Religiosa austríaca Bárbara Maix fue beatificada en una ceremonia en Brasil
- Mayra Madrid
La religiosa austríaca Bárbara Maix, fundadora de la Congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María y que dedicó su vida a atender huérfanos e hijos de esclavos en Brasil, fue beatificada hoy en una ceremonia en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
La madre María Bárbara de la Santísima Trinidad (1818-1873) fue canonizada en una misa celebrada por el arzobispo de Puerto Alegre, Dadeus Grings, junto a cerca de 320 sacerdotes y que atrajo a miles de fieles al gimnasio Gigantinho de Porto Alegre, la mayor ciudad del sur de Brasil.
Durante la ceremonia el representante del Vaticano en Brasil, Lorenzo Baldisseri, leyó la carta con la que el papa Benedicto XVI consagró a la religiosa como una beata de la Iglesia Católica.
En la misa estuvo presente Onorino Ecker, de 69 años y que en 1944, a sus tres años, sobrevivió a unas graves quemaduras de tercer grado en todo el cuerpo cuando ya había sido desahuciado por los médicos gracias a un milagro atribuido a la religiosa y ya reconocido por el Vaticano.
La beatificación es una de las etapas del proceso de canonización, que, en el caso de Bárbara Maix, fue solicitado en 1993 en Porto Alegre por el arzobispo de esta ciudad.
El proceso de canonización fue abierto en 1997 por la Congregación de las Causas de los Santos del Vaticano y el Papa autorizó en 2008 la publicación del decreto referente a las virtudes heroicas de la Sierva de Dios, que a partir de esa fecha pasó a ser Venerable en la Iglesia.
En abril de 2009, tras el análisis por parte de teólogos y médicos, el Congreso de los Teólogos reconoció, por unanimidad, como milagro la cura de Onorino Ecker.
La monja nació el 27 de junio de 1818 en Viena (Austria), de donde emigró a Brasil en 1848 con 21 compañeras de hábito.
Un año después de haber desembarcado en Río de Janeiro fundó la Congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María, que hoy tiene su sede principal en Porto Alegre y está presente en Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Haití, Italia y Mozambique.
Tras la fundación en Río de Janeiro, la religiosa expandió su congregación en Porto Alegre, en donde acogió a los niños de la Roda dos Expostos da Santa Casa, como se conocía el lugar en donde las madres dejaban a sus hijos recién nacidos rechazados.
Durante 14 años Bárbara Maix dirigió asilos, orfanatos, pensiones y escuelas de la Congregación en Porto Alegre, y murió en Río de Janeiro en 1873, a los 55 años de edad.
Brasil, el país con mayor número de católicos en el mundo, ya cuenta con un santo, Antonio Sant'Anna Galvao, más conocido como Fray Galvao, que fue canonizado por el papa Benedicto XVI en una multitudinaria misa en Sao Paulo el 11 de mayo de 2007.
En 2002 ya había sido canonizada Santa Paulina, una monja venerada en el estado brasileño de Santa Catarina, en donde se dedicó a la causa de los pobres, pero de origen italiano.
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