Condoleezza Rice será la secretaria de Estado
- REDACCIÓN
La hasta ahora jefa de Seguridad es la otra mujer en la vida del presidente estadounidense
Rice, que el sábado cumplió 50 años, fue propuesta ayer para el cargo por el presidente de EU, George W. Bush, quien durante el anuncio en la Casa Blanca le encomendó la misión de continuar la guerra contra el terrorismo y el proceso de paz en Oriente Medio.
"Condi Rice es la persona adecuada para esos retos", afirmó Bush, quien indicó apreciar el "juicio firme y sólido" de su principal asesora en política exterior y seguridad.
La hasta ahora consejera de Seguridad Nacional es una de las personas que más contacto diario tienen con el presidente, hasta el punto que hace meses, en una cena privada, tuvo un "lapsus" y llegó a decir "como dice mi marid... quiero decir, el presidente".
"El secretario de Estado es el rostro de Estados Unidos en el mundo, y en Rice el mundo verá la fuerza, gracia y decencia de nuestro país", añadió Bush.
El nombramiento de Condoleezza Rice, en reemplazo de Colin Powell, presagia una política exterior dura, sin rodeos y en mayor sintonía con la Casa Blanca, tras un primer gobierno de Bush marcado por las discrepancias internas.
La prensa y los analistas estadounidenses destacaron ayer las numerosas diferencias de estilo, de temperamento y de trayectoria política entre la asesora para la Seguridad Nacional y el secretario de Estado saliente.
Numerosos analistas señalaban ayer que Rice hizo inclinar estos últimos años la balanza en favor de los "halcones", como el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, o el vicepresidente Dick Cheney, dejando a Powell aislado, particularmente en lo que concierne a Irak.
Si es confirmada por el Senado, Rice será la segunda mujer en ocupar el cargo, después de Madeleine Albright, quien fue secretaria de Estado durante el segundo mandato de Bill Clinton, entre 1997-2001.
Bush nombró al actual "número dos" de Rice, Stephen Hadley, como nuevo consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Al poner a una de sus más leales confidentes en el departamento de Estado, Bush se asegurará el no tener que escuchar más notas discordantes y molestas, que frecuentemente provenían de Colin Powell.
Rice tiene una personalidad más desdibujada en el escenario político estadounidense que Powell, quien gozaba de una considerable credibilidad política en la opinión pública, con cotas de popularidad a menudo superiores a las del presidente, según los sondeos.
Varias pruebas cruciales enfrentará Rice como: la situación en Irak, el conflicto israelo-palestino, también debe intentar reducir las tensiones en las relaciones con los europeos.
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