodística lo acusa también de haber consumido cocaína. Según Toledo, en los tiempos del ex asesor Montesinos fue "secuestrado, sedado, drogado posiblemente, para fotografiarme en situación comprometida y luego chantajearme".
Empero, su versión es puesta en duda por la revista limeña Caretas, la más importante del país, que atribuyó todo a una noche de juerga de sexo y drogas de Toledo con tres féminas. Ese es un incidente sobre el cual ha dado pocos detalles.
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