Blades: ‘Patria’ no es música cubana
- REDACCION
Agradezco la oportunidad que me brinda su diario para aclarar uno de los tópicos del artículo de Emiliano Pardo acerca del Himno Nacional, publicado en su diario recientemente. Hago estos comentarios sin ánimo de entablar polémica y con el debido respeto y simpatía hacia la intención del articulista en mención.
Quisiera aclarar que no “toda la música de (la canción) Patria es cubana”, tal como afirma el autor del artículo mencionado. La canción tiene un apoyo rítmico basado en la percusión cubana, utilizado como acompañamiento a la melodía, pero eso no convierte toda la pieza en cubana, o hace el tema cubano. El ritmo no es la canción, es el acompañamiento. Si se eliminara la percusión cubana de "Patria" y la sustituyera con una guitarra como acompañamiento, eso no la transformaría en música española. "Patria" no es "música cubana". Si se elimina la percusión quedaría todavía letra, melodía y algo de armonía, que pueden ser ajustadas al tiempo/ritmo que se desee y provista del acompañamiento que se escoja, incluyendo la música erudita ("Patria" ha sido grabada instrumentalmente por Patrick Sheridan y Sam Pilafian, dos tubistas clásicos de proyección mundial, y por la Orquesta Sinfónica Nacional de Panamá).
La música tradicional panameña tiene influencia española, árabe y africana, pero sigue siendo nuestra. El tamborito, por ejemplo, o los excitantes y criollos "atravesaos", que se acompañan con un seis por ocho africano puro, no dejan de ser panameños.
La melodía de Patria, como otras en todo el mundo, posee un elemento espiritual/intelectual que escapa a la apropiación basada en territorio o lugar de nacimiento y lo mismo puede decirse de las creaciones en otras disciplinas. La Teoría de la Relatividad no adquiere la nacionalidad judío-alemana de Einstein. Las creaciones abstractas desafían cualquier interpretación de propiedad del género, aunque se identifique la nacionalidad del autor que lo utiliza. Cuando alguien entra a un museo y ve una pintura, no pregunta por la nacionalidad del autor o su color de piel antes de reaccionar ante ella o decidir si le gusta o no le gusta.
Con referencia a si se debe reemplazar nuestro Himno Nacional, con "Patria" o cualquier otra creación, opino que no es necesario. Es más, ni siquiera creo que se debe discutir eso seriamente. El Himno es nuestra expresión oficial y merece respeto. Lo que sí debemos hacer los panameños, como ciudadanos de nuestra Patria, es tomar propiedad de nuestro Himno, sentirlo profundamente, disfrutar y sentirnos orgullosos cada vez que lo cantamos.
En cuanto a la canción, lo que el afecto del pueblo otorga espontáneamente no requiere ser oficializado. Grabé "Patria" en 1988, cuando Noriega estaba en pleno poder y utilizaba el concepto patrio para cubrir y justificar sus desmanes dictatoriales. Parte de su letra dice: "No memorices lecciones de dictadura o encierro; a la Patria no la define el que suprime a su pueblo”. Quizás por eso no tuvo mucha difusión en nuestro país, ni fue asumida como tema con rasgos nacionalistas por aquel entonces. Con el correr de los años, he visto cómo ha ido creciendo su popularidad, no solo en Panamá, sino en toda Latinoamérica, y por ello mi agradecimiento a todos es y será eterno. A mis compatriotas, mi cariño por ese apoyo espontáneo y sincero, y por la manera afectuosa con la que han abrazado nuestra canción. Ello constituye la prueba irrefutable de que "Patria" no es una "música cubana".
Rubén Blades, 3 de octubre, 2011
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