Cómo cuidar la poinsettia o flor de pascua después de Navidad
Actualizado 2015/12/22 13:03:13
- REDACCIÓN/@PANAMAAMERICA
Si hemos conseguido que la poinsettia sobreviva, ahora observaremos sus necesidades para que esta planta de hojas rojas se mantenga sana durante el resto del año y vuelva a florecer en Navidad.

Si nos dicen que relacionemos alguna planta a esta época del año, casi seguro que la que primero se nos viene a la cabeza la poinsettia o planta de Navidad. Sus inconfundibles hojas rojas nos recuerdan inevitablemente a la Navidad. Su nombre real es euphorbia pulcherrima, aunque comúnmente se le conoce también flor de pascua, pascuero… Incluso, en algunas zonas, estrella de Navidad.
Si hemos conseguido que la poinsettia sobreviva, ahora observaremos sus necesidades para que esta planta de hojas rojas se mantenga sana durante el resto del año y vuelva a florecer en Navidad.
Una vez terminada la floración, veremos desaparecer sus brácteas, las hojas rojas se caen, pero esto forma parte del proceso natural de la planta, pues las brácteas protegen las flores. Desaparecidas éstas, la poisentia ya no las necesita. Hay quien las tira entonces pensando que están muriendo. No lo hagas, la flor de Pascua es un ser vivo que puede sobrevivir y crecer hasta el siguiente diciembre, cuando volverá a florecer. Pero para ello necesita unos cuidados, como todas las plantas. ¿Cuáles son?.
Cuidados generales:
Durante todo su periodo de vida, necesitará los mismos requerimientos en cuanto a temperatura, humedad ambiental y riego que explicábamos ayer en Flor de Pascua: cómo sobrevivir a la Navidad.
Respecto al sol directo, durante el invierno y la primavera, puede resistir la exposición a los rayos solares. En verano y en otoño, la evitaremos.
Abono:
Terminada la floración, la Poisentia necesitará que añadamos un poco de fertilizante líquido a su agua de riego. Puede ser un fertilizante universal o un abono de lenta liberación, siguiendo las instrucciones del fabricante respecto a cantidades. Una vez cada 10 días es suficiente.
Trasplante:
Una vez hayan caído sus hojas rojas, si tienes terreno disponible, lo ideal sería trasplantarla al jardín.
Pero si vives en una zona donde se produzcan heladas, o no dispones de terreno, también podrás conservarla en elinterior, observando los cuidados generales y realizando previamente una poda y esperar a que llegue la primavera.
Poda:
A finales de enero, la planta se habrá quedado sin hojas (rojas y verdes). Es entonces cuando debes podarla. En algunos hogares afortunados, observando los cuidados generales, se mantienen las hojas verdes e incluso hay quien afirma haber conservado las rojas durante meses.
En cualquier caso, la podaremos cuando se haya quedado sin hojas.
Para ello, cortaremos los tallos, dejándolos a unos 10 cm. de altura. Hay que usar guantes porque la savia es irritante para piel y mucosas.
Una vez cortados, sella el extremo con cera de vela derretida.
Reposo:
En este estado dejaremos la planta en reposo durante el invierno. Preferentemente, en un lugar libre de calefacción.
No olvidemos que, aunque esté en reposo, sigue necesitando el riego. Pero limítalo entonces a una vez por semana.
Trasplante:
Cuando llegue la primavera, la trasplantaremos a una maceta mayor, poniendo como sustrato una mezcla de sustrato universal, una parte de turba o de humus y una parte de arena. En esta época y en esta nueva situación, proporcionándole una buena iluminación natural y una temperatura media del orden de los 20°, la planta emitirá nuevos vástagos. El crecimiento de estos vástagos será ya continuo, produciéndose un buen desarrollo foliar durante el verano y el otoño. Este desarrollo se favorecerá si, además de regar, procuramos aportar periódicamente una fertilización adecuada.
Floración:
La planta vuelve a florecer en diciembre, y es entonces cuando comienza a llenarse nuevamente de brácteas (hojas rojas) pero para eso necesita un periodo diario de entre 12 y 14 horas de oscuridad total a partir de finales de septiembre o, como mucho, principios de octubre.
Si en casa no podemos tenerla en una habitación que disponga de esas horas sin luz, y queremos volver a tener nuestra planta lista con su aspecto navideño, le podemos crear artificialmente esa oscuridad que necesita.
Para ello, basta con taparla con un plástico oscuro, con un cartón grueso o con una campana protectora recubierta de papel de aluminio, durante la tarde-noche para lograr esas 14 horas sin luz.
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