La nunca bien comprendida RAE
- Ariel Barría Alvarado (Profesor de lengua y litera
Hay personas que dicen que “enreda la lengua”; otros preguntan: “¿por qué se mete en mi forma de hablar?”, y no faltan los que creen que tiene poderes cuasi sobrenaturales sobre la lengua: “Anoche la RAE dictó una ley que dice que… ”
En realidad, siento que la Real Academia Española, salvo excepciones, tiene una función más mediadora que normativa; es decir, somos nosotros los que imponemos los modos, y el organismo apenas los recopila. Para estar más claros, reseñemos algunos aspectos importantes de la entidad lingüística; eso quizás evite tantas especulaciones.
En el año 1713, el rey Felipe V acogió una iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena, para fundar la Real Academia Española, lo cual se hace realidad con la constitución de esta entidad, el 3 de octubre de 1714. El fin de la RAE era el de “fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza”, y para esto se adoptó el lema “Limpia, fija y da esplendor”.
Aquel inicial concepto de pureza se ha dejado a un lado, considerando los necesarios cambios que una lengua ha de experimentar como herramienta de uso diario, y teniendo en cuenta la expansión que experimenta en cuanto al número y dispersión de sus usuarios. Es por esto que aquella misión original se plasme hoy de otro modo; en nuestros días, la RAE reconoce que es su misión principal “velar porque los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico”.
Para tal fin, la RAE reconoce, y es parte, de una Asociación de Academias de la Lengua Española, que la integran las veintidós Academias de la Lengua Española que existen en el mundo, con lo que los temas vinculados con nuestro idioma tienen en cuenta los criterios de ese colectivo.
El Diccionario de la Real Academia (DRAE) y el Diccionario Panhispánico de dudas son dos de las principales publicaciones de la Real Academia, ambos disponibles para todo el público, de manera gratuita, en el sitio web www.rae.es. El DRAE recoge y actualiza el vocabulario de nuestra lengua, con indicaciones sobre su correcta utilización. El segundo sirve para brindar respuestas a aquellas interrogantes comunes relacionadas con el uso del idioma tomando en cuenta los diferentes países donde se habla.
Viéndolo bien, no es tan tirana como algunos piensan.
Que la palabra te acompañe.
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