Agonías: Entre el escándalo y la información
Publicado 2005/04/03 00:00:00
De Pío XII en 1958 a Juan Pablo II en 2005, la agonía de los Papas, con la excepción de Juan Pablo I, cuya muerte imprevisible alimentó todo tipo de rumores, ha sido seguida en tiempo real por los medios de comunicación del mundo entero.
La agonía de Pío XII, muerto el 9 de octubre de 1958, incluso llegó a provocar un escándalo, ya que su médico personal fue culpable de las filtraciones sobre el estado de salud de su augusto paciente, a cambio de dinero.
Riccardo Galeazzi-Lisi, médico titular del Papa, recibió dinero de un "pool" de agencias a cambio de informaciones sobre la salud de Pío XII, que padecía un hipo permanente, sin duda provocado por un cáncer de estómago.
El 6 de octubre, cuando el Papa se encontraba en la residencia estival de Castelgandolfo, no lejos de Roma, les alertó de que el estado de Pío XII se había deteriorado bruscamente.
Víctima de un ataque, el Papa empezó a agonizar al tiempo que los medios de comunicación se precipitaban a Castelgandolfo.
En 1958, la comunicación se limitaba a la difusión de partes médicos firmados por tres doctores.
Galeazzi-Lisi, que también tomó las fotos de Pablo VI en su lecho de muerte, acordó con el "pool" que en caso de fallecimiento, emitiría una señal convenida en una ventana de la residencia. El 8 de octubre, una señal ambigua indujo al error a dos diarios italianos que anunciaron la muerte del Pontífice antes de tiempo.
El decano de los cardenales del Sacro Colegio, el francés Eugene Tisserand, expulsó entonces a los periodistas de Castelgandolfo y confió a un jesuita de Radio Vaticano la responsabilidad de administrar la información.
Juan XXIII, que sufría desde hacía meses de un cáncer, se encamó sólo tres días antes de su muerte. Durante este tiempo los periodistas durmieron en la sala de prensa, que se encontraba a la sazón en el recinto de la ciudad del Vaticano, pegados a los escasos teléfonos para ser los primeros en dar la información.
En cuanto a Juan Pablo I, se sabe que murió de un infarto fulminante, lo que desconcertó a todo el mundo. Una religiosa lo encontró por la mañana muerto en su cama, con los documentos sobre los que trabajaba en la mano.
La agonía de Pío XII, muerto el 9 de octubre de 1958, incluso llegó a provocar un escándalo, ya que su médico personal fue culpable de las filtraciones sobre el estado de salud de su augusto paciente, a cambio de dinero.
Riccardo Galeazzi-Lisi, médico titular del Papa, recibió dinero de un "pool" de agencias a cambio de informaciones sobre la salud de Pío XII, que padecía un hipo permanente, sin duda provocado por un cáncer de estómago.
El 6 de octubre, cuando el Papa se encontraba en la residencia estival de Castelgandolfo, no lejos de Roma, les alertó de que el estado de Pío XII se había deteriorado bruscamente.
Víctima de un ataque, el Papa empezó a agonizar al tiempo que los medios de comunicación se precipitaban a Castelgandolfo.
En 1958, la comunicación se limitaba a la difusión de partes médicos firmados por tres doctores.
Galeazzi-Lisi, que también tomó las fotos de Pablo VI en su lecho de muerte, acordó con el "pool" que en caso de fallecimiento, emitiría una señal convenida en una ventana de la residencia. El 8 de octubre, una señal ambigua indujo al error a dos diarios italianos que anunciaron la muerte del Pontífice antes de tiempo.
El decano de los cardenales del Sacro Colegio, el francés Eugene Tisserand, expulsó entonces a los periodistas de Castelgandolfo y confió a un jesuita de Radio Vaticano la responsabilidad de administrar la información.
Juan XXIII, que sufría desde hacía meses de un cáncer, se encamó sólo tres días antes de su muerte. Durante este tiempo los periodistas durmieron en la sala de prensa, que se encontraba a la sazón en el recinto de la ciudad del Vaticano, pegados a los escasos teléfonos para ser los primeros en dar la información.
En cuanto a Juan Pablo I, se sabe que murió de un infarto fulminante, lo que desconcertó a todo el mundo. Una religiosa lo encontró por la mañana muerto en su cama, con los documentos sobre los que trabajaba en la mano.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.