Decidí ser feliz
Un buen día decidí dejar a un lado las tristezas, dejar de perder el tiempo en tonterías y comenzar a soñar, a sentirme viva, a ...
Nilena Marín (motivamerica@gmail.com /Instagram: @motivamerica)
Un buen día decidí dejar a un lado las tristezas, dejar de perder el tiempo en tonterías y comenzar a soñar, a sentirme viva, a llenarme de conocimiento, a gritarle al mundo lo feliz que soy y simplemente un buen día decidí olvidarme de todo aquello que me molesta y me hace sufrir. Sencillamente comencé a ver la vida desde otra perspectiva, a conocerme a mí misma, a llenarme de buenas vibras, a sentir que cada día que pasa es una nueva oportunidad, un nuevo amanecer y una enseñanza para mi vida.
Dejé de estresarme tanto, de preocuparme por cosas que al final tienen solución, de no buscar pleitos y no exaltarme como lo hacía antes. Busqué un momento para tomarme un té y leer un buen libro. Encontré momentos para compartir con personas que me empujen a seguir mis sueños. Inicié a creer en mí, en mi fuerza y en mis ganas de luchar por mis metas.
Dejé de respirar en la ciudad los fines de semana y a escaparme a sitios muy parecidos al paraíso, para sentir y disfrutar lo hermosa que es la naturaleza, para hacer yoga, meditar y a encontrarme con mi alma, con mi espiritualidad y sentirme en paz.
Ahora vivo de manera distinta, disfruto de las pequeñas cosas que veo en este mundo, me emociona reír junto a un niño, a conversar con un anciano, a sonreírle a la vida y llenarme de felicidad porque simplemente vale la pena vivir de manera positiva, de expandir mi conciencia y ver los problemas en retos y aprendizajes y no, como un obstáculo para seguir adelante. Decidí luchar contra todos los tropiezos, lágrimas y apoyar a todas las personas que me rodean.
Decidí serle fiel a mis conceptos, a mi manera de pensar y a tener la mente abierta para nuevas experiencias. Encontré una nueva versión de mí en este camino, y no está demás contarles que decidí escribir para llenarlos de esperanza y amor, porque la vida se nos pasa pensando en problemas, en estrés o en desamores. Veamos la vida con pasión y energía. Vivamos día a día con motivación y ganas de hacer las cosas bien. No nos atormentemos con comentarios tóxicos, con nuestro pasado o con el futuro desconocido.
Con esto no quiero decirles que no he pasado momentos de dolor o angustias, pero todos esos momentos me han enseñado a crecer, a madurar y me hacen recordar lo fuerte que puedo ser y el aprendizaje me lo llevo conmigo siempre.
Comprendí que si pierdo la fe, mis sueños se derrumban, de que si no sigo de pie no logro lo que mi corazón desea. Soy ahora feliz "aprendiendo", analizando cada situación, buscando soluciones positivas para poder seguir adelante y no perder el foco para conseguir mis sueños.
Entiendo ahora, quienes son y serán las personas que deseo que caminen a mi lado en la búsqueda y realización de mis sueños. Y que, el que sinceramente me escucha y me da un consejo sensato podrá contar conmigo hasta la eternidad.
Aprendí a amarme tal como soy, a ver mis defectos, a aceptarlos y trabajar en ellos. En tomar la decisión de dar lo mejor de mí para que este mundo cambie y que tengamos tranquilidad y serenidad.
Estoy segura que mis sueños y los tuyos se pueden lograr. Solo tenemos que concentrarnos en ellos, hacer el pacto oficial e iniciar la estrategia perfecta para lograrlos, vivir en armonía y unión con nuestro cuerpo y alma. Porque nuestros sueños provienen desde lo más profundo de nuestros corazones.
Tomemos la decisión de ser felices, no importa tu estatus social, religión, sexo o edad. Como dicen por allí "ser feliz es gratis". Todo depende de tu actitud frente a las adversidades de la vida. Tú eres el dueño de tu manera de ver la vida, de tu destino y futuro.