Baja la migración interna en países latinoamericanos
- Cindy Calderon
En Panamá la transferencia neta de población del campo hacia la ciudad fue de algo más de 34 mil personas entre 1995 y 2000, según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)
La migración interna, o sea, el traslado de una residencia a otra dentro de un país, está disminuyendo en América Latina.
Para la Comisión Económica para América Lativa (CEPAL), este fenómeno tiene varias explicaciones.
Entre ellos, cita el reemplazo de la migración interna por la migración internacional o a los desplazamientos diarios para trabajar o estudiar, y el aumento de la vivienda propia asociado al incremento de los ingresos.
También lo atribuye a los efectos de fijación territorial derivados del teletrabajo, y a la moderación del flujo migratorio del campo a la ciudad debido a la urbanización, entre otros.
"Las áreas de migración neta positiva suelen ser las de mejores condiciones de vida", aduce un informe de este organismo económico latinoamericano.
Localmente, en el fenómeno de la migración interna el gran atractivo sigue siendo la ciudad de Panamá.
No obstante, se aclara que hay fenómenos emergentes que podrían debilitar esta relación.
Entre ellos cita la suburbanización, en ámbitos menos dotados de infraestructura en los alrededores de las grandes ciudades, que requiere importantes inversiones públicas, aun cuando se origina en decisiones y negocios de carácter privado.
Por su parte, esta situación se agrava en las áreas rezagadas en materia socioeconómica, como es el caso del campo y de otras zonas marcadas por la pobreza crónica y, muchas veces, por la concentración indígena.
Dado que esta pérdida de población no es aleatoria, sino que afecta principalmente a la población joven y en general más calificada, esta migración erosiona la base de recursos humanos necesarios para el desarrollo de estas zonas pobres y de expulsión.
De este modo, la CEPAL sostiene que la migración puede ser una vía de escape para quienes emigran, pero agrava la situación de estas zonas y afecta negativamente a quienes permanecen allí, lo que constituye una trampa territorial de pobreza.
Esto, para la CEPAL, revela la fortaleza y atractivo aún predominante de los sistemas urbanos de la región.
"La ciudad más poblada todavía es de atracción, lo que indica la robustez de las zonas históricas de concentración de la población", dice el organismo.
Indica que las ciudades de mayor tamaño, sobre todo las de 4 millones de habitantes o más, tienen mayores probabilidades de registrar emigración neta, lo que podría estar vinculado a efectos de saturación, deseconomías de escala y aglomeración destacados por una amplia literatura reciente sobre dinámicaurbana.
Esta situación no se debe a una detención de la inmigración hacia ellas, ya que los flujos que reciben son aún cuantiosos, sino a un fuerte aumento de la emigración.
Esta última puede dirigirse hacia el entorno inmediato y, por ende, interpretarse ficticiamente como expulsión de la ciudad, cuando en realidad se trata de expansión metropolitana.
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