Agentes de inteligencia asesinados en Bagdad

Siete personas murieron y una resultó herida ayer en una emboscada tendida a un convoy de agentes de los servicios secretos españoles al sur de Bagdad, en el ataque más sangriento contra miembros del contingente español enviado a Irak después de la ofensiva angloestadounidense, apoyada por Madrid, que derrocó al régimen de Sadam Hussein.
Militares de la coalición internacional que dirige Estados Unidos en Irak hallaron los siete cadáveres en el lugar del atentado, explicó el ministerio de Defensa español en Madrid.
"Siete miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fueron asesinados a 30 kms. al sur de Bagdad", cerca de la localidad de Suwaira, afirmó el ministro de Defensa español, Federico Trillo, quien viajó anoche a Bagdad para repatriar los cadáveres.
"El octavo miembro del convoy sobrevivió y salió casi ileso. El gobierno transmite su pésame y manifiesta su solidaridad a las familias de las víctimas y a todos los miembros del CNI", agregó.
Según el ministro, los ocho hombres efectuaban misiones de reconocimiento en el sector bajo mando estadounidense. Cuatro de ellos tenían que sustituir a los otros cuatro que se disponían a regresar a España, agregó.
El ataque terrorista fue perpetrado a las 15H45 locales iraquíes con lanzacohetes RPG y "fusiles de asalto, aparentemente, Kalachnikov". "La 3ra. brigada de la 82 división aerotransportada estadounidense recuperó los siete cadáveres y los trasladó a una capilla ardiente en el aeropuerto de Bagdad" mientras que el superviviente fue hospitalizado, según Trillo.
De momento se ignora si el convoy español era el blanco del ataque o si cayó en una emboscada destinada a miembros de la fuerza internacional en Irak que pasaran por el lugar a esa hora.
Desde que comenzó la guerra y hasta ayer murieron en Irak dos militares y un agente de los servicios secretos españoles. El rey Juan Carlos, informado de los hechos por el ministro de Defensa, transmitió su más profundo pésame, informaron los medios de comunicación españoles.
El jefe de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del Partido Socialista (PSOE), condenó el ataque reiterando su posición opuesta a la guerra en Irak, pero insistió en que es un día de duelo para todo el país y de solidaridad con las familias y con los que cumplen con su deber "al servicio del país".
Durante los hechos, un grupo de jóvenes iraquíes aclamaban con vítores al ex presidente iraquí al lado de los cadáveres de los españoles, según imágenes difundidas por la televisión británica Sky News.
El reportero David Bowden indicó que cuando regresaba a Bagdad con sus colegas camarógrafos vio un cadáver en medio de la carretera. "Miramos alrededor y había tres (cadáveres) más en el otro lado de la carretera. Por supuesto, nos detuvimos y salimos de nuestro vehículo", recalcó, añadiendo que había también vehículos calcinados en el lugar.
Bowden, que llegó al sitio del ataque antes que las fuerzas de la coalición, dijo que había visto a un joven iraquí con un pie sobre el pecho de uno de los muertos, mientras un niño, de unos ocho o nueve años, le daba patadas.