Haití: la utopía de refundar una nación
Publicado 2004/09/11 23:00:00
- Julio Bermúdez Valdés
Si se quiere modernizar Haití la lucha frontal debe ser en contra del analfabetismo y en contra de la pobreza.
Haití es hoy un país ocupado por una fuerza militar extranjera pero con una nueva modalidad: el tutelaje, encabezado por Naciones Unidas, y con la imposibilidad de gritar "yanki go home". Estados Unidos, al igual que Francia, retiró a sus soldados y las tropas corresponden a países como Brasil, Chile y Argentina.
Leslie Francois Manigat, expresidente de ese país, dijo a Semblanzas que allí se aplica lo que puede considerarse como una nueva forma de relación entre el mundo y los países desarrollados.
A mi juicio -dijo- se mantiene la preocupación de hacer de Haití un país bajo tutela. La intervención de la ONU tiene un modelo de tutelaje de Haití, porque una intervención militar es un rasgo importante. El Plan de las Naciones Unidas está previendo que vamos a tener un poco mas de seis mil militares en el país y mil 500 policías. ¿Porqué más de seis mil militares y policías mil 500?. Debía ser al contrario, una policía para el orden público y un núcleo de ejército en caso de emergencia o de defensa nacional. Pero el plan de la ONU que se ejecuta incluye más de seis mil soldados.
Pero para Manigat, que expresa su preocupación por la duración de esa ocupación, lo que hace difícil que algunos haitianos la vean con los viejos signos nacionalistas es un recambio en los actores.
Eso explica en parte porqué los ciudadanos de ese país no expresan hostilidades nacionalistas frente a los soldados brasileños, como podría ser el caso si se tratara de Estados Unidos, dijo Manigat.
El 19 de agosto pasado -por ejemplo- ha estado en Haití el mismísimo presidente Lula, la selección de fútbol de Brasil y los mejores jugadores de ese país, así que el frenesí se apoderó de Haití.
De acuerdo con el exmandatario pareciera que el mundo ensaya una forma de tutelaje que implica una presencia concreta en países fracasados. Aun cuando manifiesta que el gobierno interino está encabezado por un hombre culto, que goza de simpatía y confianza, la realidad haitiana obliga a ese país a aceptar una ayuda condicionada que le dice incluso cuál será la modalidad de uso del recurso que se le asigna.
un no se ha dicho cuánto tiempo duraran las tropas extranjeras en Haiti, pero Manigat recuerda haber escuchado públicamente a un funcionario de Naciones Unidas haber hablado de diez años.
¿Quién es Leslie Francois Manigat? El presidente número 36 de Haití. El primero en ganar en 1988, unas elecciones libres en esa nación, a la cabeza del partido social cristiano RDNP, pero al que solo le permitieron estar en el poder 134 días. Un golpe de estado perpetrado por militares puso fin a su gestión.
Ha estado en el exilio unos 23 años, pero mira con optimismo las perspectivas electorales de su colectivo para noviembre del próximo año "porque no hemos hecho parte de los fracasados modelos populistas".
Se refiere al populismo duvalierista de consecuencias fascistas, y al de Jean bertrand Arístides, de consecuencias anarquistas.
Para Manigat Haití transita por uno de los momentos claves de su historia, caracterizado por el tutelaje que encabeza la ONU, la presencia militar extranjera de Brasil, Chile y Argentina, y por una reagrupación de partidos en la que por primera vez la derecha se ha organizado para aspirar directamente al poder.
El exmandatario ha estado en Panamá invitado a la toma de posesión de Martín Torrijos Espino, cuyo discurso elogió y señaló que la honradez señalada él, es una de las demandas urgentes en Haití.
Semblanzas: ¿Cuál es la situación de Haití hoy, luego de la salida de Jean Bertrand Aristide?
L M: Es una situación difícil, compleja, pero yo creo que es una situación decisiva de la vida política del país, porque no se trata solamente de un cambio de gobierno. Haiti es un país de 200 años de independencia política nacional, y vivió durante 12 siglos, una historia, no solo la de la revolución, sino de la revolución antiesclavista, des descolonización y también fue la primera revolución por la reforma agraria en toda Latinoamérica. Es un punto importante para poder entender la personalidad histórica del pueblo haitiano. No solo fue un pueblo que se liberó de la esclavitud colonial y fundó la primera nación del continente, sino que ese país conoció una transformación socioeconómica única en América Latina, con un cambio estructural que no logró la intensidad de la revolución haitiana.
Semblanzas: ¿Cómo inciden la gran pobreza y el analfabetismo haitiano enla situación política?
L M: Pobreza y analfabetismo son los puntos de encaje del tradicionalismo. No solamente son índices, sino los puntos de encaje, de tal manera que si se quiere modernizar ese país la lucha frontal debe ser en contra del analfabetismo y en contra de la pobreza y es lo que estamos diciéndole al país. Esas son las metas de los sectores llamados a modernizar el país.
¿Semblanzas: Cuáles son esos sectores entonces?
LM: Hay un sector de la burguesía tradicional que está tratando de tomar el modelo moderno, de modo que hasta ahora hay una minoría de la burguesía tradicional haitiana que está adoptando ahora la era moderna porque se dieron cuenta que ella misma no se puede desarrollar sin esa modernización. Pero los sectores nuevos de la modernización son dos: la pequeña burguesía por su educación, y el segundo, el grupo de las masas populares de Haití, y así tenemos -para mí- la más profunda transformación de Haití.
La gente no se da cuenta. Hace 50 años teníamos ese modelo de la minoría, la mayoría, la lucha contra eso desde 1946, pero hace 50 años se produjo en Haití un fenómeno con impacto y consecuencia hasta ahora. Es lo que yo llamo la masificación social de las aspiraciones populares. Las aspiraciones populares a partir de los años 50, tomaron un rumbo diferente en lo que se refiere a las reivindicaciones, las presiones y los movimientos de las fuerzas populares. Hace 40 años conocí el Puerto Príncipe tradicional: unos 250 mil habitantes en Puerto Príncipe donde existían los servicios públicos. Ahora no, los servicios públicos no funcionan por una razón sencilla, Puerto Príncipe tiene ahora dos millones 500 mil habitantes. En 25 años la población creció 10 veces. Los servicios no soportan la población. Cuando las ciudades tratan de absorber el éxodo campesino, la ciudad urbaniza el éxodo, en el caso de Haití el campesino ruraliza la ciudad.
Semblanzas: Cómo incide este escenario que nos describe para que tenga final el gobierno de Jean Bertrand Aristide.
L M: Lo que pasó es que con esa masificación y esa crisis profunda del sistema, con la situación arcaica que se mantiene a pesar de la presión de modernización, que entra solo en ciertos sectores hay una aspiración profunda de las masas populares.
Semblanzas: Y Arisitide se alió con el tradicionalismo?
L M: No, Aristide se presentó como el hombre de las aspiraciones populares
Semblanzas: Eso fue al principio...no?
L M: Se transformó en una especie de mesías, en el héroe, de las masas populares. Eso explica que en las ciudades Aristide fuera irresistible. Las ciudades no representan la mayoría hasta ahora del país, pero es cierto que los desplazados tomaron a Arístides como el ídolo y el habló en su nombre: era el hombre del cambio social, el hombre del lenguaje de la reivindicación total y al mismo tiempo un sacerdote de izquierda, que adopta la teología de la liberación de tal manera que hay una mixtura de reivindicaciones anti tradicionales con el marxismo. Aristide pudo ser realmente el renovador de Haití. Nosotros nunca fuimos aristidiamos porque habíamos analizado al hombre en su contexto, y para nosotros Aristide fue una réplica formal al duvalierismo, pero como populista también. Nosotros tuvimos una reacción populista con Duvalier, de corte fachista, y ahora pasamos al aristidiano, que es también una reacción populista pero anarcopopulista. Es el paso de un tipo de populismo a otro tipo de populismo.
Semblanzas: ¿Qué tipos de factores llevan a la crisis a su máxima expresión?
L M: Son factores internos en dos puntos. El primero es la resistencia anti-aristide de la población, de la burguesía y sectores tradicionales. El enfrentó a esos sectores y radicalizó su movimiento, eso explica el fracaso, pero también dentro del país hay algo que se hizo con inteligencia social, una parte de la iglesia católica, la pequeña burguesía adoptó a Aristide para tener el control político, y Aristide dándose cuenta de eso también radicalizó su posición frente a esos grupos, particularmente frente a los pequeños burgueses que pensaban controlar su gobierno. En lo externo, Arístides tuvo que enfrentarse con maquiavelismo, contra los Estados Unidos, al mundo financiero internacional. El adoptó una posición que produjo confusión en el país, porque su retórica fue antiimperialista, antiamericana, radical, pero su comportamiento fue de rendirse a los americanos. Era la contradicción que creó una confusión en Haití. El pensaba que era un juego que le permitiría avanzar y triunfar, no. Fue una equivocación.
Semblanzas: Si a lo interno Aristide mantenía una retórica antimperialsta y a lo externo una posición favorable a Estados Unidos entonces porqué EEUU desplaza a Aristide?
L M: Es la historia reciente de Haití. Estados Unidos estaba en contra de Aristide, por su posición doctrinaria, por sus reclamaciones, pero la mismo tiempo han tratado de mantener al hombre en el poder con una formulación de cambio político que debía permitir a la oposición tradicional tener los puestos a partir del primer ministro. La posición norteamericana era mantener a Aristide como la legitimidad constitucional, pero la realidad del poder debía pasar a la oposición tradicional. Esa fue la táctica norteamericana hasta la caída de Aristide.
Semblanzas: Inicialmente EEUU ejecuta una especie de ocupación militar de Haití, pero en los últimos meses, ha habido otros actores en este escenario a los que en principio no se les había visto ninguna inclinación hegemónica; Brasil, por ejemplo, Chile y Argentina. ¿Cómo explica Usted esto? .
L M: Yo veo personalmente una estrategia que estimo como consciente, pero el país no se da cuenta que es deliberado. Hace dos años se organizó en Ottawa una reunión internacional, secreta al comienzo, con el ministro francés de cooperación, altos funcionarios de los Estados Unidos, representantes de algunos países latinoamericanos, por ejemplo la entonces canciller de El Salvador, y se hizo una reunión para pensar y organizar la tutela política sobre Haití. Un periodista reveló la reunión, y recuerdo muy bien la reacción haitiana denunciando ese plan. Cuando la evolución política se hizo bajo presión para la salida de Aristide, se organizó algo, de tal manera que el mundo internacional aceptó la salida de Aristide, pero al mismo tiempo para evitar un desastre político y la anarquía decidieron organizar la ocupación militar, provisionalmente y eso explica que cuando Aristide se va tuvimos la intervención militar de Estados Unidos, de Francia y Canadá. Lo que ocurre es que hay algo que hay contemplar en el futuro como un plan estratégico extradordinario.
Semblanzas: ¿Pero plan estratégico para qué?
L M: A mi juicio se mantiene la preocupación de hacer de Haití un país bajo tutela. La intervención de la ONU tiene un modelo de tutelaje de Haití, porque una intervención militar es un rasgo importante. El Plan de las Naciones Unidas está previendo que vamos a tener un poco mas de seis militares en el país y mil 500 policías. ¿Porqué más de seis mil militares y policías mil 500?. Debía ser al contrario, una policía para el orden público y un núcleo de ejército en caso de emergencia o de defensa nacional. Pero el plan de la ONU que e ejecuta incluye más de seis mil soldados. ¿Y qué hacen los soldados?
Ahora EEUU y Francia salieron de la ocupación militar que iniciaron y ahora son Brasil, Chile y Argentina los que están funcionando como la presencia militar extranjera en Haití. Eso significa para los haitianos comunes que nuestros amigos de siempre, los latinomericanos aseguran la presencia militar, así que no es la ocupación militar de potencias tradicionalmente hegemónicas, son nuestros amigos latinoamericanos. Pero Haití desde hace algunas décadas se dedicó con cariño y afecto a un culto hacia Brasil. Para el 19 de agosto se realizó un juego de fútbol con los mejores jugadores de Brasil, y Lula asistió a ese juego en Haití. Increíble, hubo un frenesí con Brasil, la selección de Brasil y Lula.
Semblanzas: ¿Cierto que se puede ver como una táctica de Estados Unidos, pero no se puede ver también con una táctica latinoamericana diciéndole a Estados Unidos permítannos resolver esto entre latinoamericanos?
L M: Se podría interpretar de esa manera, pero la iniciativa de hacer venir a los latinoamericanos es de Estados Unidos y Francia. Es dentro de una visión política que se organizó la presencia militar brasileña. El resultado ahora es increíble, yo no veo ninguna hostilidad de los haitianos ahora frente a la presencia militar de Brasil. Si tuviéramos aun la presencia militar de EEUU y Francia creo que podría existir en el país una nostalgia nacionalista de ese tipo, pero hasta este momento yo no veo una manifestación de advertencia porque ayuna presencia militar extranjera.
Semblanzas: ¿Hasta cuándo estarán ellos en Haití?
L M: Ese es el problema. Eso se improvisó de tal manera que hasta ahora a mi conocimiento no hay términos de referencia, no hay una duración de esa presencia militar. Yo sé que un alto funcionario de las Naciones Unidas dijo públicamente que la presencia militar duraría diez años.
Semblanzas: Pero qué es lo que están tratando de hacer con Haití?
L M: Un modelo de ingerencia internacional en un país fracasado. Están organizando una situación cuando hay un país nominalmente soberano bajo tutela para organizar la vida económico-social y después política. Han escogido los países subdesarrollados para hacer un modelo, así que hay una compatibilidad entre la tutela y el subdesarrollo, porque la vía de desarrollo se está organizando para otros países. Es un modelo de tutelaje. Y la duración, porque aunque se digan 10 años, debe organizarse el final. No es una situación eterna, debemos saber cuál es la duración dela experiencia y cómo se organiza el final. Lo que estamos diciendo con nuestros amigos latinoamericanos es que la presencia militar de fuerzas extranjeras en el país es una anomalía. Se puede explicar una anomalía, aun se podría justificar una anomalía por poco tiempo pero es una anomalía.
Semblanzas: ¿Qué va a pasaren Haití, habrán elecciones, cuándo?
L M: Tuvimos una transición política. Se organizó eso como una locura y un surrealismo. Ese no es cierto. Como es un poco la regla en Haití, los que tomaron la iniciativa de hacer un hecho cumplido no tuvieron resistencia nacional, descontento, malestar, pero el "hecho cumplido" se mantuvo como "hecho cumplido". Y así tenemos un equipo de transición política. Afortunadamente para nosotros tuvimos unas figuras más que decentes dentro del equipo de la transición. El Primer Ministro es un funcionario de las Naciones Unidas que hizo su carrera dentro de la ONU, es un hombre culto, jovial, simpático, es decir personalmente es un hombre acogido con simpatía, unos ministros que se dicen tecnócratas, pero unos ministros tiene competencia para manejar la cosa pública, de tal manera que hay un sector que yo considero como positivo en la gestión política. Lamentablemente el resto no ha cambiado después de la caída de Aristide. Y es el problema que tenemos, que ese gobierno de transición está manteniendo un personal, unos métodos, y unas prácticas del pasado. De tal manera que estamos yendo a las elecciones en condiciones inciertas.
Semblanzas: ¿para cuando será las elecciones?
L M: En abril, las elecciones locales y municipales; en septiembre las legislativas, y en noviembre las presidenciales. Me parece mucho párale pueblo haitiano en un año.
Semblanzas: ¿Cómo está la correlación de fuerzas para esos episodios?
L M: Ahora hay una tendencia muy haitiana en la situación de hoy. Hay un multipartidismo extraordinario. Partidos nuevos, eso significa que durante los últimos 10 días tuvimos tres partidos: uno de la derecha, otro con un exmilitar y otro donde se integran cuatro partidos tradicionales, exmarxistas, pero ahora con una formación que se va a llamar la Izquierda Socialista.
Eso significa que hay una táctica con la proliferación de partido, no para ganar sino para negociar alianzas. Lo más importante en esas elecciones es que vamos a tener, por primera vez desde 1946, la aspiración directa de la derecha a gobernar. Quieren el poder, lo dicen y se organizan para eso. Y tienen lo que otros partidos no tienen, el dinero.
Semblanzas: Qué sectores dentro de la derecha, los duvalieristas?
L M: No, no, no, la derecha aunque se presente como modernizadora es realmente es el segmento social de la oligarquía haitiana. Ese segmento se está presentando con aspiración al poder en términos de modernización.
Semblanzas: ¿Y Leslie Manigat y el RNDP cómo actuarán en ésta coyuntura?
L M: En primer lugar desarrollándose como fuerza autónoma y mayor de la escena política, porque tenemos unas ventajas en la situación política.No fuimos implicados en las dos experiencias populistas que fueron desastrosas para el país. Los otros partidos no pueden decir eso fácilmente. En segundo lugar tenemos una trayectoria de 25 años de lucha para la democracia, la modernización y la justicia social. De tal manera que somos un partido de centro, pero con sensibilidad social. Es una posición de centro progresista. En tercer lugar tenemos en la realidad del país, no solo una decepción del país frente a las dos experiencia de populismo fracasado, que e ve en el discurso del presidente Torrijos, es una aspiración realmente de honestidad, porque los dirigentes haitianos fueron involucrados en la corrupción. La posición fundamental del partido se revela en su nombre el RNDP, es reagrupamiento, la vocación unitaria del partido, pero más profundo que eso es una necesidad de refundación de la nación haitiana. Porque la nación haitiana ha vivido un sistema que ahora está en total derrota, por la pobreza, por el peso del numero en el caso haitiano. Necesitamos una refundación nacional. Nuestro partido está diciendo que sin esa refundación no vemos como será fácilmente la modernización del país. La modernización implica que vamos a cuestionar los términos del primer contrato social, pero no estamos diciendo como una parte de la población, vamos a hacer u nuevo contrato social, no.., estamos diciendo que hacer un contrato social es una cosa más profunda que los términos de modernización que puedes encontrar en todos los países. Hay que integrar en la justicia los elementos de la población haitiano, porque por demasiado tiempo el país aceptó un sistema de desigualdad inaceptables. Es la razón porque cual, para nosotros, la refundación patriótica debe cuestionar el equilibrio económico social del país, con la promoción de la modernización.
Leslie Francois Manigat, expresidente de ese país, dijo a Semblanzas que allí se aplica lo que puede considerarse como una nueva forma de relación entre el mundo y los países desarrollados.
A mi juicio -dijo- se mantiene la preocupación de hacer de Haití un país bajo tutela. La intervención de la ONU tiene un modelo de tutelaje de Haití, porque una intervención militar es un rasgo importante. El Plan de las Naciones Unidas está previendo que vamos a tener un poco mas de seis mil militares en el país y mil 500 policías. ¿Porqué más de seis mil militares y policías mil 500?. Debía ser al contrario, una policía para el orden público y un núcleo de ejército en caso de emergencia o de defensa nacional. Pero el plan de la ONU que se ejecuta incluye más de seis mil soldados.
Pero para Manigat, que expresa su preocupación por la duración de esa ocupación, lo que hace difícil que algunos haitianos la vean con los viejos signos nacionalistas es un recambio en los actores.
Eso explica en parte porqué los ciudadanos de ese país no expresan hostilidades nacionalistas frente a los soldados brasileños, como podría ser el caso si se tratara de Estados Unidos, dijo Manigat.
El 19 de agosto pasado -por ejemplo- ha estado en Haití el mismísimo presidente Lula, la selección de fútbol de Brasil y los mejores jugadores de ese país, así que el frenesí se apoderó de Haití.
De acuerdo con el exmandatario pareciera que el mundo ensaya una forma de tutelaje que implica una presencia concreta en países fracasados. Aun cuando manifiesta que el gobierno interino está encabezado por un hombre culto, que goza de simpatía y confianza, la realidad haitiana obliga a ese país a aceptar una ayuda condicionada que le dice incluso cuál será la modalidad de uso del recurso que se le asigna.
un no se ha dicho cuánto tiempo duraran las tropas extranjeras en Haiti, pero Manigat recuerda haber escuchado públicamente a un funcionario de Naciones Unidas haber hablado de diez años.
¿Quién es Leslie Francois Manigat? El presidente número 36 de Haití. El primero en ganar en 1988, unas elecciones libres en esa nación, a la cabeza del partido social cristiano RDNP, pero al que solo le permitieron estar en el poder 134 días. Un golpe de estado perpetrado por militares puso fin a su gestión.
Ha estado en el exilio unos 23 años, pero mira con optimismo las perspectivas electorales de su colectivo para noviembre del próximo año "porque no hemos hecho parte de los fracasados modelos populistas".
Se refiere al populismo duvalierista de consecuencias fascistas, y al de Jean bertrand Arístides, de consecuencias anarquistas.
Para Manigat Haití transita por uno de los momentos claves de su historia, caracterizado por el tutelaje que encabeza la ONU, la presencia militar extranjera de Brasil, Chile y Argentina, y por una reagrupación de partidos en la que por primera vez la derecha se ha organizado para aspirar directamente al poder.
El exmandatario ha estado en Panamá invitado a la toma de posesión de Martín Torrijos Espino, cuyo discurso elogió y señaló que la honradez señalada él, es una de las demandas urgentes en Haití.
Semblanzas: ¿Cuál es la situación de Haití hoy, luego de la salida de Jean Bertrand Aristide?
L M: Es una situación difícil, compleja, pero yo creo que es una situación decisiva de la vida política del país, porque no se trata solamente de un cambio de gobierno. Haiti es un país de 200 años de independencia política nacional, y vivió durante 12 siglos, una historia, no solo la de la revolución, sino de la revolución antiesclavista, des descolonización y también fue la primera revolución por la reforma agraria en toda Latinoamérica. Es un punto importante para poder entender la personalidad histórica del pueblo haitiano. No solo fue un pueblo que se liberó de la esclavitud colonial y fundó la primera nación del continente, sino que ese país conoció una transformación socioeconómica única en América Latina, con un cambio estructural que no logró la intensidad de la revolución haitiana.
Semblanzas: ¿Cómo inciden la gran pobreza y el analfabetismo haitiano enla situación política?
L M: Pobreza y analfabetismo son los puntos de encaje del tradicionalismo. No solamente son índices, sino los puntos de encaje, de tal manera que si se quiere modernizar ese país la lucha frontal debe ser en contra del analfabetismo y en contra de la pobreza y es lo que estamos diciéndole al país. Esas son las metas de los sectores llamados a modernizar el país.
¿Semblanzas: Cuáles son esos sectores entonces?
LM: Hay un sector de la burguesía tradicional que está tratando de tomar el modelo moderno, de modo que hasta ahora hay una minoría de la burguesía tradicional haitiana que está adoptando ahora la era moderna porque se dieron cuenta que ella misma no se puede desarrollar sin esa modernización. Pero los sectores nuevos de la modernización son dos: la pequeña burguesía por su educación, y el segundo, el grupo de las masas populares de Haití, y así tenemos -para mí- la más profunda transformación de Haití.
La gente no se da cuenta. Hace 50 años teníamos ese modelo de la minoría, la mayoría, la lucha contra eso desde 1946, pero hace 50 años se produjo en Haití un fenómeno con impacto y consecuencia hasta ahora. Es lo que yo llamo la masificación social de las aspiraciones populares. Las aspiraciones populares a partir de los años 50, tomaron un rumbo diferente en lo que se refiere a las reivindicaciones, las presiones y los movimientos de las fuerzas populares. Hace 40 años conocí el Puerto Príncipe tradicional: unos 250 mil habitantes en Puerto Príncipe donde existían los servicios públicos. Ahora no, los servicios públicos no funcionan por una razón sencilla, Puerto Príncipe tiene ahora dos millones 500 mil habitantes. En 25 años la población creció 10 veces. Los servicios no soportan la población. Cuando las ciudades tratan de absorber el éxodo campesino, la ciudad urbaniza el éxodo, en el caso de Haití el campesino ruraliza la ciudad.
Semblanzas: Cómo incide este escenario que nos describe para que tenga final el gobierno de Jean Bertrand Aristide.
L M: Lo que pasó es que con esa masificación y esa crisis profunda del sistema, con la situación arcaica que se mantiene a pesar de la presión de modernización, que entra solo en ciertos sectores hay una aspiración profunda de las masas populares.
Semblanzas: Y Arisitide se alió con el tradicionalismo?
L M: No, Aristide se presentó como el hombre de las aspiraciones populares
Semblanzas: Eso fue al principio...no?
L M: Se transformó en una especie de mesías, en el héroe, de las masas populares. Eso explica que en las ciudades Aristide fuera irresistible. Las ciudades no representan la mayoría hasta ahora del país, pero es cierto que los desplazados tomaron a Arístides como el ídolo y el habló en su nombre: era el hombre del cambio social, el hombre del lenguaje de la reivindicación total y al mismo tiempo un sacerdote de izquierda, que adopta la teología de la liberación de tal manera que hay una mixtura de reivindicaciones anti tradicionales con el marxismo. Aristide pudo ser realmente el renovador de Haití. Nosotros nunca fuimos aristidiamos porque habíamos analizado al hombre en su contexto, y para nosotros Aristide fue una réplica formal al duvalierismo, pero como populista también. Nosotros tuvimos una reacción populista con Duvalier, de corte fachista, y ahora pasamos al aristidiano, que es también una reacción populista pero anarcopopulista. Es el paso de un tipo de populismo a otro tipo de populismo.
Semblanzas: ¿Qué tipos de factores llevan a la crisis a su máxima expresión?
L M: Son factores internos en dos puntos. El primero es la resistencia anti-aristide de la población, de la burguesía y sectores tradicionales. El enfrentó a esos sectores y radicalizó su movimiento, eso explica el fracaso, pero también dentro del país hay algo que se hizo con inteligencia social, una parte de la iglesia católica, la pequeña burguesía adoptó a Aristide para tener el control político, y Aristide dándose cuenta de eso también radicalizó su posición frente a esos grupos, particularmente frente a los pequeños burgueses que pensaban controlar su gobierno. En lo externo, Arístides tuvo que enfrentarse con maquiavelismo, contra los Estados Unidos, al mundo financiero internacional. El adoptó una posición que produjo confusión en el país, porque su retórica fue antiimperialista, antiamericana, radical, pero su comportamiento fue de rendirse a los americanos. Era la contradicción que creó una confusión en Haití. El pensaba que era un juego que le permitiría avanzar y triunfar, no. Fue una equivocación.
Semblanzas: Si a lo interno Aristide mantenía una retórica antimperialsta y a lo externo una posición favorable a Estados Unidos entonces porqué EEUU desplaza a Aristide?
L M: Es la historia reciente de Haití. Estados Unidos estaba en contra de Aristide, por su posición doctrinaria, por sus reclamaciones, pero la mismo tiempo han tratado de mantener al hombre en el poder con una formulación de cambio político que debía permitir a la oposición tradicional tener los puestos a partir del primer ministro. La posición norteamericana era mantener a Aristide como la legitimidad constitucional, pero la realidad del poder debía pasar a la oposición tradicional. Esa fue la táctica norteamericana hasta la caída de Aristide.
Semblanzas: Inicialmente EEUU ejecuta una especie de ocupación militar de Haití, pero en los últimos meses, ha habido otros actores en este escenario a los que en principio no se les había visto ninguna inclinación hegemónica; Brasil, por ejemplo, Chile y Argentina. ¿Cómo explica Usted esto? .
L M: Yo veo personalmente una estrategia que estimo como consciente, pero el país no se da cuenta que es deliberado. Hace dos años se organizó en Ottawa una reunión internacional, secreta al comienzo, con el ministro francés de cooperación, altos funcionarios de los Estados Unidos, representantes de algunos países latinoamericanos, por ejemplo la entonces canciller de El Salvador, y se hizo una reunión para pensar y organizar la tutela política sobre Haití. Un periodista reveló la reunión, y recuerdo muy bien la reacción haitiana denunciando ese plan. Cuando la evolución política se hizo bajo presión para la salida de Aristide, se organizó algo, de tal manera que el mundo internacional aceptó la salida de Aristide, pero al mismo tiempo para evitar un desastre político y la anarquía decidieron organizar la ocupación militar, provisionalmente y eso explica que cuando Aristide se va tuvimos la intervención militar de Estados Unidos, de Francia y Canadá. Lo que ocurre es que hay algo que hay contemplar en el futuro como un plan estratégico extradordinario.
Semblanzas: ¿Pero plan estratégico para qué?
L M: A mi juicio se mantiene la preocupación de hacer de Haití un país bajo tutela. La intervención de la ONU tiene un modelo de tutelaje de Haití, porque una intervención militar es un rasgo importante. El Plan de las Naciones Unidas está previendo que vamos a tener un poco mas de seis militares en el país y mil 500 policías. ¿Porqué más de seis mil militares y policías mil 500?. Debía ser al contrario, una policía para el orden público y un núcleo de ejército en caso de emergencia o de defensa nacional. Pero el plan de la ONU que e ejecuta incluye más de seis mil soldados. ¿Y qué hacen los soldados?
Ahora EEUU y Francia salieron de la ocupación militar que iniciaron y ahora son Brasil, Chile y Argentina los que están funcionando como la presencia militar extranjera en Haití. Eso significa para los haitianos comunes que nuestros amigos de siempre, los latinomericanos aseguran la presencia militar, así que no es la ocupación militar de potencias tradicionalmente hegemónicas, son nuestros amigos latinoamericanos. Pero Haití desde hace algunas décadas se dedicó con cariño y afecto a un culto hacia Brasil. Para el 19 de agosto se realizó un juego de fútbol con los mejores jugadores de Brasil, y Lula asistió a ese juego en Haití. Increíble, hubo un frenesí con Brasil, la selección de Brasil y Lula.
Semblanzas: ¿Cierto que se puede ver como una táctica de Estados Unidos, pero no se puede ver también con una táctica latinoamericana diciéndole a Estados Unidos permítannos resolver esto entre latinoamericanos?
L M: Se podría interpretar de esa manera, pero la iniciativa de hacer venir a los latinoamericanos es de Estados Unidos y Francia. Es dentro de una visión política que se organizó la presencia militar brasileña. El resultado ahora es increíble, yo no veo ninguna hostilidad de los haitianos ahora frente a la presencia militar de Brasil. Si tuviéramos aun la presencia militar de EEUU y Francia creo que podría existir en el país una nostalgia nacionalista de ese tipo, pero hasta este momento yo no veo una manifestación de advertencia porque ayuna presencia militar extranjera.
Semblanzas: ¿Hasta cuándo estarán ellos en Haití?
L M: Ese es el problema. Eso se improvisó de tal manera que hasta ahora a mi conocimiento no hay términos de referencia, no hay una duración de esa presencia militar. Yo sé que un alto funcionario de las Naciones Unidas dijo públicamente que la presencia militar duraría diez años.
Semblanzas: Pero qué es lo que están tratando de hacer con Haití?
L M: Un modelo de ingerencia internacional en un país fracasado. Están organizando una situación cuando hay un país nominalmente soberano bajo tutela para organizar la vida económico-social y después política. Han escogido los países subdesarrollados para hacer un modelo, así que hay una compatibilidad entre la tutela y el subdesarrollo, porque la vía de desarrollo se está organizando para otros países. Es un modelo de tutelaje. Y la duración, porque aunque se digan 10 años, debe organizarse el final. No es una situación eterna, debemos saber cuál es la duración dela experiencia y cómo se organiza el final. Lo que estamos diciendo con nuestros amigos latinoamericanos es que la presencia militar de fuerzas extranjeras en el país es una anomalía. Se puede explicar una anomalía, aun se podría justificar una anomalía por poco tiempo pero es una anomalía.
Semblanzas: ¿Qué va a pasaren Haití, habrán elecciones, cuándo?
L M: Tuvimos una transición política. Se organizó eso como una locura y un surrealismo. Ese no es cierto. Como es un poco la regla en Haití, los que tomaron la iniciativa de hacer un hecho cumplido no tuvieron resistencia nacional, descontento, malestar, pero el "hecho cumplido" se mantuvo como "hecho cumplido". Y así tenemos un equipo de transición política. Afortunadamente para nosotros tuvimos unas figuras más que decentes dentro del equipo de la transición. El Primer Ministro es un funcionario de las Naciones Unidas que hizo su carrera dentro de la ONU, es un hombre culto, jovial, simpático, es decir personalmente es un hombre acogido con simpatía, unos ministros que se dicen tecnócratas, pero unos ministros tiene competencia para manejar la cosa pública, de tal manera que hay un sector que yo considero como positivo en la gestión política. Lamentablemente el resto no ha cambiado después de la caída de Aristide. Y es el problema que tenemos, que ese gobierno de transición está manteniendo un personal, unos métodos, y unas prácticas del pasado. De tal manera que estamos yendo a las elecciones en condiciones inciertas.
Semblanzas: ¿para cuando será las elecciones?
L M: En abril, las elecciones locales y municipales; en septiembre las legislativas, y en noviembre las presidenciales. Me parece mucho párale pueblo haitiano en un año.
Semblanzas: ¿Cómo está la correlación de fuerzas para esos episodios?
L M: Ahora hay una tendencia muy haitiana en la situación de hoy. Hay un multipartidismo extraordinario. Partidos nuevos, eso significa que durante los últimos 10 días tuvimos tres partidos: uno de la derecha, otro con un exmilitar y otro donde se integran cuatro partidos tradicionales, exmarxistas, pero ahora con una formación que se va a llamar la Izquierda Socialista.
Eso significa que hay una táctica con la proliferación de partido, no para ganar sino para negociar alianzas. Lo más importante en esas elecciones es que vamos a tener, por primera vez desde 1946, la aspiración directa de la derecha a gobernar. Quieren el poder, lo dicen y se organizan para eso. Y tienen lo que otros partidos no tienen, el dinero.
Semblanzas: Qué sectores dentro de la derecha, los duvalieristas?
L M: No, no, no, la derecha aunque se presente como modernizadora es realmente es el segmento social de la oligarquía haitiana. Ese segmento se está presentando con aspiración al poder en términos de modernización.
Semblanzas: ¿Y Leslie Manigat y el RNDP cómo actuarán en ésta coyuntura?
L M: En primer lugar desarrollándose como fuerza autónoma y mayor de la escena política, porque tenemos unas ventajas en la situación política.No fuimos implicados en las dos experiencias populistas que fueron desastrosas para el país. Los otros partidos no pueden decir eso fácilmente. En segundo lugar tenemos una trayectoria de 25 años de lucha para la democracia, la modernización y la justicia social. De tal manera que somos un partido de centro, pero con sensibilidad social. Es una posición de centro progresista. En tercer lugar tenemos en la realidad del país, no solo una decepción del país frente a las dos experiencia de populismo fracasado, que e ve en el discurso del presidente Torrijos, es una aspiración realmente de honestidad, porque los dirigentes haitianos fueron involucrados en la corrupción. La posición fundamental del partido se revela en su nombre el RNDP, es reagrupamiento, la vocación unitaria del partido, pero más profundo que eso es una necesidad de refundación de la nación haitiana. Porque la nación haitiana ha vivido un sistema que ahora está en total derrota, por la pobreza, por el peso del numero en el caso haitiano. Necesitamos una refundación nacional. Nuestro partido está diciendo que sin esa refundación no vemos como será fácilmente la modernización del país. La modernización implica que vamos a cuestionar los términos del primer contrato social, pero no estamos diciendo como una parte de la población, vamos a hacer u nuevo contrato social, no.., estamos diciendo que hacer un contrato social es una cosa más profunda que los términos de modernización que puedes encontrar en todos los países. Hay que integrar en la justicia los elementos de la población haitiano, porque por demasiado tiempo el país aceptó un sistema de desigualdad inaceptables. Es la razón porque cual, para nosotros, la refundación patriótica debe cuestionar el equilibrio económico social del país, con la promoción de la modernización.
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