Fox despliega soldados para sofocar rebelión en Oaxaca
Publicado 2006/10/28 23:00:00
- Ciudad de México
La inestabilidad en ese Estado sureño mexicano tiene más de cinco meses debido a las huelgas.
LAS PRIMERAS fuerzas policiales federales enviadas para restablecer el orden llegaron al estado sureño de Oaxaca, donde la Asamblea Popular que reclama la renuncia del gobernador ya anunció que reforzará sus barricadas en las calles.
El presidente de México, Vicente Fox, tomó la decisión de enviar a la Policía Federal Preventiva (PFP) a Oaxaca después de que la víspera se viviera el momento más crítico del conflicto iniciado hace cinco meses con una huelga de maestros.
Cuatro personas murieron en una intensa jornada de violencia, que incluyó tiroteos, estallido de bombas molotov y quema de vehículos.
Fuentes de la Presidencia de México dijeron a EFE que dos aviones con efectivos de la PFP ya han aterrizado en el aeropuerto de la capital de Oaxaca, donde se espera la llegada de más vuelos con fuerzas federales a lo largo del día.
Según un comunicado difundido por el gobierno mexicano, Fox ordenó el envío de fuerzas federales "en respuesta a los acontecimientos ocurridos el día de ayer", porque "atentan contra el orden y la paz de los ciudadanos en el lugar".
La nota de Presidencia indicó que estos cuerpos policiales "se irán concentrando en la capital del estado en el transcurso del día de hoy".
Florentino López, portavoz de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), indicó que esta entidad amaneció "en alerta máxima", después de los enfrentamientos de la víspera contra presuntos partidarios del gobernador estatal, Ulises Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"Hemos llamado a reforzar las barricadas para protegernos", advirtió López, al ser consultado sobre la decisión de Fox de enviar a la PFP para devolver la normalidad al estado.
Con los cuatro fallecidos del viernes son diez los muertos por la violencia en Oaxaca desde que el 14 de junio pasado el gobierno estatal ordenó desalojar a los maestros que habían ocupado varios edificios y espacios públicos, como medida de presión para reforzar una huelga iniciada el 22 de mayo.
La primera víctima mortal del viernes fue el camarógrafo estadounidense de un medio independiente Bradley Roland Will, quien recibió un disparo en el pecho.
Los otros tres muertos fueron los mexicanos Esteban Zurita López, Emilio Alonso Fabián y Eudocia Olivera Díaz, los dos primeros al ser tiroteados y la última al no poder atravesar las barricadas la ambulancia era trasladada para ser atendida de sus problemas de salud.
A la espera de lo que suceda en Oaxaca, varias emisoras de radio locales informaron de que el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, sostenía en Ciudad de México una reunión con el gobernador oaxaqueño, cuya renuncia es la condición impuesta por los manifestantes para suspender las protestas.
Los sectores alzados acusan a Ruiz de usar a secuaces armados para frenar sus acciones reivindicativas y de la situación por la que atraviesa el Estado, uno de los más pobres y con una numerosa población indígena.
La salida del gobernador, que fue rechazada por el Senado nacional la semana pasada al negarse a decretar la disolución temporal de poderes en Oaxaca, ha sido una de las soluciones analizadas para un conflicto por el que más de un millón de alumnos de primaria y secundaria llevan más de cinco meses sin ir a clases.
El presidente de México, Vicente Fox, tomó la decisión de enviar a la Policía Federal Preventiva (PFP) a Oaxaca después de que la víspera se viviera el momento más crítico del conflicto iniciado hace cinco meses con una huelga de maestros.
Cuatro personas murieron en una intensa jornada de violencia, que incluyó tiroteos, estallido de bombas molotov y quema de vehículos.
Fuentes de la Presidencia de México dijeron a EFE que dos aviones con efectivos de la PFP ya han aterrizado en el aeropuerto de la capital de Oaxaca, donde se espera la llegada de más vuelos con fuerzas federales a lo largo del día.
Según un comunicado difundido por el gobierno mexicano, Fox ordenó el envío de fuerzas federales "en respuesta a los acontecimientos ocurridos el día de ayer", porque "atentan contra el orden y la paz de los ciudadanos en el lugar".
La nota de Presidencia indicó que estos cuerpos policiales "se irán concentrando en la capital del estado en el transcurso del día de hoy".
Florentino López, portavoz de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), indicó que esta entidad amaneció "en alerta máxima", después de los enfrentamientos de la víspera contra presuntos partidarios del gobernador estatal, Ulises Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
"Hemos llamado a reforzar las barricadas para protegernos", advirtió López, al ser consultado sobre la decisión de Fox de enviar a la PFP para devolver la normalidad al estado.
Con los cuatro fallecidos del viernes son diez los muertos por la violencia en Oaxaca desde que el 14 de junio pasado el gobierno estatal ordenó desalojar a los maestros que habían ocupado varios edificios y espacios públicos, como medida de presión para reforzar una huelga iniciada el 22 de mayo.
La primera víctima mortal del viernes fue el camarógrafo estadounidense de un medio independiente Bradley Roland Will, quien recibió un disparo en el pecho.
Los otros tres muertos fueron los mexicanos Esteban Zurita López, Emilio Alonso Fabián y Eudocia Olivera Díaz, los dos primeros al ser tiroteados y la última al no poder atravesar las barricadas la ambulancia era trasladada para ser atendida de sus problemas de salud.
A la espera de lo que suceda en Oaxaca, varias emisoras de radio locales informaron de que el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, sostenía en Ciudad de México una reunión con el gobernador oaxaqueño, cuya renuncia es la condición impuesta por los manifestantes para suspender las protestas.
Los sectores alzados acusan a Ruiz de usar a secuaces armados para frenar sus acciones reivindicativas y de la situación por la que atraviesa el Estado, uno de los más pobres y con una numerosa población indígena.
La salida del gobernador, que fue rechazada por el Senado nacional la semana pasada al negarse a decretar la disolución temporal de poderes en Oaxaca, ha sido una de las soluciones analizadas para un conflicto por el que más de un millón de alumnos de primaria y secundaria llevan más de cinco meses sin ir a clases.
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