UNA CUESTIÓN DE ACTITUD

La juventud y la belleza suelen ser dos virtudes aclamadas en la sociedad actual. La vejez ha quedado excluida y en muchas ocasiones, desvalorizada. Pero lo cierto es que todos -en algún momento -la experimentaremos, nadie podrá evitarla o escapar de ella.

Esta etapa forma parte de nuestro crecimiento como seres humanos. El individuo se enfrenta a cambios en su cuerpo como consecuencia del paso del tiempo e incluso sus valores y creencias pueden sufrir transformaciones también. Se presentarán nuevas realidades como la jubilación, la muerte de personas queridas, la disminución del poder adquisitivo y el considerar la propia muerte.

Sin embargo, y a pesar de todos estos cambios, parece ser que la mejor manera de sobrellevar este nuevo proceso es a través de la adaptación. Como solía decir el artista argentino Fito Páez, "es solo una cuestión de actitud".

"La vejez es un proceso propio de nuestro ciclo vital que podemos enfrentar adoptando una actitud diferente", explicó la psicóloga Alayza Escudero. "El envejecimiento se da en el ser humano a nivel fisiológico, psicológico y social", y agregó que "se debe convivir con el envejecimiento, lo contrario al combatir, que es lo que nuestra sociedad muchas veces promueve".

Esta forma de ver la vejez se trata en gran parte de "la sana aceptación de la vida, promoviendo una actitud positiva y armónica que impulse el deseo de seguir participando y proyectándose en la sociedad acorde con la realidad física, mental y social de la adultez mayor", explicó Escudero.

Para esto debemos considerar varias cosas que tendremos que aplicar en el proceso de adaptación. La psicóloga nos enumeró los principales:

Sea positivo siempre

La buena actitud tiene efectos positivos sobre la salud. Controlar el estrés de forma adecuada prolongará tu calidad de vida. Es importante que puedas continuar realizando actividades. Si las que hacías antes ya no son convenientes, busca nuevas oportunidades. No te quedes estancada.

Otro aspecto importante es aprender a controlar tu mente. "Nuestros pensamientos son los responsables de cómo nos sentimos, por lo que es importante enfocarnos en positivo", explicó Escudero. "Mantenerse concentrado en lo vivido y la gratitud sustituyen la negatividad y ayudan a notar los aspectos de su vida que le hacen sentir bien", agregó.

Actividad social

Este aspecto tiene que ver con tu bienestar integral. Compartir con tu familia y amigos puede ser incluso saludable para el cuerpo. Está comprobado que sentirse en contacto con seres queridos disminuye las posibilidades de enfermarse. "Envejecer jamás puede ser sinónimo de inhabilidad o deterioro. Al contrario, se debe conservar la vigencia social y familiar, aun si tiene alguna enfermedad", comentó Escudero.

Paz espiritual

Es importante que tomes un momento para estar tranquila, ya sea a través de la meditación, de tu religión, en un ambiente natural o a través de cualquier otra práctica que traiga sensación de estabilidad y paz espiritual.

Nuevas cosas

Dedícate a aprender un nuevo deporte, instrumento musical, o idioma. "Hay que ser conscientes de los cambios que se presentan, hay que socializar, llevar una buena alimentación, sin excesos y hacer ejercicios que vitalicen", aconsejó Escudero.

Planificación

Si realmente quieres disfrutar de esta etapa, es necesario que algunos años antes vayas considerando aspectos económicos y temas sobre cobertura médica, planes de jubilación y de ahorro monetario.