mundo
Asume nuevo arzobispo de Boston
Guaynabo - Publicado:
El nuevo arzobispo de Boston, Sean Patrick O"Malley, tomó ayer las riendas de una arquidiócesis convulsionada por acusaciones de abusos sexuales de sacerdotes en perjuicio de cientos de feligreses en las últimas seis décadas.O"Malley es el sexto arzobispo de Boston.Sucede al cardenal Bernard Law, que renunció en diciembre en medio de crecientes evidencias de que los jerarcas eclesiásticos trasladaron a los transgresores de una parroquia a otra para evitar escándalos públicos.La ceremonia de asunción en la Catedral de la Santa Cruz fue discreta en deferencia a las víctimas del abuso y a la humilde procedencia de O"Malley como fraile franciscano.Para O"Malley, un fraile capuchino de 59 años, la que ayer tomó en sus manos será la tercera diócesis que recibe atribulada por la conducta sexual de algunos sacerdotes.En la diócesis de Fall River (Massachusetts) O"Malley cargó con las consecuencias de la conducta de un sacerdote que había abusado de decenas de menores de edad, y se hizo cargo de la de Palm Beach (Florida) después de que dos obispos fueron destituidos tras admitir que habían abusado de niños.La tarea en la cuarta archidiócesis más grande de Estados Unidos, sin embargo, es mucho mayor: la fiscalía general de Massachusetts ha concluido que a lo largo de las últimas seis décadas unos 250 sacerdotes y otros empleados de la Iglesia abusaron sexualmente de por lo menos 789 menores de edad.Durante la ceremonia, que atrajo a miles de religiosos, dignatarios, políticos y feligreses, el arzobispo vistió la sencilla túnica marrón de su orden bajo las vestimentas formales de su nueva jerarquía.Sus colegas esperan que O"Malley pueda restañar las heridas abiertas en la cuarta diócesis católica del país, con más de dos millones de católicos."Está tendiendo una mano, hablando con las víctimas, para involucrarse personalmente.Anticipo que aportará un tono espiritual a la diócesis"", dijo el religioso Alfred Winshman, jesuita de Boston.Conoció a O"Malley cuando era misionero en la isla caribeña de St.Thomas, donde éste era obispo a mediados de los años 80.Algunos católicos locales ven la llegada de O"Malley como un nuevo comienzo para la Iglesia puesto que se ha ganado la reputación de consolar las diócesis devastadas por los abusos sexuales.En cambio otros se preguntan si un tradicionalista que apoya las enseñanzas conservadoras de la Iglesia podrá instrumentar los cambios necesarios para reparar el daño en esta diócesis.