economia
Plan que sustituye al corralito en Argentina “reparte” la crisis
REDACCION - Publicado:
El ministro de Economía de Argentina, Roberto Lavagna, aseguró que el mecanismo que sustituirá por decreto al denostado “corralito” intenta repartir equitativamente la crisis que puso al borde del colapso al sistema financiero local.“Este nuevo plan tiene como propósito repartir de manera equitativa el impacto de la crisis”, dijo en rueda de prensa al explicar las distintas opciones que el Gobierno diseñó para devolver los ahorros atrapados en el “corralito”.Precisó que el nuevo régimen, enunciado el viernes en un decreto firmado por el presidente argentino, Eduardo Duhalde, pero que necesita el aval del Parlamento para que entre en vigor, prevé tres modalidades de bonos estatales, de canje voluntario, para que los ahorradores “puedan volver a tener su dinero”.Lavagna negó que ese nuevo mecanismo haya sido desaprobado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que impuso la derogación del “corralito” entre otras condiciones para auxiliar económicamente a Argentina.“Creo que hay (en el FMI) opiniones divergentes”, dijo tras enumerar que los representantes de Estados Unidos, de Francia, de Brasil y de Marruecos en ese organismo multilateral se pronunciaron a favor de sustituir el “corralito” por un canje voluntario de bonos del Estado.No obstante, admitió que otros técnicos del FMI se inclinaban por un “una salida de canje obligatorio, compulsivo”, lo cual, a su juicio, no constituiría una “solución equitativa”.El “corralito”, calificado de “maldito” por Duhalde y una de las principales causas del descontento de la ciudadanía, fue una de las últimas medidas adoptadas por el entonces presidente Fernando de la Rúa y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, en diciembre pasado, tres semanas antes de verse obligados a renunciar en medio de un estallido social.El nuevo régimen prevé la emisión de bonos estatales pagaderos a 39, 60, y 123 meses, según el tipo de depósito bancario atrapado en el “corralito”, títulos que podrán ser negociados al precio del mercado en la Bolsa de Valores, para el pago de deudas impositivas, para adquirir vehículos, maquinarias y viviendas.“El propósito es que quien opte canjear sus depósitos encerrados en el corralito pueda utilizar los bonos en áreas ligadas a la producción, a la reactivación de la economía y, como es el caso de la construcción de viviendas, a la generación de empleo”, subrayó Lavagna.Esos bonos públicos, que en algunos casos cotizarán de acuerdo con valores promedio fijados en licitaciones de títulos públicos, pagarán en todos los casos intereses semestrales y los reprogramados en dólares a 123 meses, es decir lo de más largo plazo, “tendrán beneficios extraordinarios”.