Rectitud de principios, honestidad en sus actuaciones, inquebrantable en sus convicciones (1)
Publicado 2006/10/21 23:00:00
- Adolfo E. Linares Franco
"..Julio Linares fue mucho más que un padre para nosotros, sus hijos. Fue un ejemplo constante de amor paternal, del ciudadano ejemplar que impuso siempre como norte de sus actuaciones las dictadas por su consciencia y convicciones, del político que siempre tuvo - cualidad rara hoy en día - "..una concepción clara, pero muy clara, de lo que el arte de gobernar significa.."
No es común en nuestros días reconocer la trayectoria de personas que, a lo largo de su vida fijaron metas, ofrecieron tiempo, escribieron obras e incluso, sacrificaron su propia salud al servicio y defensa de la democracia, de la patria, de sus ciudadanos y sus semejantes. Normalmente a estas personas se les mantiene en un segundo plano, prefiriendo reconocer a aquellos que desde las cimas más altas del poder político o económico, sin importar la manera como alcanzaron estas posiciones, impusieron su criterio, voluntad e incluso, fuerza bruta.
Hoy la familia LINARES FRANCO agradece la deferencia que el Club Unión, a través de su Comité de Historia, de su Junta Directiva y muy especialmente de su Presidente, GILBERTO AROSEMENA, ha tenido con la persona que fuera el carpintero de nuestra personalidad, el forjador de nuestro carácter y el guía de nuestros valores y convicciones; a quien siempre recordamos para enfilar nuestros destinos por los senderos de la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad y el trabajo permanente. Y es que, Julio Linares fue mucho más que un padre para nosotros, sus hijos. Fue un ejemplo constante de amor paternal, del ciudadano ejemplar que impuso siempre como norte de sus actuaciones las dictadas por su consciencia y convicciones, del político que siempre tuvo - cualidad rara hoy en día - "..una concepción clara, pero muy clara, de lo que el arte de gobernar significa, cual es, el ser respetuoso de la voluntad popular y actuar siempre en función de los vastos e inmanentes intereses de la Patria", y del legítimo nacionalista, que lejos de arroparse y esconderse tras posturas patrioteras y demagógicas, desde muy temprana edad defendió la causa panameña hasta en los más altos organismos internacionales con el empeño, dinamismo y seguridad que proporciona el conocimiento de causa, el convencimiento en la razón que la alienta y el amor a la Patria.
Y es que en esta sociedad que vivimos actualmente, llena de falsos valores o "anti-valores", en donde las personas sobresalen o se les respeta por las riquezas obtenidas o por el poder político alcanzado, Julio Linares fue un hombre que sobresalió y se le respetó por la rectitud de sus principios, por la honestidad en sus actuaciones y por lo inquebrantable de sus convicciones. Y es que en el mundo de los valores, que es en el cual todo hombre de bien debe aspirar a vivir, lo importante no es sobresalir, sino porqué sobresalimos. En el mundo de los valores el respeto no es consubstancial al poder que se tenga, a la riqueza que se posea o al supuesto liderazgo que se ejerza. El respeto es simplemente el resultado lógico de una conducta, de un comportamiento, de un proceder. Ese fue el mundo en el que vivió, y sobresalió, Julio Linares. Ese respeto se refleja hoy, al cumplirse los trece (13) años de su desaparición, en este recinto con la presencia de todos ustedes en este sencillo y significativo acto.
JULIO E. LINARES nace el 7 de agosto de 1930 en el Hospital Gorgas, ubicado en la antigua Zona del Canal. Creció en el malecón de San Felipe, junto a mi tío y padrino Leopoldo Neira, la tía Carmen y nuestra siempre recordada abuela Elena. Desde muy joven, desarrollo su espíritu por la fiesta, el baile y la música, cultivando desde niño su talento en el piano. No era esto nada raro, siendo hijo de una dama que tocaba el violín en la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la entonces dirección del Maestro WALTER MYERS, y hermano de quien es hoy, desde hace muchos años, una pianista consagrada y talentosa profesora de piano, la tía Carmen. Amaba a su "alma mater", el Colegio La Salle. Fue miembro de la Banda de Guerra del Batallón Juana de Arco, donde repicó el redoblante, como quien le habla y retumbó el bombo, como mi hermano Fernando.
Desde pequeño le encantaba su Club Unión. Salía en cuanta comparsa había, siendo edecán de un sinnúmero de reinas, inclusive de AURITA CARBONE cuando fue reina del Carnaval Nacional y coronada en el Hotel Panamá, en compañía de FRANK AZCÁRRAGA como el otro edecán. Y muchos años después, como todos ustedes saben, sería por varios periodos miembro de la Junta de Admisión, de la Junta Directiva e incluso Presidente del Club Unión en 1985.
Desde sus tiempos escolares, cultivó amistades que perduraron por siempre. Memo CASCO ARIAS, RICARDO DURLING, Vilo SOSA, "Luisi Alfaro", Enriquito Arango y RODRIGO MORENO, fueron sus carnales, de niño y de viejo. Termina sus estudios escolares en 1947 e inicia la carrera de Derecho en la Universidad de Panamá luego de pasar un semestre en la Facultad de Arquitectura. Tuvo la dicha de ser alumno en una época de oro para la abogacía panameña y la Facultada de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá. Entre sus profesores se encontraban RICARDO J. ALFARO, JOSÉ DOLORES MOSCOTE, CÉSAR QUINTERO, ELOY BENEDETTI, DULIO ARROYO CAMACHO y NARCISO GARAY. Si JULIO E. LINARES fue un buen abogado, definitivamente que tenía sobradas razones para serlo.
En 1955 se gradúa de Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas. Entre sus compañeros de clase se encontraba su buen amigo MARIANO OTEIZA. Poco antes de partir hacia Europa, el 9 de agosto de 1955, a los 25 años de edad, le toca en nombre del Colegio de Abogados dirigir las palabras ante la tumba del Dr. JUSTO AROSEMENA, concluyendo su disertación de aquel día con el siguiente pensamiento: "Hoy que atravesamos por una crisis de valores y sobre todo de hombres, la figura de JUSTO AROSEMENA se eleva por el firmamento como astro refulgente irradiando destellos de esperanza. Recordemos su memoria, pero sobre todo imitemos sus virtudes, porque el mejor homenaje que le podemos ofrendar a este preclaro ciudadano, no lo constituyen las romerías ni los discursos laudatorios, sino el deseo sincero de llevar, como él, una vida honesta, decorosa, digna y templada en el crisol del deber y del patriotismo".
Luego de graduarse en Panamá decide seguir sus estudios en España y gracias a una beca ganada con esfuerzo y sudor propio, parte para la madre patria a estudiar su doctorado en derecho en la Universidad de Madrid. En aquella ciudad, convivió con varios panameños que también estudiaban en la capital madrileña, pudiendo mencionar en este momento a Memo CASCO ARIAS, VASCO SALDAÑA, RUBÉN AROSEMENA GUARDIA y MANUEL JOSÉ BERROCAL.
Luego de graduarse con honores como Doctor en Derecho en Madrid y obtener un diploma de perfeccionamiento en Derecho y Política Internacional en la Universidad Internacional de los Estudios Sociales de Roma, Italia, regresa a su país natal. Consigue una plaza de abogado en la entonces firma TAPIA, RICORD Y PHILLIPS, donde ingresa un 4 de diciembre de 1958, hoy día TAPIA, LINARES Y ALFARO.
La personalidad polifacética del ahora Doctor JULIO E. LINARES, sobresale apenas llega a Panamá, al destacarse en diferentes campos de la vida social, política, cultural y académica. En el campo cívico y de ayuda benéfica, ingresa a finales de los cincuenta al entonces Club 20-30 Internacional, hoy conocido como Club Activo 20-30 de Panamá. Cultiva amistades imperecederas con ROBERTO STANZIOLA, ERASMO ARIAS, Choza EISSMMAN, ARTURO McGOWEN, ALBERTO BOYD, Fello BURGOS, EDWIN DURLING, Pille ORTEGA VIETO y el inigualable ALEX NEWMAN. Ocupó los cargos de Secretario, Tesorero, Director y Primer Vicepresidente de esta importante asociación cívica del país; además de que también lo acompañarían como activos 20-30 sus queridos cuñados Dindo, Negro y Fulo FRANCO y, que coincidencia, mi suegro José Díaz Seixas.
Cuando el reloj de arena se agotara al cumplir sus 40 años de edad, ingresaría al Club Kiwanis de Panamá donde compartiría años de camaradería y trabajo cívico y social con grandes amigos como Bebo MÉNDEZ, Billy QUIJANO, FRANCISCO LINARES, JUAN PASCUAL, JOAQUÍN GIL DEL REAL, ROBERTO BRIN, Tony MONZÓ, DAVID EISSMANN, HUMBERTO JIRÓN, GASTÓN FARAUDO y ERNESTO BOYD entre otros. Sobresalió a nivel cultural cuando gracias a su gestión e iniciativa, esta organización cívica publica las obras completas de MARÍA OLYMPIA DE OBALDÍA, EUSEBIO A. MORALES, PABLO AROSEMENA y DEMETRIO KORSI. Y en el prólogo que le escribiera a la obra de MORALES, su vocación nacionalista reluciría al señalar lo siguiente: "La nacionalidad es un sentimiento poco arraigado en el panameño. Ello, no está de más decir, es sumamente peligroso para cualquier Estado, por cuanto la ausencia de tal sentimiento es frecuentemente germen de males políticos y sociales, y podría minar en su población la voluntad de continuar existiendo como entidad independiente y soberana". Y más adelante diría : "De lo expuesto se infiere que una acción inmediata y efectiva del Estado se hace necesaria para fortalecer y engrandecer el espíritu nacional, de suerte que podamos superarnos política y socialmente, al igual que consolidar nuestra capacidad de actuar, dentro del campo de aplicación del Derecho Internacional Público en forma exclusiva, autónoma y plena". Su actuación como Kiwanis ejemplar lo llevaría a obtener el mérito de Kiwanis del año en 1975.
Paralelamente a su llegada de España, obtiene en la Universidad de Panamá las cátedras de Derecho Procesal Civil y de Derecho Internacional Público. Ésta última la ejerce por 15 años y además destacó como Secretario General, Vice decano y Decano Interino de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de dicha Universidad. Descolló en el aspecto gremial como Vicepresidente del Colegio Nacional de Abogados, en el periodo 1961 - 1962. Al mismo tiempo ingresa muy temprano a la política criolla, siendo su mentor el Lcdo. AQUILINO BOYD. En noviembre de 1959 es protagonista con éste y con ERNESTO CASTILLERO PIMENTEL de la Siembra de Banderas bajo las balas, bayonetas y golpes de los entonces agresores imperialistas. En 1960, con apenas treinta (30) años de edad, con BOYD a la cabeza, es electo diputado suplente a la Asamblea Nacional, debiendo asumir la curul como principal cuando BOYD es nombrado en un cargo diplomático dos años después. De 1962 a 1963 ejerce la curul por ende, con carácter de Diputado Principal.
Hoy la familia LINARES FRANCO agradece la deferencia que el Club Unión, a través de su Comité de Historia, de su Junta Directiva y muy especialmente de su Presidente, GILBERTO AROSEMENA, ha tenido con la persona que fuera el carpintero de nuestra personalidad, el forjador de nuestro carácter y el guía de nuestros valores y convicciones; a quien siempre recordamos para enfilar nuestros destinos por los senderos de la honestidad, la solidaridad, la responsabilidad y el trabajo permanente. Y es que, Julio Linares fue mucho más que un padre para nosotros, sus hijos. Fue un ejemplo constante de amor paternal, del ciudadano ejemplar que impuso siempre como norte de sus actuaciones las dictadas por su consciencia y convicciones, del político que siempre tuvo - cualidad rara hoy en día - "..una concepción clara, pero muy clara, de lo que el arte de gobernar significa, cual es, el ser respetuoso de la voluntad popular y actuar siempre en función de los vastos e inmanentes intereses de la Patria", y del legítimo nacionalista, que lejos de arroparse y esconderse tras posturas patrioteras y demagógicas, desde muy temprana edad defendió la causa panameña hasta en los más altos organismos internacionales con el empeño, dinamismo y seguridad que proporciona el conocimiento de causa, el convencimiento en la razón que la alienta y el amor a la Patria.
Y es que en esta sociedad que vivimos actualmente, llena de falsos valores o "anti-valores", en donde las personas sobresalen o se les respeta por las riquezas obtenidas o por el poder político alcanzado, Julio Linares fue un hombre que sobresalió y se le respetó por la rectitud de sus principios, por la honestidad en sus actuaciones y por lo inquebrantable de sus convicciones. Y es que en el mundo de los valores, que es en el cual todo hombre de bien debe aspirar a vivir, lo importante no es sobresalir, sino porqué sobresalimos. En el mundo de los valores el respeto no es consubstancial al poder que se tenga, a la riqueza que se posea o al supuesto liderazgo que se ejerza. El respeto es simplemente el resultado lógico de una conducta, de un comportamiento, de un proceder. Ese fue el mundo en el que vivió, y sobresalió, Julio Linares. Ese respeto se refleja hoy, al cumplirse los trece (13) años de su desaparición, en este recinto con la presencia de todos ustedes en este sencillo y significativo acto.
JULIO E. LINARES nace el 7 de agosto de 1930 en el Hospital Gorgas, ubicado en la antigua Zona del Canal. Creció en el malecón de San Felipe, junto a mi tío y padrino Leopoldo Neira, la tía Carmen y nuestra siempre recordada abuela Elena. Desde muy joven, desarrollo su espíritu por la fiesta, el baile y la música, cultivando desde niño su talento en el piano. No era esto nada raro, siendo hijo de una dama que tocaba el violín en la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la entonces dirección del Maestro WALTER MYERS, y hermano de quien es hoy, desde hace muchos años, una pianista consagrada y talentosa profesora de piano, la tía Carmen. Amaba a su "alma mater", el Colegio La Salle. Fue miembro de la Banda de Guerra del Batallón Juana de Arco, donde repicó el redoblante, como quien le habla y retumbó el bombo, como mi hermano Fernando.
Desde pequeño le encantaba su Club Unión. Salía en cuanta comparsa había, siendo edecán de un sinnúmero de reinas, inclusive de AURITA CARBONE cuando fue reina del Carnaval Nacional y coronada en el Hotel Panamá, en compañía de FRANK AZCÁRRAGA como el otro edecán. Y muchos años después, como todos ustedes saben, sería por varios periodos miembro de la Junta de Admisión, de la Junta Directiva e incluso Presidente del Club Unión en 1985.
Desde sus tiempos escolares, cultivó amistades que perduraron por siempre. Memo CASCO ARIAS, RICARDO DURLING, Vilo SOSA, "Luisi Alfaro", Enriquito Arango y RODRIGO MORENO, fueron sus carnales, de niño y de viejo. Termina sus estudios escolares en 1947 e inicia la carrera de Derecho en la Universidad de Panamá luego de pasar un semestre en la Facultad de Arquitectura. Tuvo la dicha de ser alumno en una época de oro para la abogacía panameña y la Facultada de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Panamá. Entre sus profesores se encontraban RICARDO J. ALFARO, JOSÉ DOLORES MOSCOTE, CÉSAR QUINTERO, ELOY BENEDETTI, DULIO ARROYO CAMACHO y NARCISO GARAY. Si JULIO E. LINARES fue un buen abogado, definitivamente que tenía sobradas razones para serlo.
En 1955 se gradúa de Licenciado en Derecho y Ciencias Políticas. Entre sus compañeros de clase se encontraba su buen amigo MARIANO OTEIZA. Poco antes de partir hacia Europa, el 9 de agosto de 1955, a los 25 años de edad, le toca en nombre del Colegio de Abogados dirigir las palabras ante la tumba del Dr. JUSTO AROSEMENA, concluyendo su disertación de aquel día con el siguiente pensamiento: "Hoy que atravesamos por una crisis de valores y sobre todo de hombres, la figura de JUSTO AROSEMENA se eleva por el firmamento como astro refulgente irradiando destellos de esperanza. Recordemos su memoria, pero sobre todo imitemos sus virtudes, porque el mejor homenaje que le podemos ofrendar a este preclaro ciudadano, no lo constituyen las romerías ni los discursos laudatorios, sino el deseo sincero de llevar, como él, una vida honesta, decorosa, digna y templada en el crisol del deber y del patriotismo".
Luego de graduarse en Panamá decide seguir sus estudios en España y gracias a una beca ganada con esfuerzo y sudor propio, parte para la madre patria a estudiar su doctorado en derecho en la Universidad de Madrid. En aquella ciudad, convivió con varios panameños que también estudiaban en la capital madrileña, pudiendo mencionar en este momento a Memo CASCO ARIAS, VASCO SALDAÑA, RUBÉN AROSEMENA GUARDIA y MANUEL JOSÉ BERROCAL.
Luego de graduarse con honores como Doctor en Derecho en Madrid y obtener un diploma de perfeccionamiento en Derecho y Política Internacional en la Universidad Internacional de los Estudios Sociales de Roma, Italia, regresa a su país natal. Consigue una plaza de abogado en la entonces firma TAPIA, RICORD Y PHILLIPS, donde ingresa un 4 de diciembre de 1958, hoy día TAPIA, LINARES Y ALFARO.
La personalidad polifacética del ahora Doctor JULIO E. LINARES, sobresale apenas llega a Panamá, al destacarse en diferentes campos de la vida social, política, cultural y académica. En el campo cívico y de ayuda benéfica, ingresa a finales de los cincuenta al entonces Club 20-30 Internacional, hoy conocido como Club Activo 20-30 de Panamá. Cultiva amistades imperecederas con ROBERTO STANZIOLA, ERASMO ARIAS, Choza EISSMMAN, ARTURO McGOWEN, ALBERTO BOYD, Fello BURGOS, EDWIN DURLING, Pille ORTEGA VIETO y el inigualable ALEX NEWMAN. Ocupó los cargos de Secretario, Tesorero, Director y Primer Vicepresidente de esta importante asociación cívica del país; además de que también lo acompañarían como activos 20-30 sus queridos cuñados Dindo, Negro y Fulo FRANCO y, que coincidencia, mi suegro José Díaz Seixas.
Cuando el reloj de arena se agotara al cumplir sus 40 años de edad, ingresaría al Club Kiwanis de Panamá donde compartiría años de camaradería y trabajo cívico y social con grandes amigos como Bebo MÉNDEZ, Billy QUIJANO, FRANCISCO LINARES, JUAN PASCUAL, JOAQUÍN GIL DEL REAL, ROBERTO BRIN, Tony MONZÓ, DAVID EISSMANN, HUMBERTO JIRÓN, GASTÓN FARAUDO y ERNESTO BOYD entre otros. Sobresalió a nivel cultural cuando gracias a su gestión e iniciativa, esta organización cívica publica las obras completas de MARÍA OLYMPIA DE OBALDÍA, EUSEBIO A. MORALES, PABLO AROSEMENA y DEMETRIO KORSI. Y en el prólogo que le escribiera a la obra de MORALES, su vocación nacionalista reluciría al señalar lo siguiente: "La nacionalidad es un sentimiento poco arraigado en el panameño. Ello, no está de más decir, es sumamente peligroso para cualquier Estado, por cuanto la ausencia de tal sentimiento es frecuentemente germen de males políticos y sociales, y podría minar en su población la voluntad de continuar existiendo como entidad independiente y soberana". Y más adelante diría : "De lo expuesto se infiere que una acción inmediata y efectiva del Estado se hace necesaria para fortalecer y engrandecer el espíritu nacional, de suerte que podamos superarnos política y socialmente, al igual que consolidar nuestra capacidad de actuar, dentro del campo de aplicación del Derecho Internacional Público en forma exclusiva, autónoma y plena". Su actuación como Kiwanis ejemplar lo llevaría a obtener el mérito de Kiwanis del año en 1975.
Paralelamente a su llegada de España, obtiene en la Universidad de Panamá las cátedras de Derecho Procesal Civil y de Derecho Internacional Público. Ésta última la ejerce por 15 años y además destacó como Secretario General, Vice decano y Decano Interino de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de dicha Universidad. Descolló en el aspecto gremial como Vicepresidente del Colegio Nacional de Abogados, en el periodo 1961 - 1962. Al mismo tiempo ingresa muy temprano a la política criolla, siendo su mentor el Lcdo. AQUILINO BOYD. En noviembre de 1959 es protagonista con éste y con ERNESTO CASTILLERO PIMENTEL de la Siembra de Banderas bajo las balas, bayonetas y golpes de los entonces agresores imperialistas. En 1960, con apenas treinta (30) años de edad, con BOYD a la cabeza, es electo diputado suplente a la Asamblea Nacional, debiendo asumir la curul como principal cuando BOYD es nombrado en un cargo diplomático dos años después. De 1962 a 1963 ejerce la curul por ende, con carácter de Diputado Principal.
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